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Mostrando entradas de julio, 2007
"Ulises Odiseo, rey de Ítaka Desierta" Ulises Odiseo tomó el ferry desde la isla de Kefalonia para arribar a su isla natal, Ítaka. Sus intenciones eran subversivas y terroríficas. Pretendía convertir, desde Frikes en el norte hasta Perachori en el sur, su querido terruño en una isla desierta. Ulises Odiseo residía la mayor parte del año en Europa, entre Roma, París y Madrid, pero cuando llegaba el verano, le gustaba visitar a su anciana madre Anticlea, a su ex esposa Penélope y al hijo de ambos Telémaco. Con ellas se sentía agasajado y muy mimado y querido. Aprovechaba esta ocasión para dar sabios consejos paternos a su vástago, consejos que éste guardaba en el Word de su ordenador personal para revisarlos de vez en cuando y no aplicar en su vida ninguno. Ulises Odiseo deploraba el aspecto quincallero que iba adoptando su querida isla de año en año. El turismo arribaba a la isla como una avalancha roedora, como un alud de monstruos marinos
" Rojo, el instalador de aire acondicionado" Me llamo Rojo. En realidad mi nombre es Carlos García Vázquez, pero alguien una vez me apodó "Rojo" en alusión al peculiar rubio de mi pelo crespo, ensortijado y tan encarrujado, que mi madre de pequeño casi nunca me peinaba. Decía que pasarme el peine por el pelo era como trillar más paja que grano de las mieses tendidas en la era del abuelo Tomás. "¡Rojo, Rojo" me gritaban los chavales en el colegio, en el parque, por la calle..Se extendió este mote como un reguero de pólvora y cuando me quise dar cuenta, me lo decía a mí mismo con toda naturalidad ante el espejo, como si tal cosa, y difícilmente recordaba cuál era mi verdadero nombre. "Rojo" me llaman todos en la edad adulta, y ahora, a punto de cumplir cuarenta años, me ha dado por meditar y cavilar hasta que punto este epíteto tan encarnado me ha cambiado la vida. En algunos lugares muy concretos, se me han cerrado puertas, porque los encargados
"El laberinto de Borges" El amor, decididamente, es un jodido laberinto y agradezco esta ocasión que me brindas, amiga, para explayarme sobre esta idea que me viene rondando desde hace mucho tiempo. El amor es un Laberinto Barroco, del tipo "Mazes". Ofrece múltiples caminos alternativos que se diluyen en vías muertas, en finales sin salida posible, aunque todos sabemos de antemano que posee una sola vía correcta para salir de él. Lo sabemos pero fingimos desconocerlo, porque es preferible vivir, correteando como un ratón, atrapados en una estructura arbórea imaginaria, levantando árboles de ramificaciones infinitas a nuestro paso, que no nos dejen vislumbrar el bosque de nuestros verdaderos anhelos y pasiones. El amor, esa única pasión central univiaria, engulle como un colosal dragón todas nuestras fantasías, sueños, desafíos existenciales..Lo engulle todo. Todo lo arrasa para reducirnos y aplastarnos. El amor es, decididamente, un jodido laberinto
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"Romeo ha muerto" Buscamos desesperadamente que nos amen. Que nos amen a cada uno de nosotros en exclusiva. No sólo porque nacemos sabiendo que somos un modelo exclusivo, un ejemplar único de nuestra especie, sino porque nos persigue la angustia que sólo conocen los hombres y los cedros sagrados. Sé que te amo como a nadie en el mundo. Vivo con la angustiosa certeza del desamor. Sé que tú no eres capaz de amarme con la destreza que han adquirido con los años, el pulso de mi corazón y estas manos delicadas que acarician tu piel de amante indolente. Sé que dijo el insigne que entre dos, uno es el Amado y otro el Amante. Sé que mi sino es interpretar el rol de Amante sin tacha. A pesar de mis largas y fatigosas horas de ensayo, - siempre me quedo sólo en el escenario hasta altas horas de la noche para memorizar mi papel -, a pesar de que escojo con esmero el mejor traje del armario, -un sastre rectifica mis prendas sobre mi cuerpo desnudo, pellizcándome de vez en cuando con un
