29 de septiembre de 2008


"El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas" Homenaje a Paul Newman

- Papá, ¿sabes que los detectores de rayos gamma se están empezando a utilizar en Pakistán por el CSI. Estas máquinas, que cuestan unos 5 millones de dólares americanos, pueden escanear unos 30 contenedores por hora. El objetivo de esta técnica es el escaneo de los contenedores de mercancía que llegan vía marítima antes de que entren en los puertos de EE.UU.
- ¿ 5 millones de dólares? ¡Qué dispendio! ¡Cuántas bocas se podrían alimentar en el mundo! ¿Qué más puedes contarme sobre los rayos gamma, Eleanor?

- Los rayos gamma también se utilizan en la medicina nuclear para realizar diagnósticos. Pero no quiero que hablemos de eso, papá.
- ¡Háblame entonces de la esterilización del equipamiento médico!
- Se suelen utilizar para matar bacterias e insectos en productos alimentarios tales como carne, setas, huevos y vegetales, con el fin de mantener su frescura. Pero, papá, hablemos de ti y de mi. De mamá, de Melissa, Claire, de Susan...
- De Scott...Sé que en cuestión de días me reuniré con él.
- Días, meses, años. Eres un superviviente nato.¿Qué le dirías?
- Creo que en ese lugar sobran las palabras. Allá en lo alto todo se dice por señas.
- ¿Por señas? jaja..¡Muy agudo!
- He soñado muchas veces con eso momento, Eleonor.
- ¿En serio? Yo he tenido un sueño recurrente que pudiera coincidir con los tuyos. Si tú me cuentas el argumento de tus sueños, yo te revelaré el del mío.
- Sueño que ambos acudimos a un estreno.
- ¿De una película?
- ¿De qué si no?
- Sigue..
- Se trata del estreno de "El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas". Estamos los dos solos en la sala de proyección y en la pantalla tu madre avanza hacia nosotros sentados en primera fila. Nos sonríe. Nos guiña un ojo, se da media vuelta y se va. Antes exclama que abandona, que la interpretación de su papel le aburre. No es que le aburra. Le asquea, sí. Asegura que le asquea y que ya nunca más consentirá que le dirija yo. Todo esto lo dice, no obstante, con una gran sonrisa, sin enfadarse. Nos grita a los dos, dándonos la espalda, que ahora es nuestro turno. "The end" aparece en la pantalla bajo los zapatos de tu madre que se alejan en la calle desierta, Scott y yo nos miramos extrañados y...
- ¿Y..?
- Tu hermano me susurra al oído que no me preocupe, que el día del estreno todos los actores, todas las actrices se muestran muy nerviosos y dicen incongruencias. Entonces yo le respondo con una sonora carcajada, "Bienvenido al estreno de mi nueva película" El me replica "Bienvenido papá". "Hijo mío, tú serás el nuevo protagonista. Te imagino al volante de un Fórmula Uno". "Papá, en ese caso, no llegaré muy lejos" me dice. Ambos nos fundimos en un abrazo y no dejamos de reir. Creo que nos reímos de la muerte para ahuyentarla, pero es inevitable. Ambos la tenemos encima.
- Papá, es curioso. Soñé que Scott y tú participábais juntos en una competición de Fórmula Uno. Se os veía tan felices que sentí una envidia tremenda, pero me alegré tanto por vosotros dos...
- Si la muerte consiste en eso, entonces, no sé a qué estoy esperando.
- Eres incorregible, papá.

25 de septiembre de 2008

"Madrid, 2 de Mayo 1808-2008"

¡Corre, corre, aún estás a tiempo si no has tenido ocasión! Hasta el 28 de los presentes puedes visitar la exposición "Madrid 2 de Mayo, 1808-2008, Un Pueblo, Una Nación" en el centro de exposiciones Arte Canal.

