29 de junio de 2010

"Las Mujeres de Verdad tienen Curvas" de Patricia Cardoso







Llega el verano y con él la eterna obsesión por la "operación biquini".

El otro día pude visionar "Las mujeres de verdad tienen curvas" (2002) de la directora Patricia Cardoso. La jovencísima actriz América Ferrera ostenta tantas curvas como carisma y simpatía. En el papel de madre dominante y manipuladora, lo borda la actriz Lupe Ontiveros.

En esta sociedad que menosprecia los cuerpos opulentos, la grasa y la "chicha", se intentan mil y un esfuerzos por concienciar a las personas de que todo el mundo tiene derecho a vivir su cuerpo como mejor le plazca, pero la contradicción como siempre está servida: gobiernos y ministerios de salud pública nos alientan a comer con moderación espartana, moderar la ingesta de grasas y estar bien atentos a la alimentación de nuestros niños y nuestras niñas no vaya a ser que fabriquemos adultos obesos del mañana.

Lo cierto es que la gran mayoría nos sentimos tiranizados por la talla óptima, la alimentación sana y el culto al cuerpo. Llega el verano y la eterna cantinela se impone: perder esos kilos de más.

Una amiga mía me contaba que se ha enamorado de un hombre que dice preferir a las mujeres gordas. Ella se ha puesto a comer para lucir rolliza y agradar al hombre del que se ha enamorado. Le respondí "¡Estupendo! ¡Qué alegría me da saber que hay hombres así!"

Cuando me relaciono con la gente nunca miro si están gordos o no. Es evidente, que si alguien se cuida, dieta, gimnasio, salud, aspecto físico, le felicito y le admiro. Pero desde que entendí que se nos tiranizaba con estas cosas, quiero y respeto independientemente del aspecto físico. Lógicamente las personas que atentan constantemente contra su salud con dietas y costumbres insanas con un desprecio hacia su vida, no me son nada gratas, pero en la medida de lo posible, me gusta apreciar la diversidad y la diferencia de cuerpos y siluetas en la gente. Esto lo observo mucho cuando acompaño a mi hijo pequeño al parque: altos, bajos, gordos, flacos, feos, guapos. ¡Qué más da! ¡Viva la diferencia!

19 de junio de 2010

"Señora en Blanco y Negro sobre fondo Gris"




Se enamoró de un rostro que pendía de un marco macilento de una fotografía tomada en blanco y negro. Preguntó al camarero quién era ella, dónde podía localizarla. El nonagenario dueño del bar le contestó desde la penumbra de un habitáculo situado al fondo del local:

- No la encontrarás. Era mi mujer y se fugó allá por los años cuarenta con mi mejor amigo.










Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría


"Defensa de la Alegría" de Mario BENEDETTI

18 de junio de 2010

Hasta siempre, Saramago, escultor de palabras.

José Saramago murió ayer y esta mañana he soñado con él. Podría expresarlo usando un eufemismo: algo así como "nos dejó", "partió", pero la realidad es que "murió".

Sí, por la mañana. Duermo de día y trabajo de noche. Mis sueños son diurnos, diáfanos y puede cualquiera verlos al trasluz. No me causa pudor contar mis sueños. Si mientras duermo, te atreves a entrar en mi habitación, podrás contemplarlos en vivo y en directo. Me habría gustado que esta mañana hubieses podido hacerlo, porque José Saramago estaba en mi sueño. Su aspecto era el de un hombre de mediana edad. Tímido, pero extremadamente educado. Ha pulsado el timbre de mi puerta y yo le he recibido en ropa de andar por casa, de zapatillas. He sentido cierta vergüenza; tratándose de Saramago, hubiese querido acicalarme con mis mejores galas. Pero a él no ha parecido importarle mi atuendo, pese a que él vestía riguroso traje gris, con una camisa azul celeste y sin corbata. Le he invitado a pasar, pero él ha preferido permanecer al umbral de la puerta como sosteniendo el equilibrio sobre la alfombrilla de bienvenida.