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"El chicle del olvido" El niño dice que el chiclé es una tela de araña rosa mientras caza mariposas con una raqueta de tenis de plástico amarillo. Una infancia llena de colores y chicles es lo que todos anhelamos para nuestras futuras generaciones. Chicles que como telas de araña anidan en los techos de la imaginación. Colores de arco iris surcando los cielos de la infancia. Verdaderamente la niñez es una etapa de la vida maravillosa para los niños privilegiados de los primeros mundos posibles. Por eso a penas recordamos el día en que aprendimos a acordonarnos los zapatos. Van y vienen cual palomas desorientadas cuatro retazos de olvido y memoria como cuatro trazos descuidados del pincel de óleo en la tela. Aquel día que papá me compró una bolsa de patatas fritas y otra de churros y dimos de comer a las palomas - las palomas por aquel entonces pululaban las plazas con el norte de un brújula invisible guiándolas hacia el punto certero. Se fueron desorientando y ya lo dijo el p
"Orlando" Todos vivimos con la muerte en los talones, salvo uno : Orlando. Ya lo descubrió Viginia Wolf. No desvelamos nada nuevo. Los románticos vivimos pensando que Orlandos, haberlos haylos y no uno, sino muchos. Los escépticos siempre te dirán que Orlando no existe, no existió ni existirá. Los realistas conocen a Orlando y de vez en cuando coinciden con él en una tasca. Se toman junto unos vinos y a otra cosa. Orlando no se limita a brindarnos una esperanza de vida inmortal. Orlando es la inmortalidad misma. Puedes pensar en prosaico y vociferar en todos los foros que Orlando fue en realidad un niño probeta, un parto de las células madre. Pero Orlando verdaderamente, es hijo de Dios, nació cuando quedó huérfano de padre, y es de madre desconocida. Las madres también un día poblaron de hijos huérfanos la tierra. Orlando, huérfano de padre no sabrá decirte quien fue su madre, pero su carné de identidad pregona que es ciudadano ejemplar de todos los mundos posibles. Primero
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"El tango de Chopin" El insigne pianista Frédéric Chopin murió en París aquel lánguido otoño de Mil Ochocientos Cuarenta y Nueve. Nunca dejamos de recordarle. Sus notas románticas, mozartianas arrebatan solas el espíritu del auditorio con mayor ardor que una opera italiana. Fiel a sus orígenes, "Mazurcas" y "Cantabiles" nos trasladan al corazón de Varsovia y nadie osaría decir que aquellas prodigiosas manos sostenían el bastón de un rapsoda que tan joven moriría de tuberculosis. Aunque murió en París, por expreso deseo testamentario, su corazón se encuentra alojado cual reliquia en la Iglesia de Santa Cruz de Varsovia. Este corazón, una dulce y temprana primavera de Dos Mil Uno, asegura un humilde testigo presencial que lo vió latir. El párroco de la iglesia no dió crédito y pidió en confesión al modesto campesino que no se lo contara a nadie. "Las reliquias son retazos de vida muertos. Entiéndelo, Wola, lo que ha muerto, muerto está y ya pasaron los