Encontramos ocasión de verla el pasado domingo. A las cuatro y media de la tarde no había nadie, sólo nosotros. Salimos sobrecogidos. Invertimos tres horas, que pasaron volando. Creo que lo que más me impactó fue el percatarme de una vez por todas y para siempre de la osadía, los arrestos y el coraje con los que el pueblo madrileño - no sólo el madrileño. Había personas de todas partes, hasta de Santa Coloma de Queralt, donde reside parte de mi familia - arramblaron contra las tropas napoleónicas y la arrogancia insolente de Joaquín Murat, cuñado de Napoleón que pretendía ser Rey de España y tuvo que conformarse con serlo de Nápoles, como Joaquín I Napoleón. Creo que el careto de muñeca pepona de este tipo, sus maneras prepotentes, su arrogancia fueron seguramente en gran parte motivo más que suficiente para aborrecer lo "francés" de entrada y de por vida. Me resulta menos antipático Pepe Botella, José Bonaparte. Me resulta menos antipático Nicolás Sarkozy. Siempre me he preguntado qué habría sido de nuestra nación si se hubiesen cumplido los sueños afrancesados de Leandro Fernández de Moratín, que tomó partido por los franceses y llegó a ser nombrado bibliotecario mayor de la Real Biblioteca por el rey José Bonaparte. No negaré que hubo un tiempo en mi adolescencia que admiraba la campaña napoleónica italiana. Aquel joven de Córcega que arengó a sus tropas «Soldados: estáis mal vestidos y mal alimentados. El gobierno os debe mucho. Grandes provincias y ciudades serán vuestras. Allí hallaréis gloria y riqueza». Me impresionó mucho "Napoleón" del director Abel Gance de 1927. Tanto que me compré la copia original restaurada con música de Carmine Coppola interpretada por "American Symphony Orchestra" y la visioné varias veces. Ahora quiero conseguirla en DVD. Me fascina ese Napoleón al borde del naufragio sobre una precaria embarcación solo, pero lleno de coraje y valentía. Creo que le habría ido mejor con Désirée Clary que con Josefina. Me lo dice mi fina intuición femenina, "Has hecho mi vida miserable, pero soy bastante débil para perdonarte". Casada con el general Bernadotte, futuro rey de Suecia y Noruega Carlos XIV Juan, durante su estancia en París durante las ausencias del marido, realizaba en su casa tertulias literarias a las que me habría encantado poder acudir. Se convirtió en una dama muy popular. El socialismo casi perfecto que reina en Suecia y Noruega es para mi un gran referente en la actualidad. Sí, sin duda a Napoleón le habría ido muchísimo mejor con Désirée. Un día de estos le dedico un relato. Ahora caigo en la cuenta que nunca he tenido ocasión de ver su historia llevada al cine por Henry Koster. Creo que será una de las pocas pelis que me quedan por ver de Marlon Brando y Jean Simmons. Me la apunto.
Volviendo a la exposición. No sabía que Manuela Malasaña fuese tan joven, una adolescente de quince años cuando encontró la muerte. No sabía que su padre hubiese sido un panadero francés, "españolizado" que cambió su apellido Malesange por la versión española "Malasaña". No sabía que no están demasiado claras las dos versiones que circulan sobre el momento fatal. Ambas versiones, tanto si creemos que luchó y se incorporó a la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, facilitando el suministro de pólvora y municiones, como si defendemos que habría quedado en su taller al abrigo de la lucha y de regreso a casa se topó con un grupo de soldados que quiso abusar de ella y vió que escondía las tijeras de labor, consideradas "arma" y por tal motivo detenida y ejecutada, si creemos una u otra versión decía, o no creemos ninguna. Si imaginamos que en vez de tijeras portaba un simple alfiler. Si pensamos que era casi una niña. Si pensamos que su padre era un francés matando a diestro y siniestro a compatriotas suyos. Si pensamos que hombres y mujeres del pueblo, pertrechados con aperos de labranza, unas navajas y cuchillos muy rudimentarios pero francamente de filo temible, tijeras y agujas de costureras, macetas de geranios de las ventanas, bravura, fiereza rayana en locura, unos gobernantes viles, pacatos, una aristocracia ramplona, un clero asfixiante, una península ibérica con forma de piel de toro con sus astas apuntando al sol, entonces, si pensamos en todo ello no es de extrañar que Manuela Malasaña y su padre Juan Malasaña sean elevados a los altares heroicos con todo el pueblo llano.
Ahora sé un poquito más de Luis Daoíz, Pedro Velarde, Jacinto Ruiz. Los dos leones de bronce que adornan la entrada principal del Congreso de los Diputados en Madrid, fundidos en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, reciben los nombres de "Daoíz y Velarde" en honor a ambos militares españoles.

Pero no te cuento más, tienes que ir. Seguro que ya has ido y me estoy columpiando. ¿Qué te pareció? ¿Qué impresiones sacaste?...Me pregunto, ¿cómo será Madrid en 2808? ¿existirá? ¿Nova Madrid en el Planeta Aguirre-Gallardón de la Galaxia Andrómeda? ¿Se defenderán los madrileños y las madrileñas con virus letales de última generación de la invasión extraterrestre? ¿Serán estos extraterrestres seres superiores a los que conviene seguir, aceptar como nuevos colonizadores y emular? La Ciencia Ficción está servida.

