20 de febrero de 2024

12 de febrero de 2024

Hace invierno. Es lo que toca. Ojalá sea así hasta la primavera. Una tarde de domingo invernal invita a sofá, manta y maratón de cine. Ayer domingo pude ver por fin "20.000 especies de abejas" escrita y dirigida por Estíbaliz Urresola Solaguren, con unas magníficas interpretaciones. Por todas las infancias trans. Alquilé la película en Filmin. El alquiler de películas para ver en casa, me parece otra opción a incentivar para fomentar la cultura del cine. Y desde luego, cautivar a nuestros jóvenes, que se animen a acudir a las salas de cine. Recuerdo mi juventud ligada al cine, ya que íbamos cada semana. A veces incluso dos y tres veces. El recuerdo de infancia y juventud tan ligado al cine, es uno de los más maravillosos recuerdos que acuden a la memoria en la etapa adulta. Luego con mi hijo mayor nos vimos en Filmin, "Paterson" de Jim Jarmusch. Existen una mágica sintonía y sincronización entre las películas que elevan nuestro espíritu, como en estas dos magníficas películas. Lucía sufre en silencio. El joven Paterson conductor de autobús, poeta, de gran cultura literaria en apariencia tan apacible, sufre también en silencio. El cine ha permitido expresarse a tantas y tantas personas y tantos y tantos personajes que sufren en silencio, que nunca agradeceremos lo suficiente el valor de catarsis que ejerce en el espectador. En " Paterson" se visualiza mucho el número 23 de la línea de autobús que conduce el joven protagonista. Recuerdo cuando yo sufría mucho en silencio porque anhelaba ser madre de nuevo y veía por todas partes los números 23 y 203. Mi hijo menor nació un 20 de marzo, 20 del 3. Estas casualidades del destino son verdaderamente mágicas y cinematográficas. Además, el 20 de marzo termina el invierno y regresa la primavera. "Cine cine cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine y los sueños, cine son"...

11 de febrero de 2024

La primera vez que veo entera de principio a fin una gala de los Goya, pese a que es de las más largas nunca vistas. Ya sabía que necesito sofá nuevo, pero esta magnífica Gala 38, me lo ha confirmado y en breve me quiero comprar uno que me permita seguir viendo cine en casa, al que soy adicta. Me encantó la presentación conducida por Ana Belén y los Javis. Que bastantes se enrollaron como persianas es comprensible y normal, porque estábamos ante una jornada histórica de nuestro cine con "La sociedad de la nieve" de Bayona logrando nada menos que doce cabezones. Muy emotivo el homenaje a "Todo sobre mi madre" con ese zasca de Pedro Almodóvar a un político que desprecia nuestra cultura. Por supuesto que el cine devuelve con creces y quintuplicadas las ayudas e incentivos recibidos. Muy emotivo el discurso de José Sacristán dedicado a Juan Mariné: 103 años de gloriosos años dan para labrarse excelente trayectoria como director de fotografía. Como a Carlos Saura en la edición pasada, le entregaron días atrás en la Academia su más que merecida estatuilla. Agradecimientos máximos al espacio dedicado a la devastadora enfermedad de alzhéimer. Carmen Elías es la protagonista del documental "Mientras seas tú" de Claudia Pinto y la película chilena "La memoria infinita" de Maite Alberdi narra la convivencia del matrimonio entre el periodista Augusto Góngora, enfermo de alzheimer y Paulina Urrutia, actriz y exministra de Cultura chilena. Espectacular Sigourney Weaver quien en su discurso no pudo dedicar mayores elogios al cine español, con ese rendido reconocimiento a quién la ha doblado al español en todas sus películas. Muy emotivo el homenaje de Silvia Pérez Cruz y Salvador Sobral a tantísimas personas del cine fallecidas en un año. Maravillosas voces las de Niña Pastori, India Martínez y María José Llegó en la versión de #SeAcabó de quién también nos ha dejado este año, María Jiménez. David Trueba sin decir una palabra, no pudo ser más elocuente con esa pegatina pegada en su mano que de vez en cuando enfocaba la cámara y que rezaba GAZA, Alto al comercio de armas. También Ana Belén posó en la alfombra roja mostrando en la palma de su mano idéntica pegatina. Alba Flores, valiente y comprometida sin miedo a pronunciar "genocidio", porque genocidio es lo que día a día vemos desfilar ante nuestros ojos en Gaza sin que llegue de una vez un alto el fuego...... Valladolid, la ciudad natal de nuestra inmensa Concha Velasco ha ofrecido una de las mejores galas de todos los tiempos...El homenaje a Víctor Erice nos corresponde a nosotros todos los espectadores, porque "Cerrar los ojos" hay que verla, sí o sí. Además José Coronado cuenta entre mis actores favoritos... Las protestas y reivindicaciones por un alto el fuego en Gaza fueron tímidas y discretas: gritarlo y exigirlo en un clamor internacional no está sirviendo de nada. No sabemos ya en qué idioma se nos escuchará a quienes pedimos paz en el mundo...