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"El sueño de Ulises" Con el paso del tiempo, con los años, nos vamos percatando de que el Fururo Perfecto no existe. Tampoco existe el Pluscuamperfecto. La vida nos presta con alto interés de usura un futuro imperfecto e inmediato que pronto caduca, que demasiado pronto se esfuma. "Cuando tú vas, yo vengo de allí..." Si me dices que me esperas en la próxima estación, yo tal vez ya esté de regreso y tu vagón de tren no me lleve al destino que yo anhelo. Estos desencuentros me aniquilan poco a poco. Pierdo el norte de mi vida. Tu norte está bien definido y trazado, pero el mío no tiene contornos, carece de mojones y cunetas. En definitiva, no tengo claro a dónde voy. Tal vez me dirija al Sur, ese Presente luminoso y meridional, henchido de luz y alegría. Pero es que me canso de tanta alegría, de tanta charanga y pandereta hueca. Me dices entonces que has sacado billete para el Norte, esa flecha cargada de futuro y yo te respondo que me asustan las cosas perfectas, red
"La otalgia del oficial García" Dicen que las orejas van creciendo a lo largo de la vida. Y es que no hay parte de la anatomía humana más rebelde y contra natura que las orejas. Son las únicas que se escandalizan en esta vana cultura audiovisual. Mientras ellas se escandalizan, nuestros ojos se cansan y se achican como dos gotas de rocío sobre el lecho de un pétalo de rosa al despuntar los primeros rayos de la mañana. Dicen que por su forma los conocereis porque representan la forma fetal. Eso le dijo una vez un chino a Roberto y Roberto se cansó de andar por la vida sólo fijándose en las orejas de la gente. Pero la costumbre de examinar las orejas a los demás, se convirtió en un hábito y finalmente en una obsesión enfermiza. "Si tienen forma de media luna es que usted nació al alba, de mañana temprano, pero lejos de ser usted madrugador, la vida le impondrá jornadas nocturnas y pertenecerá al grupo de los buhós. Si el lóbulo parece cortado al bies y pegado a la cara, en
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"Indira" Indira era una vaca de pedigrí variopinto - charolesa francesa, chionina italiana, brahma hindú -pero de casta irreconocible por el blanco impoluto de su piel sin tacha. Indira creció entre algodones cual venerada diosa de la miseria y la podredumbre entre niños famélicos, mujeres ascéticas y varones endogámicos a orillas de un recodo del río Hooqhly, olvidado y perdido en el ombligo de su historia. Indira era una vaca escuálida como todas las vacas veneradas de Calcuta, pero su origen europeo por parte de madre le conferían una dignidad y un porte diferente y distinguido que la hacía destacar sobre las demás vacas del lugar. Además, Indira parecía conocedora de esta distinción y paseaba sus ínfulas infundadas cual damisela de la corte de los reyes sin palacio ni corte. Indira paralizaba la vida a su paso. Si se detenía a descansar en medio de la calzada polvorienta de la aldea, - única vía de tránsito de vehículos a motor y bicicletas, única salida y entrada, única
"Mi Polikarpof" Hace tres noches soñé que pilotaba un avión caza POLIKARPOF I 16 tipo 10, de aquellos que durante la República denominaban "Super Mosca". En el avión viajaba sola e iba completamente desnuda y desarmada. El interior del caza estaba vacío. No había municiones ni carburante ni víveres.El fuselaje de madera había desaparecido completamente, asi como las ametralladoras del morro. Pensé que moriría de hambre o derribada por el enemigo. Pero nada de esto sucedió. Pude viajar quilómetros y kilómetros sobre el vasto mar sin encontrarme otra cosa que su hermano el cielo, claro, limpio, azul y tan vacío y desnudo como las tripas de mi avión. No sentía que viniese de ninguna parte ni que me dirigiese a ningún sitio, pero estaba en un error, cosa normal tratándose de un sueño. Aterricé en un aeropuerto repleto de dunas de arena, de una ciudad ignota que tenía la peculiaridad de haber sido edificada sobre hielo antártico y polvo de desierto. El paisaje urbano de
