3 de junio de 2010

¡Desalojen las aulas!

Niñas y niños, es justo decir que llevo los exámenes de puñetera pena. Los llevaba bastante bien, pero llevo unos días, que por causa de un insomnio pertinaz como una mula despierta, me he bloqueado y no asimilo nada de cuanto estudio. Pero, no pasa nada. Me presentaré y haré lo que buenamente se pueda. La fecha de los exámenes coinciden con la huelga de funcionarios y estoy siendo un pelín "bicho": me imagino cierto revuelo y rebelión en las aulas por causa de la huelga y que se suspenden los exámenes, como cuando en nuestros buenos y viejos tiempos de instituto alguien, un alma caritativa, llamaba desde una cabina al centro con amenaza de bomba y había que desalojar y a mi por aquel entonces me llevaban los demonios porque era una super empollona del copón, no como ahora que puedo permitirme hacer pellas ellas o novillo ellos y ser una estudiante mediocre sin que me lluevan broncas paternas ni reprimendas académicas.
Muy feliz veranito...poco a poco el baúl irá desperezándose de su letargo....





7 comentarios:

Rocío Azul dijo...

Hola preciosa, muchísimo ánimo con los exámenes, ay madre, cómo te entiendo!!

Un beso enorme!!!

Gemmayla dijo...

Hola, Milena, preciosísima:

Desde luego..menuda gaita de exámenes..a mi me encanta estudiar pero eso de los exámenes cuando se estudia por puro placer, lo quitaría de un plumazo. Los que a estas alturas de la vida seguimos estudiando por placer merecemos directamente M.H. juasjuas.

Muchísima suerte en todo, guapísima y un besotísimo gordo gordo

NoSurrender dijo...

pues parece difícil que pueda haber exámenes si a la vez hay una huelga entre los profesores y el personal de la facultad ¿no? en cualquier caso, con especulaciones no se aprueba. Así que te deseo otra vez mucha fuerza para superarlo todo.

Besos!

travis dijo...

Ah, Xe, los exámenes!!
El más difícil que pasé era el más fácil.
A un compañero mío le había quedado el Latín. Si no lo aprobaba, no podía presentarse a la Selectividad. Me convenció para que me presentara en su lugar.
La prueba estaba chupada, me llevó poco tiempo acabar y firm... firm..
En ese momento me di cuenta de que no recordaba el nombre y apellidos de mi school-mate. Todos le llamábamos Mon. Mon, de Ramón, claro.
Los demás examinandos iban levantándose de sus pupitres y abandonando el aula. Al final, me quedé yo sólo estrujándome la mente para acordarme de los apellidos de Mon.
Cuando ya el porfesor me instó por segunda vez a entegar el examen, se me vinieron a la cabeza. Creo que nunca sudé tanto un examen en mi vida.
El caso es que Mon ni me lo agradeció. Le pareció una cosa de lo más normal. Otros compañeros se encargaron de meterme el miedo en el cuerpo, ilustrándome con la cantidad de desgracias que me acontecerían si era descubierto.
Juré no hacerlo nunca más. No por una cuestión de ética, sino porque le vi la orejas al lobo y además recibí una de mis primeras lecciones sobre la ingratitud humana.
Un clásico para estas ocasiones:
Codos_y_chuletas
Ya sabes mi conjuro de la buena suerte. No lo escribo aquí para que siga siendo mío. Pero lo estoy pronunciando ahora mismo, para ti, amiga Xe.

Gemmayla dijo...

Mis muy queridos amigos Travis y NoS:

Vuestros buenos deseos me han dado suerte. Lo cierto es que después de superar una especie de sudor frío que me invadió de entrada, ante las preguntas y el folio en blanco, entorné la mirada al techo y de ahí llovieron las ideas y conceptos aprendidos. Me fueron muy bien los exámenes. Salí muy satisfecha y me entran ganas de celebrarlo con vosotros por todo lo alto. Traigo barra libre virtual para celebrar esto y otras muchas cosas buenas que sin duda nos suceden como, por ejemplo, sin ir más lejos, nuestra propia amistad de años.

Besotísimos

Durrell dijo...

Pues enhorabuena Gemma, al fin solo eran los nervios previos que suelen crear dudas incluso a los mejores preparados.

Muy bien. Besos :)

Gemmayla dijo...

Muchos besos para ti, preciosa Durell