"Hacia rutas salvajes"......

He sabido de jóvenes y no tan jóvenes que hicieron y hacen lo que tú: dejar la familia atrás, dejarlo todo y huir. No somos nadie para juzgar esa aventura increíble. Pero, una cosa sí sé que es cierta: la felicidad y la libertad individuales no se sostienen ni son posibles si se cimientan sobre el sufrimiento ajeno. Dejar una carta, echar esa moneda en el teléfono de la cabina para simplemente decir a tu hermana "estoy bien y no quiero que os preocupéis por mí", mandar una postal sin matasellos con los mejores deseos, hacer llegar una fiable y fidedigna prueba de vida a los seres queridos sería un eslabón crucial para alcanzar y lograr el último objetivo, que no es otro que el mismo que anida en cada ser humano y que anhelamos cada uno de nosotros, esto es,alcanzar la serenidad y paz de espíritu. Y, lo siento Álex Supertramp, ello no se logra de una única manera. Tú buscaste la tuya y no pongo en duda que era la indicada para ti pese a que acabó mal y demasiado pronto. Cada ser humano tiene la suya propia y no cabe competencia ni comparación posibles sobre cuál es la mejor, cuál la peor. Para ti fue toda aquella aventura increíble y audaz, solitaria y desafiando a la Madre Naturaleza. Pero esta senda tuya está siendo imitada con resultados de muerte tan absurda como la tuya por este turismo mochilero incauto e invasor. Con todo, creo que hay que felicitarte por perseguir tu sueño y abrazarlo.