18 de septiembre de 2008

"Deseando que despierte la bella Sherezade dormida en su Rincón" - A los amigos y amigas de mi quinta, en la flor ecuatorial de la vida

Scheherezade contemplaba la curva de la media luna en el espejo de la cuarenta y una noche de desvelos e insomnios en la cámara real. "¡ El sultán no osará mandarme decapitar llevando en mi vientre un hijo suyo!" - se decía, incapaz de inventar un cuento nuevo con el que entretenerlo esa noche. "¡Alí, Alí!" acude a su mente este nombre.El joven leñador quiere susurrarle su historia al oído, pero la cautiva sólo contempla con los ojos de su ensoñación una cueva repleta de tesoros y un número inconcreto de mulas cargando tinajas de aceite que van y vienen. "Confía en mi, preciosa Scheherezade, escucha mi historia, tan cierta como el hálito de mi espíritu" "Habla, Alí, habla o calla para siempre desde el cristal azogado que contempla mi desgracia. Múestrame con imágenes reflejadas en el espejo todo cuanto me quieres relatar que Cuarenta y Una imágenes valen más que Mil y Una palabras pronunciadas por tus labios etéreos. Creo que esta noche el sultán me repudiará. Detestará haberme conocido. No reconocerá su paternidad y mi cabeza rodará para reunirse con las calaveras de esas desdichadas que conocieron el terror de la inspiración mutilada. "¿Qué cuento maravilloso puede alcanzarse de la imagen absurda de cuarenta mulas deambulando por un camino incierto, de cuarenta tinajas de aceite vacías, de un triste leñador de Arabia pobre y desolado? Responde, Alí, o calla para siempre y no me importunes más, que mi hijito se agita nervioso como un pececillo atrapado en el estanque del palacio del sultán. "Oh, futura reina de este insigne palacio, oh futura esposa del sultán, amada entre las más amadas, respetada y venerada como una diosa, escucha la historia que te susurro mientras contemplas en el espejo las imágenes que dan crédito a mis palabras. No te arrepentirás y salvarás tu vida para siempre" "Oh, Alí, hoy cumple mi sultán cuarenta y un años y es cada vez más exigente. Hoy son Cuarenta y Una las noches que llevo cautiva en palacio por mi propia voluntad. Sólo pretendía salvar la vida de mi hermana Dunyazad. Nunca pensé que llegaría esto tan lejos, que mi vida sería tan breve, que aguardaría preñada tan triste fin. Pero tu historia de ladrones tal vez guste a los oídos exigentes de mi sultán. Tal vez, quizás. ¡Oh, querido Alí, gracias por acudir en mi ayuda en esta noche en que mi mente se ha convertido en un lago callado de aguas blancas cuando siempre hasta día de hoy habían sido traslúcidas, trasparentes."

13 de septiembre de 2008











"Els Castellers"

