Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2007
"Credenciales, papeles y tarjetas navideñas" Un refrán de mi tierra reza "Por qué no los guardabas cuando los tenías". También arrastramos los de mi patria, cual un sambenito de descrédito del todo injusto, fama inmerecida de tacaños y rácanos. Para los malpensados quiero aclarar que no soy catalán. Ni siquiera soy español, aunque estoy en ello, a la búsqueda y captura desesperada de "papeles". ¿Qué papeles? ¡Qué sé yo, papeles! Eso me dicen los polis cuando me paran por la calle, "¡Papeles!". Detesto esa palabra. Entraña un no sé qué mezquino y diabólico. Ahora que estudio idioma español con fruición y verdadero empeño, creo que lo más apropiado sería que los agentes de policía nos exigiesen a los pobres desgraciaditos como yo "¡Credenciales!" ."¡Señor, sus credenciales, por favor!" Tal vez así no sentiríamos que nuestra dignidad se ve pisoteada por los suelos cual un periódico de esos gratuitos que la gente arroja sin pied
Adolecer de adolescencia es un mal menor que se cura con la edad, la edad de la inocencia adulta. Inocencia que consiste en contemplar con estupor como los adolescentes adolecen de adolescencia sin ninguna inocencia. _________________ "El eco siempre dice la última palabra"
Imagen
"El esperpento de las propinas y el conejo" El Señor Vicepresidente Económico del Esperpento Español asegura que "La gente se toma dos cafés y deja de propina un euro". ¿En qué galaxia vive este maromo del dispendio, este fulano inflacionista, este tío de la socarronería? Nos han llegado rumores que apuntan a que el tipo domina la cuinicultura y el punto interrogante que corona los preámbulos del sueño ministerial macroeconómico contiene una duda filosófica crucial y existencial paradójica y profunda, a saber, "¿Por qué criar conejo?". Las respuestas que este marqués sociolisto de la Nobleza Socialista se da a sí mismo antes de desnucarse sobre el libro "Tratado y cría de conejos en la Península Ibérica" son las siguientes: Uno/ Mínima inversión a realizar. Lo que me ahorro en propinas lo invierto en la empresa familiar. Dos/ La mano de obra en mis granjas cuiniculturales será familiar: la familia otea y supervisa como un nutrido y selecto gru
Imagen
"Divagando futbolísticamente, que es gerundio también" ¿Por qué los partidos de fútbol generan tan pocos goles? La media mundial se suele cifrar en dos coma cincuenta tantos por partido. Este es uno de los grandes arcanos del legendario y honorable juego del balompié. “Papá, papá, ¿por qué Messi sólo marca uno o dos goles en un partido y yo soy capaz de chutar hasta cinco en los partidos de la liga escolar?” “Porque Messi es sin duda uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, pero tú llegarás a ser alguien excepcional en la vida, dentro y fuera del terreno de juego, dentro y fuera del campo de césped.¡Ya lo verás!” –Cuando los padres ponen tan altas esperanzas en sus hijos, no se engañan a sí mismos y a sus retoños. En realidad, no engañan a nadie. Forma parte de la propia ilusión de ser padre. ¡Y algunos padres no iban desencaminados! El padre de “El Pelusa” debió presentirlo como una premonición de voluntad divina y sobrenatural. Y el de Ronaldinho que no sobreviv
"Llámame " Llámame, gesticulando voces inaudibles y ademanes ciegos para los demás, que sólo tú y yo entenderemos como un pacto secreto, como un llamado sagrado. Llámame, invocándome en la noche, pidiendo auxilio con esos silencios tuyos que son un desgarrado grito de ausencia. Llámame, convócame los días más insospechados, cítame a las horas más intempestivas. Llámame por mi nombre de pila, omitiendo apellidos y otras nomenclaturas onerosas que cansan la memoria y propician el olvido. Llámame, sin títulos pomposos ni calificativos denigrantes. Llámame. Si estás cansado de luchar y el peso de tanta responsabilidad te abruma, te sucederé en el cargo y designaré una estirpe que te lleve en volandas a una nueva tierra, a una nueva isla, a un nuevo oasis de esperanza, de pasión. Llámame, arrástrame a tu lado, inclíname como a un junco enamorado. Llámame, te seguiré si buscas una estrella, un proyecto lejano e imposible, una quimera. Llámame cuando no tengas cobertura, cuando
"A Joan Salvat Papasseit y a los escritores anónimos" Sentía veneración por las tertulias literarias de antaño. Aquellas en las que la lectura de textos clásicos dejaban embelesados y sin habla a los parroquianos con el codo estribado sobre la barra del café, tomando cualquier cosa que les sirviese de pretexto para arrellanarse, guardar un silencio reverencial y escuchar a los escritores que allí se congregaban cada tarde, recitar versos o leer en voz alta fragmentos de prosa de autores insignes. Sentía una veneración que confinaba con el miedo. El miedo a no llegar nunca a traspasar aquella maldita línea que separaba el mostrador de la franja reservada a las mesas. El miedo al rechazo. El miedo a reconocer que un poeta anarquista, hijo de la clase proletaria, húerfano de padre, criado en un orfanato naval, sin recursos, sin un maldito bocado que llevarse a la boca, pudiera nunca conocer la satisfacción personal que pudiese brindarle escuchar sus versos en boca de aquellos h