9 de febrero de 2024

La globalización está muy a tiempo de rectificar su torcida y tortuosa senda...#TomaTomateEspañol...

En estos días, los consumidores de frutas y verduras nos estamos enterando, estupefactos, de cantidad de circunstancias que desconocíamos en relación a la globalización en este delicado sector. Más bien, habría que decir que sí lo hemos sabido siempre, pero para el pobre consumidor su día a día ya es suficientemente difícil y suele correr tupido velo para no morir entre tanta maraña de desafíos y graves problemas de la época actual. Con todo, somos muchos que desde hace tiempo miramos etiquetas y procedencias cuando llenamos nuestra cesta de la compra. En lo que a mí respecta, procuro siempre adquirir producto local, hasta el punto de llevar mucho tiempo sin consumir determinados productos porque no llevan el sello "Made in Spain" y porque me parece vergonzoso que se precisen kilómetros y kilómetros de transporte por tierra, mar y aire para degustar un kiki o un puñado de maíz. Con todo, siempre me han encantado las cebollas francesas. Formaban parte de nuestra dieta casi diaria. Digo formaban porque ya no, desde que empezaron las protestas europeas de los agricultores y hemos visto a los franceses destruir nuestro producto, entrando hasta en los supermercados para arramblar contra todo producto español con saña y vandalismo más propio de saqueadores ladrones que de nobles trabajadores de la tierra. Siempre he admirado a los franceses y su valentía y valor a la hora de reivindicar y luchar por sus derechos, pero en esta ocasión, digo bien alto que así NOooooooo. No solo están logrando un boicot a los productos franceses sino que nuestros agricultores también han decidido devolverles la brutal pedrada donde más duele y ahora tienen intención de entrar en supermercados AlCampo y Carrefour para hacer lo mismo con los productos franceses. Lamentable guerra entre agricultores europeos que debieran estar unidos ante la competencia desleal de países no europeos. Muy triste y lamentable. En casa seguiremos consumiendo producto local en la mayoría de lo posible, no solo por apoyar a nuestros agricultores en sus legítimas reivindicaciones sino porque nos parece que si queremos combatir el cambio climático, es del todo absurdo que las cosas del comer vengan de tan lejos. En cuanto a las reivindicaciones no legítimas, como pretender tumbar la agenda 2030 por "cojones" no estamos de acuerdo. El cambio climático es el desafío más grave al que nos enfrentamos y la agenda 2030 debe de marcar el horizonte a corto, medio y largo plazo. Es entendible que los agricultores exijan que todos los países y no solo los europeos, cumplan con los objetivos exigidos. Es perfectamente entendible. Es entendible que pidan que se rebajen estas exigencias en tanto muchos países no europeos por su precaria situación o por estar en graves conflictos y guerras, sean incapaces hoy por hoy de cumplir con tan exigente y draconiana agenda. También pedimos los consumidores que los políticos escuchen y se lleguen a acuerdos cuanto antes, porque la fuerza reivindicativa de los agricultores paralizan ciudades y pueblos y perjudican en estos días de manifestaciones la vida de muchísimos ciudadanos. Ya no digamos el terror que nos invade al pensar que pueda haber falta de suministros y carencia de productos en nuestros supermercados y tiendas del barrio y el encarecimiento que ello puede conllevar. Esta delicada situación nos atañe a todo el conjunto de la sociedad y resulta ridículo ver a los medios intentar dar una explicación ideológica, cuando los productos de la tierra, un tomate o un pimiento no tienen ideología ya que degusta un tomate tanto una persona de izquierdas como de derechas o un ultra. Que sí,me dirás, que todo es política, pero en las calles vemos protestar a agricultores de derechas, izquierdas, ultras y hasta a muchos que hace tiempo no votan. Y los consumidores somos también de variopinta y variada ideología con muchos desencantados que no votan y que desde hace mucho tiempo no pueden consumir frutas y verduras por sus altos precios. Sus dietas tan precarias son el espejo y reflejo de sus paupérrimas economías domésticas. Así que frutas y verduras de calidad y a precios asequibles, con un respeto medioambiental para todas, todos y todes es lo que debiera lograrse con estas manifestaciones legítimas.

4 de febrero de 2024

El poder de la música...#WeAreTheWorld...

