23 de junio de 2011

Esta Noche de San Juan ....

.....antes de saltar la hoguera, escribe tres cosas de este año que quieras olvidar y que ardan para dar más fuerza, energía y brío a tu sol y al sol de todos. Porque el Sol siempre siempre salió, sale y saldrá para todas y todos, pese a que se empeñen en arrebatarnos este derecho inalienable.



20 de junio de 2011

"El viejo y el mar...el último Sirtakis"




En mi último viaje a Grecia, visité la tumba de Nikos Kazantzakis en Heraklion (Ηράκλειο ) Su epitafio reza: "No espero nada. No temo nada. Soy libre" ( Δεν ελπίζω τίποτα. Δε φοβούμαι τίποτα. Είμαι λεύτερος)
Me pregunté entonces qué esperaba yo con este viaje desesperado, qué esperaba de la vida en general, qué esperaba de mi destino particular.
Me interrogué sobre mis miedos pasados, presentes...sobre si los venideros me amedrantarían aún más.
Medité sobre mi libertad, si me sentía libre, si lo era realmente, si era la libertad una quimera o una realidad que sólo los demás alcanzaban siéndome a mí vedada. Si tal vez fuese yo, cretino, engreído de mi, el único ser libre del universo por hallarme en la isla del blanco azúcar árabe, la cándida isla de Alexis Zorba.
Pero el espíritu de Kazantzakis no me inspiró ninguna respuesta, tal vez cansado de atender y escuchar peticiones absurdas de viajeros adictos a cultos supersticiosos y a vulgar mitomanía. Tal vez porque el espíritu del escritor nunca hubiese descansado ahí.
Opté por desistir de consultas tan trascendentales y decidí acercarme a la playa en tantas ocasiones solitaria. A lo lejos se dibujaba el perfil de un hombre sobre el mar, como una diminuta montaña recortada en el firmamento. Me fui aproximando y no tardé en darme cuenta de que se trataba de un anciano, de un hombre nonagenario sentado a la orilla, extasiado, contemplando el mar y musitando unos rezos. Me dio reparo interrumpir, pero fue él quien dejó de rezar, me sonrió y su rostro arrugado me pareció el mapa con más fragosidades, quiebras, depresiones y accidentes de lugar alguno. Era su cara el escondrijo ideal donde yo hubiera querido perder y esconderme. Le saludé. El me respondió con una ligera inclinación de cabeza y una sonrisa que por un momento convirtió los hondos pliegues en surcos insondables.
- Te esperaba. Soy el viejo Nikos, el viejo Alexis. He acudido a tu llamada. Responderé a tus dudas, pero ya no estoy en condiciones de bailar más “Sirtakis”
- Me quedo sin palabras, amado maestro.
- No esperes nada, salvo el amor. No temas nada, salvo a ti mismo y los demonios de tu alma. Eres tan libre como yo, como los demás, pero tu libertad muere con tus miedos, tu libertad se aniquila porque aún no conoces, ni has conocido el amor. Corre a buscarlo.
Dijo esto y el noble anciano se esfumó como una reverberación marina. Mi viaje había concluido.

1 de junio de 2011

Que no nos importe un pepino !!!

Vivan los pepinos, los calabacines, los tomates de nuestra exquisita huerta andaluza, de nuestra gloriosa huerta española, la mejor huerta europea de toda la dieta mediterránea !!!

Españolas y españoles, degustemos los ricos pepinos aunque los cargue el mismo diablo alemán !!!