Hasta siempre, siempre genial Leonora !!!
Hoy cuando regresaba en tren a casa al salir del trabajo, llovía, jarreaba dentro y fuera del vagón, tanto es así que me he tenido que poner el chubasquero antes de sentarme. Nunca habia contemplado algo así: la lluvia inundando un vagón de tren. El agua se encharcaba en el suelo del vagón y el contraste de la lluvia exterior frente a la interior, en cierto modo cálida, doméstica y por qué no, ferroviaria, me ha traído la genialidad de Leonora a mi mente y he pensado: ¡Carámba, qué magnífico cuadro habría podido pintar esta mujer, Leonora, la que vendió su masía francesa por una botella de coñac, con esta estampa tan inusual, tan surrealista! Leonora, hoy me he sentido protagonista anónima de un cuadro tuyo dentro de un vagón de tren empantanado. Con mi chubasquero rojo, mi cansancio de un día tan duro, la materia gris que me rodeaba, sin duda, habrías podido pintar, quizás, tal vez, ¿tu último cuadro?. Hasta siempre, siempre genial Leonora.