Ayer, antes de la final del Benidorm Fest, me vi en Netflix el documental dedicado a la iniciativa de Lionel Richie, artista que me encanta, de juntar a todo un elenco de voces en una memorable noche de ensayo de la icónica canción "We Are the World". El documental se titula con gran acierto "The Greatest Night in Pop". Ver a tan magníficas voces ensayar juntas, sobrecoge y emociona a partes iguales. Los vidrios rotos en la voz de un Bruce Springsteen, muy cansado, porque venía de gira y aceptó el reto, ha sido la voz que más me ha emocionado. También es muy emotiva la actitud de Cindy Lauper y Bob Dylan durante la grabación. Trasmiten un respeto y una humildad por el afán de hacer encajar sus magníficas y peculiares voces en todo el conjunto, que nos toca la fibra sensible de manera genuina. Un cartel advertía que los egos se dejasen fuera, pero en vez de egos, descubres a artistas en verdad muy tímidos y sensibles. Prince no quiso participar ya que exigía un solo de guitarra grabado de manera aislada y no fue por ego propio sino por su talante tan frágil. Algunos artistas no pudieron participar, por encontrarse inmersos en plena gira. En total se unieron 45 estrellas. Michael Jackson y Lionel Richie compusieron la canción la semana anterior. Cómo olvidar el éxito espectacular que alcanzó la canción. Creo que todos lo recordamos como si fuese ayer en un 1985 eterno. Todos los beneficios fueron donados a una campaña humanitaria para terminar con la terrible hambruna en Etiopía. El sencillo del tema vendió 7, 5 millones de copias. Me pregunto por qué no surge en este siglo XXI, en este trágico 2024, alguna iniciativa parecida que anime a que cesen todas las guerras en el mundo. No puedo recordar las iniciales manifestaciones de 1963 contra la guerra de Vietnam, pero recuerdo, pese a lo niña que era, las siguientes y constantes protestas y manifestaciones que se fueron sucediendo, en la que muchos artistas comprometidos participaron. Por qué estamos ahora los ciudadanos del mundo tan anestesiados e insensibles??? Qué nos sucede???? Por qué esta apatía ante las terribles guerras. Por qué esta insensibilidad colectiva ante masacres sin fin???? Vemos cómo se han unido finalmente los agricultores europeos para protestar y les apoyamos en sus legítimas reivindicaciones, pero no vemos ni una sola protesta que alcance repercusión mundial para gritarles a nuestros gobernantes un NO A LAS GUERRAS que se están cobrando tan alto número de víctimas inocentes. Tal vez, si los artistas se unisen para dejar a la música expresar como un clamor que no queremos guerras en el mundo, habría un mínimo de esperanza para la paz. Una esperanza que parece haber sido congelada en el glaciar frío y siniestro de nuestros corazones colectivos. NO A LA GUERRA. NO A TODAS LAS GUERRAS.

2 de febrero de 2024

Actos y declaraciones francesas inaceptables en materia de agricultura...#TomaTomateEspañol...

 Desde hace mucho tiempo, cuando voy a la compra a adquirir frutas y verduras, miro muy bien el etiquetado y doy prioridad al producto español. Ayer quise preparar pisto manchego y compré pimientos almerienses, tomates bio de un huerto madrileño y a la hora de escoger cebollas, siempre suelo decantarme por las francesas, pero tuve en la mano la cestilla de cebollas francesas y viendo lo que están haciendo los agricultores y camioneros franceses con nuestro producto nacional y escuchadas las deplorables declaraciones de la exministra francesa Ségolene Royal, me decanté por cebollas moradas de Países Bajos. Lo que logran estos actos vandálicos y estás declaraciones de toda una señora exministra es un boicot a los productos franceses. Un agricultor valenciano explicó con palabras muy sensatas y certeras que los agricultores franceses debieran sentirse parte del conjunto de todos los agricultores europeos, que al parecer están soportando condiciones y normativas draconianas que productos de otros países no europeos, no soportan. El caso es que el consumidor no nota en su bolsillo que las judías verdes provengan de Marruecos o los espárragos de Perú. Se nota que los intermediarios de turno se lucran con su suculenta parte. En España ya vivíamos la encendida polémica del cultivo de la fresa de Huelva o los aguacates de Andalucía, cultivos que requieren muchísima agua, mientras soportamos una sequía brutal y se nos secan los acuíferos. El referido agricultor valenciano añadía que estás reivindicaciones no albergan trasfondo ideológico, ya que los tomates, pimientos y cebollas no entienden de derechas o izquierdas. Aseguraba que no está la ultraderecha detrás de estas protestas. El caso es que los consumidores en España hacemos malabares para llenar la cesta de la compra. El día que me toca comprar una botella de aceite de oliva, aceite que utilizo gota a gota, con gran mesura y delicadeza, me siento a llorar en un banco y recito los versos dolientes del poeta Miguel Hernández, "Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma quién, quién levantó los olivos, Andaluces de Jaén" y caigo en la cuenta de que mis lágrimas no están solo dedicadas al aceite de oliva sino a la cesta de la compra entera. De la factura del gas que ha subido el IVA, ya os hablaré otro día, porque aún no me he repuesto del susto.