"Final feliz..para el rehén" Rufí Nasser, humilde mercader de telas y especias en el Bagdad devastado, fue incomprensiblemente secuestrado cuando regresaba a su desvencijada casa por un grupo de guerrilleros encapuchados que dijeron ser de la FNNNNTR (Facción Neofascista, Neofundamentalista Neoislámica Neocomunista del Tulipán Rojo). Ya durante el trayecto al zulo donde iba a pasar los próximos dos meses de su vida, reparó en las hondas desavenencias y disensiones irreconciliables que rezumaban las relaciones entre sus captores. Uno defendía cual disco rayado de vinilo la pureza de la raza iraní. Otro esgrimía vociferando, seguramente para que le escuchasen los de allá arriba, que Alá es uno y grande y todos los dioses son Alá. Un tercero, que el Islam debía recuperar Granada y los demás raptores y el propio Rufí se preguntaban para sus adentros dónde diantres está Granada. A otro, obeso y cargado de sebo por todo su perímetro y contorno le escuchó decir que él era la encarna
"Ella y Margarita, la maestra" Ella, la maestra, contaba noventa y siete años. Ejercía la noble y vilipendiada profesión desde los veinticuatro. ¡Setenta y tres años al pie del cañón! Decía que la jubilación era para los cansados de espíritu y el suyo permanecía incólume, tan fresco y lozano como el primer día. Ella, la maestra, impartía clases en una aldea ignota del Caucáso y en todos esos años no había cambiado ni un ápice su forma de enseñar y sus métodos pedagógicos, aunque rudimentarios, eran eficaces y eficientes cual pieza de relojería. Sus alumnos aprendían a leer, a escribir y las reglas de la aritmética básica puntualmente y con una prontitud que sorprendería a cualquiera en nuestro país. Todos sus alumnos, hasta el más zoquete, finalizaban el curso con el diploma de aptitud bajo el brazo con la calificación de "apto". "Sobresaliente", "notable",...eran calificaciones que no contaban con la consideración y el beneplácito de la maestra
"La Dama Secreta" "Al grupo nos han extrañado dos cosas en el lugar del crimen. Una, el puñal homicida se encontraba sobre la mesa camilla, limpio, sin rastro de sangre ni huellas. Dos, la víctima estaba tumbada en su cama, vestida con uno de sus mejores trajes, acicalada, aseada, peinada a gomina...O bien el autor quiere decirnos algo con esta puesta en escena o se trata de alguien maniático, que padece un excesivo sentido del orden, un maníaco compulsivo. Tal vez debiéramos empezar por ahí". "Pudiera tratarse de una mujer..Hay mujeres así. Mi esposa, sin ir más lejos. Limpia sobre limpio..." "También hay hombres así. Sin ir más lejos, yo mismo o el Inspector Suárez..Somos muy pulcros, maniáticos..Pura especulación que seguramente no nos lleve a ninguna parte, pero por algo hay que empezar" "Agente Ruiz, quiero que me consiga una lista de todas las personas que se relacionaban con el finado y que respondan a ese perfil, a esos rasgos
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¿Qué fue antes, el melón o la sandía? En casa somos más de melón que de sandía. "Melón con jamón", "Gazpacho de melón", "Sopa fría de melón con brochetas", "Souflé de melón"..Sí, creo que todas las recetas propuestas por Karlos Arguiñano en su página web, las hemos engullido todas, todassssssss, salvo "La gelatina de melón con sopa de sandía". El día que la preparé dijo Pedrito, "¡mamá, qué asco de sopa, de sandía y de gelatina!.¡Quítale todo, por fa, y sírveme sólo el melón!"..Menos mal que en la despensa tenía almacenados una ristra de melones, dispuestos como misiles sobre el campo de batalla, a punto de ser autopropulsados de la alacena a la mesa por las electrónicas manos del ama de casa, que soy yo, una servidora, experta en lides doméstícas tangenciales. Pedrito aborrece la sandía porque dice que las pepitas negras debieran ser canicas. "¡Hasta que no fabriquen sandías con canicas de vidrio y de colores, no quiero
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ला फ्रिया मिरादा दे यारू

