10 de marzo de 2019

Vengo a hablar de una mujer extraordinaria..#hombresyalgunasmujeres

Mi nombre no importa. No estoy aquí para hablar de mí. Quiero contarte algo sobre una mujer extraordinaria, la que fue mi esposa, mi compañera de vida durante siete años y madre de mis hijas. Era extraordinaria y por eso la maté. Le clavé un cuchillo mortal y luego estrangulé a sus hijas, nuestras hijas, mis hijas. La maté porque me inspiraba miedo su coraje de vida, su ilusión, alegría, entusiasmo en todo. No podía soportar tanto derroche de amor incondicional por nuestras hijas y por mí. Ese miedo se fue apoderando de mi ánimo. Temía su cada vez más evidente libertad. Temía perderla. Temía que acabase siendo de otro. Cuando le clavé el cuchillo en el pecho, me sonrió y con un hilo de voz y de sangre, susurró: "Te perdono. Te amo". Vengo a hablar de una mujer extraordinaria ante todos estos extraños en una sala de audiencias. Sigo teniendo miedo, un miedo aterrador tal como el que sentía mucho antes de matarla.