21 de abril de 2022

Decidí seguir y tomar un atajo por "El camino más corto" de Manuel Leguineche."Un libro canónico en la literatura viajera del siglo XX español" según Javier Reverte.#RecomiendaUnLibro. Ilustración "The Girl", gentileza de mi hijo Álex Martínez...

Una tarde de invierno conversábamos varios colegas sobre nuestras lecturas y libros de cabecera. Les conté que me sentía huérfana, porque ya nos faltaban Almudena Grandes y Javier Reverte a quienes he leído y leo con fruición y genuino entusiasmo lector. Entonces un jefe nuestro, ávido lector, comentó eufórico, "si aún no lo has leído, te recomiendo El camino más corto de Manuel Leguineche, quién tristemente también nos dejó en 2014. Lo leí, creo recordar a principios de este siglo. Tal vez esté ya descatalogado. Si no lo encuentras, me dices y te lo presto. Manu Leguineche era periodista y cuenta en este libro con una capacidad narrativa sin parangón, cómo se embarcó en un viaje con varios amigos en un jeep Land Cruiser a finales de los gloriosos sesenta, siendo un universitario y recorrieron el mundo entero, para batir un récord mundial de distancia. Si te digo la verdad, vivieron tan increíbles aventuras y desventuras, que como empieces este libro, ya no lo podrás soltar".Busqué el libro y pronto lo encontré en primera edición en B de Bolsillo, de octubre de 2018, en su quinta reimpresión de febrero de este año. Qué cosas tiene el destino cruel: lo empecé el día que daba comienzo la invasión rusa de Ucrania. Son 677 páginas de lectura trepidante. Anoche me acosté leyéndolo y a las cinco de la mañana me he despertado y me han dado las ocho de la mañana sin poderlo soltar. Qué libro increíble y maravilloso para no prestar, porque no pienso prestarlo a nadie. Esta avaricia y egoísmo personales me los suscitan los buenos libros y me pregunto cómo quién me lo recomendó se veía capaz de desprenderse de él para dejármelo a mi y medito sobre esta alucinante generosidad. Manu Leguineche solo mío. Como Javier Reverte. Como Almudena Grandes. Hombre, ya.

20 de abril de 2022

20 de Abril del 22...

.. Chatos y chatas, cómo estáis, (El Cid Campeador empleaba el lenguaje inclusivo y los dobletes burgaleses y burgalesas, mujeres y hombres, finestras y ventanos) ..Te quedas a cuadros que te escriba en tiempos de email y guasaps. Tanto tiempo sin cartas ni sellos, tíos y tías, esto no es normal. ..Pues es que estaba aquí sola y me he puesto a recordar aquellos tiempos sin mascarilla ni geles ni distancia social, y hoy precisamente 20 de abril del 22, ya salimos de la cueva de nuestra intimidad dental, sonrisas y pintalabios fuera, barbas y bigotes al viento, miradas que pierden intensidad y orejas liberadas del tapabocas sin par. .. Recuerdas aquellas tardes en las que estábamos todas y todos. Más de 100.000 nos faltan por el puto virus aquí en nuestro país, porque si te sumo a nivel global y mundial, ya ni te cuento. Que nos faltan y la tristeza casi no nos deja ni respirar con mascarillas o sin ellas. .. Ya de la guerra y las guerras ni te cuento, que no te quiero amargar la primavera y este día histórico de regreso a la normalidad soñada de este 20 de abril del 2022. ..Que íbamos a salir mejores nos decían y la verdad es que yo no lo veo. .. Pues, nada, tíos y tías, chatas y chatos, lo dicho, menos guasap y más ven a verme. Que no paren nunca la música y la fiesta de las democracias. Que cese ya esta guerra cruel un 20 de abril del 22. Que terminen ya todas las guerras y sea nuestro planeta un lugar donde siempre sea primavera y 20 de abril del 90.