"La fría mirada de Yaru" "Belleza no es sinónimo de bondad. Debieras saberlo, Cilah. Elegiste la mujer más bella entre las bellas, pero su corazón es una piedra de hielo, que sólo se derritirá si le alcanzan los cálidos rayos de tu triste mirada, Puedes invertir lo que te resta de vida en mirar tristemente a su corazón y no lograrlo..Lo más probable, Cilah -seamos realistas - es que nunca lo consigas. Siento ser tan cruel contigo. Pero es preferible mirar cara a cara a la dura realidad que desperdiciar una vida entera en una misión imposible. Y fundir piedras y témpanos de hielo con la mirada nunca ha podido nadie sobre la faz de la tierra..." "Es inútil que le sermonees así, amigo. Cilah está enamorado. Su mirada es triste, sí. Pero el velo de la ceguera del amor le confiere ese brillo melancólico y a la vez esperanzado, que le convierte en un loco, en un imprudente, en un pobre ciego que persigue su propia sombra con la vehemencia de la pasión fútil. Déjalo

"Es एल अमोर । ते कुए ओचुल्तार्मे ओ हीर

“Es el amor. Tendré que ocultarme o huir” “El amenazado” Jorge Luis Borges “Es el amor. Tendré que ocultarme o huir” de este largo adiós sin principio sin fin. “Es el amor” así lo llaman banal, trivial..como si albergase alas en su impúdico cuerpo ambiguo, incierto, asexual. Es el largo adiós del amor que me obliga constantemente a esconderme, a refugiarme en cualquier portal de cualquier casa abandonada de cualquier pueblo deshabitado de cualquier país sin bandera de cualquier continente sumergido de cualquier planeta sin estrella y aún sin descubrir de cualquier galaxia sin nombre de cualquier universo sin Dios. Es el amor. Es el largo adiós del amor que me empuja a alejarme deprisa como por miedo como por pudor como por un extraño disgusto o molestia como para evitar un daño a nadie a cualquiera a todos y cada uno como por arrogancia como por un grave sentimiento de culpa e inferioridad como por violentar y violentarme como por ridículo o rareza o esa extr
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"Escrito en la ceniza"

Galip, el protagonista del "Libro negro" - "Kara kitap" - de Orhan Pamuk, hastiado de buscar infatigable a su esposa Ruya por las calles de Estambul, ha decidido escapar por la media luna blanca, centrada en el lomo del libro, que reposa sobre la mesilla de noche de un lector, que duerme apacible en su lecho estival de su casita en la playa de Conil en Cádiz. Galip contempla al salir, la media luna que resplandece en el cielo a través de la ventana del dormitorio y la compara con la media luna impresa en la portada del libro y piensa que los pensamientos poderosos, ésos que uno deja que invadan la mente hasta en sus últimos recodos, fortalecen y cobran vida y se materializan. "Ya lo creo que se materializan. La prueba irrefutable es que aquí estoy, cual era mi deseo. Si hubiese querido encontrar a Ruya de verdad, la habría encontrado. Pero en el fondo anhelaba haberla perdido para siempre porque no soportaba su indiferencia y mi amor ciego e incondicional. Crec
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"Kio y Ayumu visitan el delfinario del Acuario de Osaka"

Asunto: Kyo y Ayumu visitan el delfinario del Acuario de Osaka -------------------------------------------------------------------------------- Kyo se ha sentado en el suelo ante la fachada del Acuario de Osaka en el barrio de Minato-Ku. Aguarda la llegada de su amiga Ayumu, de la que está prendado desde la infancia. Ella lo quiere y acepta como amigo, pero de ahi a considerarlo su novio media tanto trecho como de Abeno-ku a Yodogawa-ku y Ayumu no está dispuesta a caminar tanto para llegar al alma de Kyo y explorar su corazón. Muchas veces ha comparado el corazón de Kyo con el sol de fuego de la bandera japonesa y así se lo dice de vez en cuando, cuando él se pone muy pesado: "Tu corazón es un Hinomaru de sol incandescente. Tu fondo blanco, puro como la nieve corre el riesgo de abrasarse. Kyo, no me importunes más. Soy fría como el mármol y nunca me casaré." Kyo contempla resignado la pareja de delfines que embellecen el cuerpo de la fachada del acuario. Piensa que él siem

"¡Bingo!"

Ser tahúr de bingo no tiene encanto ninguno. Menos si se es mujer. Pierde todo interés al espectador ajeno si a la postre esta mujer es una anciana en edad de ingresar en una residencia, en edad de palmarla, en la edad de la incapacidad incapacitante. Pierde todo interés para los que no la conocen y no la tienen como miembro del clan familiar, pero si esta abuela, tal mi caso, te toca como bisabuela de turno, entonces la cosa pinta cruda, muy cruda. Mi abuela Lola es tahúr de bingo. Dilapida sus mil ochocientos euros de pensión en esas inmundas salas de numerología perversa. La indignación familiar trasciende las cuatro paredes del ámbito doméstico. Nuestros gritos y trifulcas de hermanos, primos, nietos y biznietos por cuenta de tan disparatado dispendio se escuchan en todo el barrio. Todo el mundo está al corriente de tamaño absurdo y las sonrisitas sardónicas acompañan los saludos de amigos y enemigos por donde quiera que vamos. La pensión de nuestra abuelarzuela supera con mucho nu

