Somos naranjas cada vez más enteras y no queremos que nadie exprima un zumo con ellas...

He visto la serie en Netflix de la que todo el mundo amante de las series románticas habla, "Nobody wants this". Que se trate de una comedia es lo que permite llegar al capítulo diez de la primera temporada, porque no hay quién se crea una relación así. Muy probablemente este tipo de relación en la vida real no duraría ni cinco minutos, aunque relaciones extrañas de todo tipo las presenciamos a diario. Kristen Bell es una actriz carismática y entrañable. Su gran parecido con Elsa Pataky hace pensar que pudiesen ser mellizas o gemelas separadas al nacer, pero no. Es realmente increíble que ambas nacieran el mismo día, un 18 de julio. Son hermanas astrológicas. El final de la serie no hay quién se lo crea, pero no voy a hacer espoiler. El personaje que interpreta Adam Brody queda muy desdibujado porque acaba siendo un tipo ambicioso sin ambición. Justin Lupe en el papel de hermana es el personaje más solvente, casi por ella he visto la serie hasta el final. La única moraleja que extraigo es que si ya es difícil encontrar la media naranja, la cosa se complica hasta límites imposibles si median creencias religiosas con las que no comulga la otra media naranja agnóstica. Ya se sabe, religión y política los dos pilares ideológicos que dividen y polarizan a la humanidad cuando se sustentan sobre la base del fanatismo. Nadie querríamos esto pero es lo que hay.