Cerrando que es gerundio... Toca descansar de uno mismo y disfrutar del silencio...

Hoy el poeta Luís García Montero nos obsequia con una joya de artículo en el diario El País, titulado"Agosto", que os invito a leer, en donde resalta la importancia de "tomarse vacaciones de uno mismo". La lectura de este artículo, unido a la de "Fuertes emociones templadas" de Antonio Muñoz Molina, suponen tal goce lector que doy por muy bien invertida mi suscripción. Necesitamos las bellas palabras tan elegantemente hilvanadas como el agua que ya escasea en nuestro país por la preocupante sequía. Estas vacaciones son las primeras mías en condición de jubilada. Se dice que la jubilación viene a ser como unas vacaciones eternas y retribuidas. Nada más lejos. Mis días transcurren con mucho ajetreo. Tanto es así que me apunté a un curso de extensión universitaria de la Uned de Mindfulness de atención plena. Este curso ha significado mucho para mí. Ahora intento transitar por mis días con mayor conciencia, calma y plenitud vital mental y espiritual. Vivimos momentos convulsos, no más ni menos que en tiempos pasados. Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es una quimera que nos fabricamos, porque sentimos añoranza de nuestra juventud. La juventud, para mí, una amiga que quedó atrás, es justo reconocer que siendo la etapa de mayor belleza y salud física es una de las etapas más difíciles y duras de transitar. Es ello muy injusto. De mayores, salvo excepciones, creo que somos mucho más felices, nos sentimos más equilibrados y llenos de serenidad. No tiene que acompañar la salud física. He visto a gente mayor llena de achaques que es muy feliz. Veo a diario a gente joven que lo está pasando muy mal, con muchas inseguridades y miedos. Un país que no cuida de sus jóvenes suspende en democracia y derechos. No estamos dando oportunidades de futuro a nuestros jóvenes. La vivienda tiene precios prohibitivos y el trabajo sigue siendo muy precario. Siempre ha sido muy difícil ser joven y salir adelante ha costado esfuerzos y sacrificios sin fin, pero es una realidad que a nuestros jóvenes no les estamos dejando un futuro de esperanza. Hay que rectificar y urge hacerlo cuanto antes. En agosto se cuecen descansos y silencios como en ningún otro mes del año. Destinemos este agosto de 2023 a descansar y cultivar el silencio para que en septiembre fructifiquen nuevos anhelos, ilusiones y esperanzas. Y recuerda, nunca nadie como tú, quiérete, mírate al espejo cada mañana al despuntar el día y con tu mano sobre tu corazón, exclama con voz alta y clara, "Buenos días, te quiero. Me acepto y me apruebo tal y como soy". Muy felices vacaciones a todo el mundo.