"Siente un enemigo a su mesa. Ponga un enemigo en su vida"

No tenía enemigos y tuvo que inventarlos. Primero nacieron desnudos, cual Adán y Eva en el paraíso, en su imaginación. Sintió una alegría desmesurada y desbordante cuando constató que por fin cobraban vida propia en el mundo real. Porque todo el mundo sabe que sin enemigos no es posible una vida digna. La estrategia que elaboró para crearse enemigos, no es conveniente revelarla aquí, donde todos se dicen amigos. Crearía un clima de animadversión nada recomendable en un ámbito de paz y calma chicha. Quienes se convirtieron en sus enemigos tampoco lo diremos. Es el secreto mejor guardado que cada quien debe reservarse para sí. No se inventó una guerra, como los políticos de tres al cuarto. Que nadie tome la iniciativa de inventarse una guerra para crearse enemigos. No es preciso aventurarse tan lejos, ni implicar a terceras personas inocentes y desprevenidas. En tiempos de paz, los enemigos son más imprescindibles que nunca, pero que no nos ciegue la pasión. No se precisan bombas, pol

"La oligarquía de Soset"

El Alto Comité de los Hombres Sabios dictaminó que esa primavera no lloviese en todo el Condado de Hallowsilverswood. El Estamento del Tercer Continente convocó una asamblea urgente. Si no llovía, la cosecha de los transgénicos se iría al traste. Las semillas plantadas en los áridos y desérticos campos de los Libulengos precisaban de una lluvia programada. Pero los Sabios,a tenor de los informes remitidos por el Cudriple Equipo de Tecnócratas del Octavo Elemento, acordaron que la lluvia haría crecer las semillas. Los transgénicos alimentaría a los paupérrimos hijos de los Libulengos. Estos crecerían dos palmos más que el fruto de las semillas y el Tercer Continente se vería de nuevo plagado de la infame plebe. El Alto Comité de los Hombres Sabios sabía que los libelungos eran la fuente de todo mal para el Planeta Soset. No se conformaban con poblar las desoladas tierras del Tercer Continente. Emigraban como hormigas de Nácvumeth hacia las praderas del Continente Putivladirkov. La llu

"La delegación rusa"

Somos un grupo de escritores rusos, ateridos de vanagloria moscovita, en el Jardín de Invierno del palacio del Elíseo francés. Pero nuestros escrúpulos, nuestros egocentrismos de intelectuales que se vanaglorian aún no sabemos muy bien de qué, los hemos dejado en el felpudo de la Puerta de Versailles. La mayoría somos hijos huérfanos del exilio. El exilio ideológico siempre se sintió huerfano de algo, pero no sabríamos en lenguaje occidental, precisar muy bien de qué. Las jóvenes promesas que nos acompañan, asienten y sonríen cuando les mencionamos ésto, pero para sus adentros se carcajean de nosotros como gallinas cluecas a punto de romper las cáscaras de los huevos empollados. Desconocen que siempre, siempre, primero fue el huevo y luego la gallina, pero hoy no no nos encontramos aquí para dilucidar tamaña tropelía. Le he pedido a mi hija, una joven poetisa, por esta doble condición, - la de su preciosa juventud y la de niña predilecta de las musas -, que sea la portavoz del grupo, l

"Injusta leyenda urbana"

