26 de agosto de 2010

En el Castillo de Gallocanta....dedicado a mi amigo T.D.E.C



"Estonçes se mudó el Çid

al puerto de Aluca(n)t

dent corre Mio Çid

a Huesa e a Mont Alván"


Los girasoles contemplan hoy, expectantes, el punteado paisaje purpúreo de los verdes prados salinos. Entre encinas, robles y quejigos, un grupo nutrido de aldeanos se dirigen cargados hacia el Castillo de Gallocanta aportando cada quien lo que puede y lo que no tiene. El motivo lo merece: Rodrigo conocerá por primera vez a Jimena. Rodrigo ya no es alférez del rey, pero infunde respeto y miedo entre los suyos. Corre un rumor de leyenda heroica, que se esparce como polvo de viento entre todas las aldeas de la cuenca de la laguna, a ambos lados del río Jiloca. Se especula sobre su gallardía, su porte majestuoso, su valentía. Es un hombre bello y arrogante. Burgalés de pro. Caballero de confianza de Alfonso VI. Pocos lo verán durante su estancia, no porque él así lo procure y lo propicie intencionadamente. Es un santo varón que no para quieto un momento, siempre a lomos de su caballo Babieca, que compró por mil dinares, intuyendo en el animal su gran agilidad y velocidad, robusto, pesado y lento en la batalla. Se siente nervioso. Alguien de su séquito ha comentado que se le ha visto desde el amanecer mucho más inquieto de lo habitual. "Ordenó un desayuno suculento, pero apenas probó bocado" ha dicho el cocinero entre indignado y socarrón.

Doña Jimena llegó el día anterior a Tornos acompañada por un discreto séquito. Recluida en los nobles aposentos de la posada franca, llora desconsolada sin cesar. Sus damas de honor cuchichean por los rincones, perdiéndose en sutilezas tales como que “Nuestra Señora se siente hondamente conmovida por el regalo de su tío-primo, el rey Alfonso VI: un matrimonio que sin duda sólo traerá alegrías a Nuestra Señora”. Pero Elvira, la prima de Doña Jimena y su dama de honor principal, conoce los verdaderos motivos de tanta aflicción, que no son otros que los que procura el despiadado aguijón de los amores imposibles ya que Jimena pena y sufre en silencio por la devoción que siente por un tal Ramiro Bermúdez, joven conde caído en desgracia en la “Guerra de los Tres Sanchos”. El rey Sancho Garcés IV de Navarra le hizo directamente responsable de la pérdida de Pancorbo que pasó a posesiones castellanas. Desde entonces, el infortunado vivía buscando asilo por los Reinos de Aragón y Castilla, aunque finalmente acabaría conspirando entre las filas de Abdalá de Granada y moriría decapitado en la Batalla de Cabra.

Rodrigo viste una túnica de cara seda coloreada con tiras bordadas sobre puños, hombros y mangas, que hizo importar del Reino de León para esta ocasión. Duda entre una mobatana forrada de piel de cordero, un barragán de lana o un alifafe, pero finalmente se decide por una capa visigótica corta que le dará menos calor. El sol ya aprieta y su propio fuego interior, lo abrasa. No quiere séquito. Quiere afrontar esta batalla solo. “Las mujeres son peor que una emboscada peligrosa, pero una sola mujer, como Jimena, he de averiguar por mi mismo si es miel por fuera y por dentro o la hiel interior puedo adivinarla en sus ojos. Si así fuese, pensaré como devolver el regalo envenenado a mi Señor”


A doña Jimena la acicala Elvira con primor y paciencia, mientras enjuga sus lágrimas con sus propios puños. Su prima le muestra, para que elija, entre una mutebag de color celeste ajustada y sin mangas o un mofarage o mofarrex con una abertura desde la cintura, que dejará las piernas descubiertas. Jimena con un gesto le expresa su indiferencia. Elvira opta por la prenda que permitirá lucir las espléndidas piernas de su señora. Comprueba que estén convenientemente rasuradas. Arranca con el índice y el pulgar en forma de pinza dos o tres intrusos que a la dama encargada de la depilación se les pasó por alto. Jimena exclama un “¡Aymé! de dolor más anímico que físico. Elvira le da un beso en los labios y le acaricia el pelo. Teme que Don Rodrigo se percate del aspecto ojeroso y deplorable de Jimena y la rechace.

El encuentro se produce en una amplia estancia de la hospedería. Rodrigo se ha personado solo. Su porte es tan imponente que nadie puede adivinar la intranquilidad, el desasosiego que siente en la boca del estómago. En cualquier caso, no se ha dejado ver. Cultiva el don de la ubicuidad. Nadie lo ha visto entrar y nadie lo verá salir. Jimena y su futuro esposo se encuentran frente a frente, mirándose a los ojos disimulando miedos, inseguridades y recelos. Les han educado en la noble altivez de los elegidos:

-  Mi Señora y Soberana, llorais de los ojos, tan fuerte mientre sospirais.  Ya doña Ximena, la mi mugier tan cumplida.

-  Lloro porque no me considero digna de vos.

-  Mugier honrada, de mi seades servida. Se os pasará este pesar que os aflige. Lo que perdedes doblado vos lo cobrar.

No se cruzan más palabras que éstas. El ilustre nacimiento considera el silencio la mejor conversación. Se dedican una reverencia y queda en este digno encuentro pactado y sellado su posterior matrimonio.

                                                                      FIN







                                                                                                

19 de agosto de 2010

Un euro o lo que puedas...hagamos un pequeño esfuerzo entre todas y todos...SOLIDARIDAD CON PAQUISTÁN

No lo dudes.