- Vengo para trasmitirte tres cosas. Una. Si te gusta escribir, escribe, No te importe demasiado el resultado. No te importe si alguien te lee o no. No te importe si son trascendentales o no tus palabras. No te importe nada de nada. Dos: ama. Ama con toda tu alma, espíritu y pasión. No te importe si tu amor te es correspondido o no. Si te equivocaste de persona al deposiitar tu amor y tus esperanzas de futuro. Si amaste y no fuiste amada. Si diste demasiado y recibiste poco. Si tu mente se obnubiló y confundiste al ser amado con el propio Amor. No te importen el desamor y la indiferencia. No te importen el desprecio o la deslealtad. No te importen nada de esas cosas inútiles. Lo importante es que eres un ser que sabe amar, dar amor y valorar la belleza de las personas. Tres: Me alegra que no compartas mis ideas comunistas que antaño si compartiste. Eso significa que perteneces a una generación diferente a la mía. Eso significa que no has sufrido tanto como yo, como mis padres, mis abuelos; como tus propios padres. Eso significa que has conseguido luchar por una buena causa, por unos valores democráticos nuevos, que perdurarán en el tiempo.

Insistí en que pasase, en que me dejase prepararle un café, pero Saramago, el buen Saramago Samaritano, se esfumó como se diluyen todos los personajes de nuestros sueños. Ni siquiera pude agradecerle sus palabras cargadas de bonhomía. Ni siquiera pude agradecerle sus libros, sus poesías, sus artículos. Ya era demasiado tarde.








«Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran»

«Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir».

«Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura. Se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río. Si están allí es para que podamos llegar al otro margen, el otro margen es lo que importa».

«La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva».

«El hombre más sabio que conocí no sabía leer ni escribir. Era mi abuelo materno y, aunque analfabeto, era un sabio en su relación con el mundo. Era pastor y había armonía en cada palabra que pronunciaba. Era una pieza en el mundo. No era apático, ni resignado. Era un ser humano directamente conectado con la naturaleza, como los árboles de su huerto, de los cuales se despidió cuando tuvo que viajar a Lisboa. Les abrazó y se despidió de ellos, de su naturaleza, porque sabía que se iba a Lisboa a morir».


«No me preocupa la muerte,
me disolveré en la nada».

«Nuestra única defensa contra la muerte
es el amor».


JOSE SARAMAGO dixit



"A medio camino entre esa aldea próxima a Lisboa que siempre llevó en la pluma y en el alma y el pedazo de España que también hizo suya, José Saramago iniciará su último viaje en los escenarios que forjaron su literatura. De la pequeña Azinhaga a la aún más pequeña finca de Lanzarote donde ha residido sus últimos años junto a su gran amor, Pilar del Río."


Saramago me apasiona. He leído escasamente tres libros de él, pero sé que es el autor al que dedicaré más tiempo en un futuro no muy lejano, porque me parece el más cervantino de los escritores, el mejor, el más artesano, el más pulcro, el más irónico, el más entrañable y el más sensible. Tengo tan presente "A jangada de pedra" como si la hubiese leído ayer mismo. Su manera de narrar impacta, deja honda huella. Eso sólo lo logran los genios. Recuerdo que cuando leí "Todos os nomes" hace ya muchísimos años, padecí tremendas pesadillas y sueños muy extraños propiciados por su peculiar manera de narrar. A raíz de aquella lectura, me entraron tremendas ganas de abandonar mi puesto de funcionaria y de hecho lo abandoné durante cuatro años de excedencia. Puedo asegurar que aquella deserción se la debo a Saramago. Me fue mal en algunos aspectos y muy bien en otros muchos larguísimos de referir, pero sé que aquella inolvidable experiencia de cuatro años, se la debo a Saramago. También le debo a él, la tranquilidad de espíritu que siento cuando no me apetece escribir. Antes lo vivía con tremenda angustia, pero leí en alguna parte que Saramago estuvo 20 años de su vida retirado de la literatura "Sencillamente no tenía algo que decir y cuando no se tiene algo que decir lo mejor es callar»; entonces me dije, de eso se trata, si no tengo nada que decir, es mejor callar.

Saramago, desde hace muchos años que no comulgo con tu ideario comunista, pero entiendo perfectamente que la censura que viviste en plena dictadura de Salazar y tus orígenes humildes y tan difíciles como lo fueron para mis padres y abuelos, te posicionaran firme y decididamente en aquella ideología, para mi ahora trasnochada y caduca.

Saramago, descansa en paz. Siempre siempre nos acompañarás.

Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade
Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada esquina um amigo
Em cada rosto igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola a tua vontade
Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade Grândola villa morena


Tierra de fraternidad
El pueblo es el que más ordena
En ti, oh ciudad
En ti, oh ciudad
El pueblo es el que más ordena
Tierra de fraternidad
Grândola villa morena
En cada esquina, un amigo
En cada rostro, igualdad
Grândola villa morena
Tierra de fraternidad
Tierra de fraternidad
Grândola villa morena
En cada rostro, igualdad
El pueblo es el que más ordena
A la sombra de una encina
de la que no sabía su edad
Juré tener por compañera
Grândola, tu voluntad
Grândola, tu voluntad
Juré tener por compañera
A la sombra de una encina
de la que no sabía su edad


http://www.citador.pt/poemas.php?op=10&refid=200811030508

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/portugal/jose_saramago.html

http://www.luso-poemas.net/modules/news/article.php?storyid=137844

http://www.citador.pt/poemas.php?op=10&refid=200811030508




Aprendamos, Amor

Aprendamos, amor, com estes montes
Que, tão longe do mar, sabem o jeito
De banhar no azul dos horizontes.

Façamos o que é certo e de direito:
Dos desejos ocultos outras fontes
E desçamos ao mar do nosso leito.

José Saramago, in "Os Poemas Possíveis"





16 de junio de 2010

Duende de los Cuatro Puntos Cardinales







Duende de los Cuatro Puntos Cardinales,

dime dónde está el Norte.

Mi brújula está rota. La rompió una ola sola, gigante, vibrante.

Duende de los Cuatro Puntos Cardinales,

dime, zagal, dónde está el Este.

Mi reloj de arena se paró en la clepsidra de la Noche.

Duende de los Cuatro Puntos Cardinales,

dime, travieso, dónde está el Oeste.

Mi espíritu se ha dormido en medio de la Nada.

Duende de los Cuatro Puntos Cardinales.

dime, niño de sal y agua, dónde está el Sur.

Mi alma quiere regresar a casa.








12 de junio de 2010

De la pasión lectora y la fidelidad amatoria






Las personas monógamas y fieles, como los libros somos una especie en franco riesgo de extinción. Como los libros y los propios lectores. Cada día nacen en el mundo miles y miles de almas con vocación escritora en detrimento de la pasión lectora. A mi me encanta escribir y este blog nació con la intención de lanzar al océano del espacio virtual, como quien arroja una botella con mensaje al mar, mis pensamientos, mis relatos, mis anhelos literarios y existenciales.
¿Desaparecerán los libros? ¿Se extinguirá la pasión lectora? ¿Acabaran los espíritus polígamos y promiscuos con los que nacimos para la fidelidad, las relaciones estables y a tan largo plazo como la propia vida?...No, nunca. Porque esto ha sucedido siempre. Nació con el propio ser humano. Forma parte de su idiosincrasia paradójica y ambigua. Pero al libro, al lector, como al ser que nació para cultivar la fidelidad a una sola pareja, le aguardan grandes peligros y asechanzas. Al libro, al lector le amenazan los misiles de largo alcance de lo virtual, de la pantalla fija o portátil, del teclado, las insidiosas y sibilinas artes seductoras de lo etéreo. Supongo que vivimos en una época en la que el viento pugna por acabar y derrotar a los otros tres elementos. Quien sea de tierra, lo pasará mal. Quien sea de agua, lo pasará peor. Quien haya nacido del fuego, llorará amargamente. Sí, decididamente esta es la época del aire, del éter, del viento. El aire no es bueno ni malo en sí, pero pensemos en los huracanes, los ciclones y tsunamis devastadores. Urge recobrar el equilibrio elemental, el respeto a la diversidad y a las diferentes maneras de existir sin imposiciones, luchas y pugnas.

Quiero que me dejen vivir en paz, con dignidad y respeto a mi esencia. Quiero que me dejen leer libros impresos en papel. Quiero que me dejen amar a un solo hombre. Quiero desarrollar mi pasión de escrituridad. Quiero que todo ser humano tenga el derecho a ser, existir y estar sin menosprecios y discriminaciones.

Quiero que el libro como la monogamia se perpetúen por siempre.

3 de junio de 2010

¡Desalojen las aulas!

Niñas y niños, es justo decir que llevo los exámenes de puñetera pena. Los llevaba bastante bien, pero llevo unos días, que por causa de un insomnio pertinaz como una mula despierta, me he bloqueado y no asimilo nada de cuanto estudio. Pero, no pasa nada. Me presentaré y haré lo que buenamente se pueda. La fecha de los exámenes coinciden con la huelga de funcionarios y estoy siendo un pelín "bicho": me imagino cierto revuelo y rebelión en las aulas por causa de la huelga y que se suspenden los exámenes, como cuando en nuestros buenos y viejos tiempos de instituto alguien, un alma caritativa, llamaba desde una cabina al centro con amenaza de bomba y había que desalojar y a mi por aquel entonces me llevaban los demonios porque era una super empollona del copón, no como ahora que puedo permitirme hacer pellas ellas o novillo ellos y ser una estudiante mediocre sin que me lluevan broncas paternas ni reprimendas académicas.
Muy feliz veranito...poco a poco el baúl irá desperezándose de su letargo....