Siempre, desde muy jovencita, me he considerado ciudadana del mundo, sin demasiado apego al terruño natal, a los países que luego me vieron crecer, a la "patria", MADRID, que finalmente me adoptó con toda su capacidad generosa de acogida. Pero si algo recuerdo de mi tierra natal, Catalunya, con especial fascinación infantil, admiración y sagrado respeto es la facilidad con la que un buen puñado de santos varones elevaban una torre humana ante la mirada atenta y expectante de un público arrobado y silencioso en "La plaça del Ajuntament". Porque siempre elegían "els castellers" las plazas de los ayuntamientos de todas las poblaciones a las que acudían y siguen acudiendo, como punto de encuentro, de "kedada" - que diríamos ahora en estos tiempos que corren de reivindicación de la "Ka" de Kilo como fonema usurpador de "Ques, Quis y Quos", de "Cas y Cus" -
El origen de "Els Castellers" se remonta a la "Moixiganga" valenciana, una fiesta de bailes y castillos humanos. Los catalanes, amigos como somos de la economía, el "seny", la mesura y la cosa práctica, suprimimos los bailes y nos quedamos con los castillos. Como catalana oriunda de Barcelona, de madre catalanísima y padre andaluz, habría hecho lo mismo, porque mi padre, un andaluz de Jaén, más germánico que moro, me inculcó una espartana educación enemiga de saraos y florituras.
De pequeña sólo me fijaba en el "anxaneta", el niño que trepaba por la torre, posaba sus dos pies en la cima de los quintos y levantaba un brazo en señal de victoria. Durante mucho tiempo fue esta ofrenda al cielo y a los dioses un empeño masculino, que no diré machista para no parecer borde. Con el tiempo se permitió que los "Anxanetas" fuesen niñas.
A lo largo de mi vida, jalonada como la de todo el mundo, de pequeños éxitos y estrepitosos fracasos, he meditado y contemplado en la bola mágica mía particular e intransferible -ésa que todos llevamos dentro y que los lamas llaman el "Tercer Ojo" - en vez de "mantras" y "figuras geométricas de loto", "Castellers" intentando levantar torres humanas que se desmoronan pronto unas, que aguantan un poquito más otras, que permanecen intactas como una figura dorada de bronce congelada en el espacio de la decoración mental.
De adolescente hubiese querido participar formando parte de la columna de los quintos o sextos de la torre, ahora me pregunto si siquiera me dejarían integrar la "pinya" que es la base firme que en realidad sustenta aquella mole humana.
Me flaquean las piernas muchas veces por causa de la crisis. La economía, esa espada de Damocles que pende sobre nuestras cabezas mientras celebramos el opíparo festín de la democracia, la afilada espada que cuelga atada por un único pelo de crin de caballo directamente sobre la cabeza del "anxaneta" y los "dosos" amenazando la integridad entera de la torre.
Ya no sé siquiera si quiero integrar la "pinya". A veces me gustaría que la economía, esa Reina de Corazones, que todo lo manipula y preside, se olvidara de mi existencia y de la de todos. En una palabra, que esa cruel dama nos dejase vivir en paz. ¡Ojo, esto os lo dice una catalana! Es un topicazo absurdo defender que los y las catalanes sólo pensamos en el maldito dinero. Por si alguien lo duda, somos, en general, salvo excepciones flagrantes, unas bellísimas y estupendas personas, capaces de hacer "pinya" y levantar "torres humanas" que llegan a lo sumo al balcón principal de los Ayuntamientos. Creo que los catalanes no habríamos creado ciudades como las de New York, por ejemplo, porque nuestra perspectiva es humana y respetuosa con las limitaciones de lo humano. Como los griegos, los catalanes nunca habríamos tendido puentes para cruzar las orillas de los ríos. Pensaríamos como ellos, que eso era una aberración sobrehumana insensata y desmesurada.

Viscan Els Castellers y de paso, Visca el Barça, manque pierda !!! Viva la madre que me parió, la mejor bailaora de Sardanas del mundo !!!!

9 de septiembre de 2008










"Osama" Anoche en la 2


Anoche visionamos en casa "Osama" de Siddiq Barmak, una película sobrecogedora de 2003.

La niña actriz Marina Golbahari interpreta magistralmente el papel de una huérfana de padre, cuya madre desesperada decide cortale el pelo y vestirla de niño para protegerla del fundamentalismo talibán. La madre no puede ejercer su profesión de médico, no puede al igual que las demás mujeres salir sola a la calle, no cuenta con la protección de un marido. La abuela de la niña, sagaz y lúcida, pese a su confinada situación de mujer secuestrada, cautiva por la situación del Afganistán "talibanizado", descubre que un cuento tradicional sobre una niña que transita por debajo de un arcoiris y puede convertirse en niño, le da la clave para proteger a la nieta. Abuela y madre deciden vestirla de niño con la intención de que pueda trabajar en una pequeña tienda de comestibles bajo la protección de un antiguo conocido del padre difunto y garantizar su seguridad personal. Pero los talibanes la llevan a la Madrasa junto a un nutrido grupo de chicos que acaban descubriendo su identidad, pese a la obstinada protección que quiere darle su amigo Espandi. El espectador puede darse perfecta cuenta de lo dura que es la vida en ese aciago país tanto para hombres, como mujeres. Sufren doblemente los niños y las niñas por igual. La tremenda desigualdad de sexos, el feroz machismo, el despiadado fundamentalismo y radicalismo religioso perjudica a todos y todas, incluyendo a los propios talibanes cautivos de su propio gobierno del terror.
La boda de la niña con un anciano polígamo, preceptor de la Madrasa, que evita su muerte por lapidación y engrosa su lista de esposas vírgenes y menores de edad, vaticinan un final de reclusión vitalicia para todas ellas y sus hijos, la niña incluída. El detalle de darle a elegir qué candado le gusta para cerrar su celda de clausura dulcifica el rostro del anciano que entiende su realidad, la realidad de su país como la cosa más normal y natural del mundo, un mundo anclado en el Antiguo Testamento.