24 de marzo de 2024

El drama de la vivienda en España y Europa, en la aldea global...

El diario El País publica hoy domingo tres artículos magníficos dedicados al drama de la vivienda en España y en toda Europa. Yo casi diría que es una tragedia mundial. De la lectura de estos tres artículos se deduce que no es cierto lo que asegura nuestra Ministra, quién defiende que no es posible una solución a corto plazo y que se tardarían años en resolverlo. No es cierto, porque Portugal, Países Bajos y la ciudad de Berlín han puesto soluciones inmediatas muy progresistas y de bien común social que están dando frutos inmediatos. En España, solo Catalunya ha acatado la legislación de poner topes a los alquileres. En Madrid, las políticas gentrificadoras de Ayuso, mientras ella reside en dos áticos de lujo y se pasea por Madrid en Maserati, acompañada de un novio al que se le imputan delitos fiscales, nos expulsan de todas las ciudades y pueblos de la Comunidad de Madrid. Irlanda, al parecer, suspende muy mucho en materia de vivienda. Es ya territorio pleno de los fondos buitres. El problema de la vivienda en España pasa por exigir a esta banca nuestra que está gozando de beneficios anuales extraordinarios, poner a la venta los números pisos que tiene cerrados, a precios asequibles escogiendo como clientes a personas físicas y familias, en vez de ofertarlas, hasta con okupas dentro, a fondos buitres sin escrúpulos que luego de comprarlas, van a especular con ellas. También pasa por ofrecer a los okupas, si demuestran vulnerabilidad y precariedad, alquileres sociales. Por supuesto que en zonas de altísimo poder adquisitivo, como La Moraleja, pueden pedir lo que les venga en gana. Las familias españolas y los inmigrantes que vienen a nuestro país a trabajar no aspiramos a vivir en zonas residenciales exclusivas. Tampoco queremos vivir hacinados muchos miembros en una sola vivienda y de ninguna manera es concebible y aceptable lo que está sucediendo en Ibiza, donde te piden hasta 750 euros por pernoctar dos noches a la semana en un sofá.Lo que queremos es que se nos permita vivir en nuestros barrios de toda la vida, ahora invadidos por pisos turísticos y especuladores de todo cuño. Urge la construcción de vivienda de calidad y a precio asequible trabajando las tres administraciones estatal, autonómica y local codo con codo para que así sea. Recuerdo cuando en los ochenta y principios de los noventa se construía bastante vivienda social y de protección oficial. Ahora no lo verás por parte alguna o con iniciativas tan tímidas y escasas que no sirven para nada. En estos artículos de prensa se ilustra con ejemplos diferentes la trágica situación. No solo padecen este gravísimo problema nuestros jóvenes. Lo padecemos y sufrimos personas de todas las edades. Por descontado que de no resolverse seguirá muy limitada la movilidad. Los precios carísimos atan a las personas y familias, se cobran un alto precio en su salud mental,corta las alas por completo y quienes estarían dispuestos a cambiar de localidad y de empleo, no pueden hacerlo por esta causa. Ya no digamos la depresión que provoca. En estos días las noticias han informadode un hombre de 70 años que se ha suicidado al ser desahauciado de su vivienda. Nuestra salud y equilibrio mentales van muy ligados al drama de la vivienda. Hagan ya lo que toca hacer sin mayor demora.

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