6 de mayo de 2010

Yo creo en las hadas, yo creo sí creo

















El pasado dos de mayo fallecía Lynn Redgrave, hermana de Vanessa Redgrave y tía de la también fallecida Natasha Richardson en un absurdo accidente de esquí.

La pequeña de los tres hijos de Michael Redgrave y Rachel Kempson, nació en Londres en 1943. Lynn se estrenaba en las tablas a los 19 años con la obra shakesperiana El sueño de una noche de verano. Su temprana solidez como intérprete le procuró papeles en varias películas de los sesenta, entre las que destacan Tom Jones y sobre todo Georgy Girl, que en 1967 se traducía en una primera nominación a los Oscar en calidad de actriz principal. Tuvo que esperar 32 años para que la Academia de Hollywood volviera a incluirla entre las designadas, en esa ocasión por su papel secundario en Dioses y Monstruos. A pesar de que nunca consiguió alzarse con la estatuilla dorada -de nuevo, a diferencia de Vanessa- aquella segunda aparición en la ceremonia de Los Angeles subrayaba todo el reconocimiento que, sobre todo los americanos, han brindado a esa figura de la gran pantalla y, en primer lugar, de la escena.
Porque Lynn Redgrave mereció hasta tres nominaciones a los Tony teatrales por su protagonismo en las piezas Mrs Warren' profession, Shak y The Constant Wife, esta última una obra que mostraba a la actriz ante el reto solitario sobre el escenario. Reeditó la experiencia con Shakespeare For my father, obra interpretada en clave de homenaje al progenitor y a su oficio. Un único matrimonio con el también actor John Clark (cuyo origen entremezcla raíces americanas y británicas) asentó su trabajo en Estados Unidos, donde se convirtió en un nombre perenne de la cartelera de Broadway, a pesar de sus intermitentes escapadas al West End londinense. No sólo compartió allí protagonismo con Vanessa en Las tres hermanas (Londres, 1991), sino que en la tierra de adopción de Lynn ambas se atrevieron a llevar a la pequeña pantalla la adaptación de ¿Qué fue de baby Jane?, una devastadora disección de las relaciones filiales. Aquel doble pulso interpretativo (encarnando a dos hermanas que se odian), si bien cargado de cierto morbo, aparecía precisamente como una contraposición a los fuertes lazos que siempre las unió en la vida real. Corin era el querido y mimado integrante del trío.

En la década de los noventa, el público americano, acostumbrado entonces a las apariciones televisivas de Lynn Redgrave (en series como House Calls), apreció su regreso a la gran pantalla y por la puerta grande de la mano de la producción australiana Shine (1996). Dos años después vendría Dioses y Monstruos, película repunte de una carrera luego interrumpida cuando a la actriz se le diagnosticó un cáncer de mama en 2003. Un año antes, la reina de Inglaterra le había concedido la orden del imperio británico (OBE). Tan sólo catorce meses atrás, la prensa consiguió captar varias imágenes de la actriz con un aparente buen aspecto físico, aunque devastada a raíz de la muerte de su sobrina Natasha"

A mi siempre me han fascinado estas tres mujeres. De Vanessa Redgrave recuerdo que "Julia" de Fred Zinnermann junto a Jane Fonda, marcó de manera indeleble mi adolescencia. Propició que visionara casi toda su filmografía, que admirase su fuerza, su coraje tanto en los escenarios como fuera de ellos en la vida misma.
Natasha me encantó en "La condesa blanca" junto a Ralph Fiennes, donde podíamos verla junto a su madre Vanessa y su tía la propia Lynn. Natasha guardaba cierto parecido físico con Emma Thomson, tal vez más refinada, más elegante, emulando a Ingrid Bergman en "Casablanca" en cierto modo. Lynn me encantó como tía de Wendy, John y Michael y madre adoptiva de "Los Niños Perdidos" en "PeterPan" de P. J. Hogan.

Nos quedamos como "Niños y Niñas Perdid@s" con tanto obituario y pérdida irreparable. Con el 2009 ya tuvimos suficiente.