30 de marzo de 2011

Feliz No Cumpleaños, Papá. Requiem ad Memoriam

Dedicado a mi padre:





Papá, estoy convencida de que cuando arribaste al cielo hace dos años, te topaste con un muro, un muro tan extenso y frío como el "Muro de Berlín", jalonado de minas y símbolos, porque durante toda tu existencia fue así. Siempre te topaste con un muro. En realidad, a casi todas las personas de tu generación les sucedió lo mismo. Sus vidas desde la cuna, desde el propio vientre de la madre, fueron vidas tapiadas por un muro infranqueable, muros sarcásticamente llamados "de Protección".



Siempre he pensado que el globo terráqueo es en realidad el cerebro de Dios o del Diablo, cualquiera sabe, un cerebro dividido como el humano en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, el de oriente y el de occidente, y dependiendo en qué parte del hemisferio te toque en suerte nacer, así te va, así traza el Demiurgo las líneas y los mapas de tu destino. No es lo mismo nacer en "Rombencéfalo" que en "Arquipalio", en la "Ïnsula" que en la "Amígdala" o en el "Bulbo olfatorio". Pero hablábamos, papá, de muros, de muros cerebrales, si quieres, pero a la postre, de muros.



Te imagino, papá, llegando al cielo, muy decidido y valiente, como siempre fuiste, buscando timbres y puertas de la tapia gigante, para que alguien te dejase entrar. Imagino a San Pedro asomando su naríz gordota y su tez rubicunda, por encima del tapial, increpándote socarrón "¿Qué te trae por aquí?". Imagino tu respuesta y no puedo evitar sonreir, porque siempre tuviste mucho genio, mucho arte en improvisar respuestas.



- Quiero entrar sin tener que trepar que me duelen mucho las rodilllas.



Imagino la respuesta del fundador de la Nueva Jerusalén:



- No puedes pasar. Aún no estás preparado. Tienes que regresar y vivir unas cuantas vidas.



Quiero pensar que a esto, contestaste la frase nerudiana, siempre certera y apropiada para una ocasión como ésta:



- "Estoy cansado de ser hombre".



Siento ser tan pícara, papá, pero quiero que el noble anciano te responda contundente y decidido:



- No, si no te preocupes por eso. Ahora nacerás bajo apariencia de mujer.



- ¡De mujer! ¿Por qué esa desgracia sobre mí? - respuesta típica tuya, que te conocí bien.



- Porque nacerás bajo apariencia de mujer liberada y libertaria, realizada y para colmo, bella. ¿Qué más se puede pedir? - sentenciará el Vicealtísimo.



- En tal caso, regreso por donde he venido, pero ruego una vida sin muros. - admitirás no muy convencido.



- Regresa, confía y prepárate para una nueva vida sin duda más libre y plena. No quiero decir feliz, porque eso se lo reservo al Punset, al que también le aguarda en un futuro una existencia bajo apariencia de mujer. Es la Ley del KARMA de los Muros y Cielos. Ve con Dios, Hijo Mío.














2 comentarios:

Diciembre dijo...

El tiempo pasa rápido, querida amiga...
Desde niña me gustaron las poesías de Jorge Manrique.
Permíteme, Gemma, mi pequeño homenaje para tu querido padre:

Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos al tiempo que fenecemos,
así que cuando morimos, descansamos (Jorge Manrique)

Un fortísimo abrazo ♥

Gemmayla dijo...

Muchísimas gracias, preciosa y preciada Diciembre:

El tiempo pasa rápido y pasado este tiempo prudencial y necesario, es entonces cuando entendemos muchas cosas y de nada sirve lamentar que ya es demasiado tarde. Creo que fue así porque así tenía que ser.

Un abrazo entrañable, mi queridísima amiga