Nunca me gustó el cuento del "Patito feo". No era patito. No era feo. Una estafa de cuento. Prometía a cualquiera encontrar su lugar, su clan, su familia. Yo nunca la encontré. Cuando pesaba a los diez años setenta kilos y reventaba las básculas de las farmacias, de las consultas de los endocrinos, de los cuartos de baño de mis abuelas, de las revisiones médicas escolares...todos me llamaban gorda, vaca, ballena. A los once no dejé de comer, pero me provocaba vómitos. Leí que los romanos hacían lo mismo en las orgías para poder seguir atiforrándose. Yo lo hacía para disfrutar de la comida y adelgazar sin pasar hambre. A esta manera extraña de conservar la línea se le llama bulimia. La bulimia adelgaza y enloquece. ¿O tal vez lo que enloquece son los volubles comentarios de las gentes, que si estás gorda te insultan y si estás delgada, también? A los doce años, es decir, el pasado año, pesaba cuarenta kilos y medía metro sesenta. Ahora, a punto de tirarme desde el balcón de mi
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"El parné de Julián"

Mire Zeñó Juez que yo pensé que el parné negro era buen parné. Me dió por pensar que él estaba más podrido de parné blanco que yo del ganadado con el sudor de mi frente. El 2003 se me dió mu bien. Esos 603.000 euros los gané haciendo las Américas. Fue el mejor año de mi carrera artística...Los ingresos me los hacía unas veces mi madre, otras mi road manager, otras mi hijo... alguna vez mi secretaria de confianza. Los artistas no tenemos tiempo pa ná, sabe uzté. El 2004 se me dió peorcillo. Ya en las Américas me tenían muy vista y me dediqué más a las ferias de pueblos y ciudades. Año como el 2003 no lo he conocío de bueno y boyante. El mundo del artisteo es asín. Hoy estás arriba y pasado , abajo. Luego están los de la prensa que no me dejan de vivir. ¡Me tienen una enquina que yo no me la explico, mi arma, Zeñó Juez! Figúrese uzté que yo cumplo años el mismo día que Z.P, el 3 de agosto. La enquina que le tiene Rajoy a su Señoría El Presidente de La Nación, me la tiene a mi la Prensa R
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"Nací el mismo día que Alfred Hitchcock"

Amaneció la ciudad plagada de palomas. Esas asquerosas e inmundas ratas de ciudad que corroen todo a su paso habían conquistado durante la noche los espacios públicos -plazas, parques, calles, avenidas, rotondas.. - y los privados - fachadas de edificios, azoteas, tejados, balcones, barandillas, alféizares de ventanas...- El despreocupado y somnoliento madrugador que salía a la calle comprobaba con estupor como centenares de ellas pasaban al interior de los portales, trepaban y reptaban escaleras para colarse por cualquier resquicio al interior de las viviendas. El que tenía la fortuna de dormir vestido y protegido por un pijama sentía menos dolor y repulsión que el que lo había hecho desnudo. Cual plagas de langosta irrumpían en las habitaciones y aposentos de niños y adultos causando golpes y heridas a los que a esas horas aún dormían. El despertar incrédulo hacía pensar a todos que en realidad estaban viviendo una pesadilla, pero pronto entendían que asistían a una invasión sin prec

"La Sibila de Madrid"

Dicen de mi que por una frustrada pasión amorosa, que por mi obligada soltería elegí acobardar a las más valientes plumas de nuestra España. Azorín barruntó de mi que me imaginaba en una buhardilla madrileña mirando los tejados lluviosos y los gatos vagabundos, pero lo cierto es que aborrezco la lluvia, me dan alergia los gatos y sospecho que estos felinos seres albergan alma de hombre ya que se muestran tan esquivos, casquivanos y pendencieros a la que saltan de los tejados a las mugrientas y solitarias calles de la noche cerrada. He de reconocer que yo también albergo alma de hombre en un cuerpo sinuoso de mujer. Me gusta contemplar mi silueta desnuda ante el espejo del pasillo del convento cuando las monjas duermen y el gallo está a punto de cantar su arrogante quiquiriquí de irisados visos. Hago esto todas las noches desde que ingresé voluntariamente en el monasterio para hallar paz interior y sosiego para ejercitar las letras, porque así aliento y sostengo mi sensualidad contenida
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"La gran Galería"