El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, anunció el jueves la creación de un ente independiente para supervisar la transparencia en la gestión y distribución de los fondos de ayuda a los millones de afectados por las graves inundaciones que sufre el país asiático.

Haz tu donativo en la página de UNICEF.

Las peores inundaciones de los últimos ochenta años en el territorio se han cobrado la vida por el momento de casi 1.500 personas y afectado a unos 20 millones de habitantes del país surasiático, según los datos de las autoridades.

18 de agosto de 2010

Siento confianza y fascinación por ti.....De la amistad peripatética bajo los soportales nocturnos del Liceo y las sarmentosas enredaderas renancentistas

Descubro en la Amistad la alquimia del Amor que anhelamos.

No reside la Amistad en cualquier parte,

menos el Amor, que, sencillamente,

no puede ni quiere brujulear las encrucijadas

de un laberinto cualquiera.

Es el Amor quien escoge sus propios laberintos,

pero es el laberinto el que busca a los dos

intrusos que bucearán las artificiosas calles

de la sensibilidad

para hallar

la extraordinaria piedra roja filosofal

que transmutará el innoble metal de la contingencia

en elixir de genuina amistad.






THE LASS OF AUGHRIM

If you'll be the lass of Aughrim
As I am taking you mean to be
Tell me the first token
That passed between you and me

O don't you remember
That night on yon lean hill
When we both met together
Which I am sorry now to tell

The rain falls on my yellow locks
And the dew it wets my skin;
My babe lies cold within my arms;
Lord Gregory, let me in










“Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida”. (James Joyce)

17 de agosto de 2010

Origen......................

Crea un laberinto con tus sueños.

Que tu realidad sea un laberinto

inextricable, tan intrincado y confuso

como tus sueños más utópicos.

Crea una realidad de sueños, laberintos,

calles y encruzijadas, que te impidan hallar

una salida porque no hay escapatoria posible:

la "Idea" es un virus,"un organismo de estructura muy sencilla, compuesto de proteínas y ácidos nucleicos, y capaz de reproducirse solo en el seno de células vivas específicas, utilizando su metabolismo".

"Un programa introducido subrepticiamente en la memoria de tu memoria que, al activarse, destruye total o parcialmente la información almacenada"

Eso es la "Idea" amigo.

Deshazte de la "Idea",

en especial de la "Idea" que otros pergeñaron

y construye tu laberinto

único e inigualable, intransferible:

el laberinto de tus propios sueños y anhelos.

Tu propia utopía, hermano.











13 de agosto de 2010

Versos de tierra y agua. Rima de la agricultura del desamor.








Dedicado a la única persona que me quiere, acepta y aprueba tal y como soy: yo misma. Desde la humildad sin estéril narcisismo.

Viniste pero en seguida te fuiste

a sembrar los almendros,

dejando una brisa de tu viento

en mi alcoba, en el regazo de mi noche callada, de mi aurora...

Con un arrebato de prisa en el alma,

te fuiste corriendo a sembrar tus almendros,

no te quitara yo tu viento,

tu brisa, tu prisa,

no te robara un pedacito de algo tuyo,

yo, que furtiva,

he aprendido a fuerza de lágrimas y lluvias

a no arrebatarle al viento su prisa, su brisa,

su risa, su sueño, su quimera,

su Rumbo Sin Rumbo,

su horizonte claro y abierto.

Viniste pero en seguida

te fuiste para sembrar la semilla de tus almendros.

Si regresases,

hazlo de nuevo como una brisa

de viento cargado de prisa,

inundando mi vida de risas y primavera

para que puedas cuanto antes ,

sin demora, marcharte volando

y vestirte de viento

y rozar con tus alas el cielo infinito

y cumplir tu urgente labor de sembrar los almendros,

esos almendros que algún día estarán en flor.




12 de agosto de 2010

Versos del fuego, el viento y el desamor. Nadie ama a nadie lo suficiente.




Dedicado a M. M.


Cantó el poeta "Libre te quiero, pero no mía"

¿Si disparase bien lejos el arco de mi amor,

regresarías algún día?

Dejo encendido el fuego de mi hogar

por si tuvieses el alma aterida y quisieras regresar.

¡Hay tantas cosas que la congelan ahí fuera!

¡Qué cansado se llega de la batalla de la vida!

Hoy es nuestro aniversario, creo.

Nuestro aniversario de libertad y anhelo.

La chimenea encendida suelta briznas de deseo

que queman mis pantorrillas firmes como granito.

Ahora llueve sobre el lago.

Desde mi corazón te veo regresar

y he preparado un guiso caliente

que sabe a todo lo que a ti te gusta.

Si abrieses la puerta, yo ya tendría preparado

el último beso, que es

como el primero pero más cándido.

Cantó el poeta "calma, todo está en calma,

deja que el beso dure, deja que el tiempo cure"

Nuestro beso ni duró ni curó. Quizás el tiempo...

Ya te has ido. Me lo has dicho tú mismo.

Quisiera robar un poquito de algo tuyo.

Dejo que te vayas entero e íntegro

como un guerrero de la vida.

No quiero nada tuyo. Nada mío. Me quedo sólo con lo nuestro.

Me siento echa picadillo,

mientras una lluvia pertinaz

inunda el lago.

Sobrevivo a mis propias inundaciones.

He sacado a cubos las lágrimas derramadas.

Lágrimas y lluvia creo que son una misma cosa.

Libre tú. Libre yo.

¡Qué extraña amiga es La Libertad!

Con esa otra vecina, La Soledad, juegan ambas una partida de ajedrez

sobre el tablero de nuestras vidas sin nuestro permiso.

Ahora que todos los vecinos tienen persianas y estores,

he quitado las cortinas de mi casa:

me siento invisible.

Rest in peace, David Lynch