5 de noviembre de 2010

El regreso de Benvenuto Cellini


"Los hombres rara vez tienen el valor suficiente para ser o extremadamente buenos o extremadamente malos." (NICOLAS MAQUIAVELO)


El escultor Benvenuto Cellini regresó a Florencia una madrugada de primavera de 1545 furtivamente y exiliado de París por haber discutido con la amante del rey francés Francisco I, Anne de Pisseleu d'Heilly, « duchesse d'Étampes ». En realidad ya le eran del todo insoportables a Benvenuto las rivalidades de los artistas locales que no entendían sus propias excentricidades.
Regresó a su hogar, a la casa de su padre el músico Giovanni Cellini. Su madre, María Lisabetta Granacci había fallecido dos años antes y su anciano padre yacía postrado en el lecho, ciego y muy enfermo :
- Dios me ha arrebatado la vista y no me permite ver las maravillosas obras de orfebrería que según me cuentan has sembrado por el mundo.
- Padre, vengo para realizar la que sin duda será la mejor obra escultórica del orbe entero. Superaré la gloria y maestría de Donatello y Miguel Ángel. Podrá sentirte orgulloso de mí, mi bien amado padre.

El músico expiró su último aliento. Benvenuto lloró amargamente sobre las rugosas sábanas mortuorias. Dejó en manos de sus hermanos las honras fúnebres y acudió al sepelio, de incógnito, escondido entre las espesas y cónicas sombras de los cipreses del cementerio. No pudo llorar más. Abandonó el campo santo antes de que todos los asistentes se percatasen de su presencia y deambuló por las calles de Florencia sosteniendo bajo el brazo un bellísimo ejemplar con encuadernación de oro de ”El príncipe” de Nicolás Maquiavelo.
Finalmente se armó de valor y recaló en la Plaza de la Señoría ante el Palacio Ducal. Presentó sus credenciales a la guardia y expresó su deseo de entrevistarse con el duque Cosme I de Médicis. Le tuvieron cerca de dos horas aguardando a las puertas. Le recibió la duquesa en ausencia de su esposo, la salmantina de Alba de Tormes Leonor de Toledo en avanzadísimo estado de gestación:
- ¿Qué se os ofrece mi queridísimo amigo? – inquirió la dignísima dama como recién salida de un cuadro de Agnolo Bronzino.
- Mi Señora, es un honor para mí ofrecer a su excelencia y su ilustrísimo esposo, duque de Florencia y primer Gran Duque de Toscana, mis humildes servicios como orfebre y escultor. Traigo los siguientes presentes: esta preciosa joya realizada por mí para vuecelencia y este ejemplar de “El príncipe”, tan cercano al original que su excelentísimo esposo lo apreciará como un obsequio único, legítimo y tan genuino, que sentirá como si el propio Maquiavelo se lo hubiese dedicado en persona por la gracia de nuestro Dios
La duquesa dejó el libro a un lado sobre un cojín tirado en el suelo y contemplo tan ensimismada la preciosa joya que Benvenuto no pudo evitar que su pierna derecha temblase como un violín.
- “Spilla da cappello con leda e il cigno” ¡ -exclamó la duquesa muy emocionada y en un italiano con acento castellano muy dulce y sibilante- ¡Qué fantástica, mi queridísimo amigo Benvenuto! ¡Sois el mejor artista del Imperio! Hablaré esta misma tarde al duque quien está muy interesado en adornar nuestra bellísima plaza florentina. Intercederé por vos, mi queridísimo amigo y muy bienvenido a Florencia donde se os cuidará muchísimo mejor que en la corte francesa. Ya nos ha llegado información puntual de lo injustamente que os han tratado allí.
Benvenuto Cellini dedicó una reverencia a la duquesa cerrando los ojos para evitar que doña Leonor viese sus lágrimas asomar.

4 comentarios:

satenight dijo...

Arte, que maravilla poder regalarse unos minutos de arte acompañados por esta breve historia y bella música.
Tambien la piedra es ciega y no sabe lo que guarda dentro hasta que alguien con arte la sueña y la esculpe. No me canso de decirlo a mis alumnos.
Aprovecho para decirte tambien que no dejes que tu hijo desfallezca.
Preciosa Gemmayla, un beso!

Gemmayla dijo...

Hola, preciosa Satenight:

Es que Cellini es un portento !!!

Me gustaría que volviese el Renacimiento y que la vida tuviese de nuevo una dimensión humana; no digo que el hombre se convierta en el centro de todas las cosas, pero sí, que el ser humano deje de cosificarse o robotizarse.

Afortunadamente Alex tiene más moral que Cellini y da Vinci juntos. Es un Escorpio luchador y de pro.

Me alegra mucho verte de nuevo, reina.

Besotísimos y muy feliz finde

Diciembre dijo...

Siempre he sentido aunténtica devoción por las obras de arte creadas durante el Renacimiento italiano. Para mi, sin duda, el mejor y mas bello periodo creativo de la historia del arte.
En el Museo Del Prado me sentí 'Alicia en el País de las Maravillas'... Y no sólo fué por las 'carrerillas' que me pegué por las salas para poder admirar un poquito tanta belleza... Aiss, demasiado por ver y sentir, en tan poquito tiempo... 'Amenazo' con volver! ;)

PD: Tenemos pendiente ese paseo en patines por El Retiro...

Besos!

Gemmayla dijo...

Desde luego que sí Diciembre !!!

Muchos besos