- ¡Toca el violín, Lully!¡Que no pare la música! - ordena El Rey Sol, Luis el Grande. El ambicioso proyecto de Jules Hardouin Mansart ha cobrado vida al fin. El rey contempla por primera vez de cuerpo entero el talle de su flamante figura. Corre de un espejo a otro a lo largo de la galería. Los cuenta mientras Lully le sigue, entonando una alegre melodía. -Doscientos treinta......trescientos cuarenta y tres......¡trescientos cincuenta y siete! ¡Trescientos cincuenta y siete espejos para mi solo, Lully! ¡También para tí, canalla! - exclama con una estruendosa carcajada que resuena como el eco de un dios enloquecido - ¡Oh, no, bribón! ¡Para ti los ventanales! ¡Para que te precipites por ellos cuando se te agote la inspiración y ya no me sirvas para nada! - el rey no para de reir y correr. Ahora se ha puesto a danzar. Danza magistralmente. Lully le enseñó. - Aqui podría reunir a mis esposas, mis amantes, mis hijos legítimos y bastardos y arrojarlos a todos por la ventana. Podría castigarl
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"La toma de la Bastilla"

Napoleón Bonaparte no nació en Córcega. El 15 de agosto de 1769 su madre lo parió sin demasiados aspavientos de dolor, en la cama de su casa en un suburbio de París. La comadrona exclamó "¡Este mozo medirá dos metros!". Fue hijo único porque su padre Carlo Bonaparte abrazó un extraño voto de castidad y martirio que su esposa María Letizia Ramolino nunca llegó a entender. Napo - asi le llamaban cariñosamente - a los cinco años ya trabajaba para el librero Pasquale Paoli trajinando libros de aquí para allá. Monsieur Maximilien Robespierre, un aristócrata enfermo y ciego, se hacía llevar libros a casa y en cuanto Napo supo leer,- su madre le enseñó a leer, escribir y cocinar con férrea disciplina -obligaba al niño a que le leyese en voz alta la "Historia Universal" de Polibio, las "Vidas Paralelas" de Plutarco, la "Expedición de Alejandro" de Arriano de Nicomedia y a que le preparase un puchero de garbanzos a fuego lento mientras le leía. Al mediodí
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"Lucifer, el gato de Richelieu y el Tratado de Angulema"

Cuando María de Médicis se escapó por una ventana de su confinamiento en el Castillo de Blois, huyó con ella Lucifer, el gato de Richelieu, negro como el tizón. Dicen las malas lenguas que la reina vestía también de negro, el gató se enredó entre sus faldas y dirijió con ella la rebelión aristocrática. Lucifer, al parecer no movió un pelo ni articuló un maullido. Cuando María de Médecis firmó el Tratado de Angulema que garantizaba su libertad, su pertenencia al Consejo Real y la paz con su hijo Luis XIII, Lucifer seguía ahí enredado entre las faldas del vestido y el corsé, porque la reina madre no había encontrado ocasión de desvestirse, lavarse y cambiarse. Esto que hoy escandalizaría a todos, no suponía ninguna contrariedad. El cardenal Richelieu llevaba tres meses sin asearse, el joven rey no se bañaba desde que el halconero real y favorito del joven rey Charles de Luynes instigó el arresto y asesinato del principal primer ministro del reino Concino Concini. El nombre de éste último
"El hotel de Navacerrada" El gerente del hotel despotricaba de aquellos que se mofaban del cambio climático. A estas alturas de enero ni una brizna de nieve en las pistas, un sol primaveral desafiante, unas laderas desnudas mostrando ímpudicas el monte de Venus de una arboleda lujuriosa y exultante. Los jóvenes acudían a retozar en vez de esquiar. Sus equipos de esquí se oxidaban en las bacas y portaequipajes de los utilitarios. El gerente lamentaba que a estos jóvenes se les veía, a estas alturas de siglo, faltos de recursos.Comían bocadillos, copulaban salvajes a la vista de los demás sin ningún pudor y no entraba en su presupuesto de ocio hospedarse en ningún hotel. Todo ello por culpa del cambio climático. Incapaz de reconocer que él también últimamente se alimentaba de bocadillos y latas, incapaz de reconocer que sentía una envidia inquina hacia estos muchachos y que no le quedaba otra que paliar sus instintos con consuelos onanistas virtuales, el gerente se sentía cada