5 de noviembre de 2024

La indignación, la desesperación, la ira son comprensibles, pero la violencia no y los bulos matan....

Es muy comprensible que ver aparecer a los Reyes, al Presidente de Gobierno Pedro Sánchez y al President de la Generalitat valenciana Mazón cinco días después de la tragedia, haya provocado suma indignación entre los vecinos damnificados que solo han visto a voluntarios llegar a sus pueblos y no entienden por qué efectivos de la UME o soldados del ejército, voluntarios de Cruz Roja y de Protección Civil han ido llegando mucho después o aún no han llegado. Se pueden leer testimonios fidedignos en redes sociales acreditando que esto está siendo así. Pero la violencia nunca es justificable. Es legítimo pedir y exigir dimisiones. Es legítimo pedir que se suba a un nivel 3 y se declare el estado de emergencia. Es legítimo también defender que el Govern de la Generalitat sí puede gestionar la situación como legítimo es defender lo contrario. Lo que es intolerable e inadmisible es que grupos de extrema derecha y determinados youtubers e influencers estén alentando una violencia que nada bueno puede traer y estén sembrando bulos que enfangan y embarran aún más la trágica situación. La opinión pública no debemos creer con fe ciega toda noticia que provenga de medios oficiales, pero los medios y cauces oficiales siempre serán infinitamente más fiables que estos nichos tóxicos propagadores de bulos. La mejor forma de estar informados es leer, escuchar y ver diferentes medios de prensa y comunicación y contrastar la información recibida. En redes sociales, hay muchas personas padeciendo en el lugar los estragos de esta cruel dana y son fuente de información fiable. Hay que estar, no obstante, ojo avizor con perfiles de estafadores y gentes sin escrúpulos de todo cuño. La ola de solidaridad es un tesoro que debemos mimar y cuidar. El pueblo salva al pueblo es cierto, pero es de una ingenuidad demagógica muy preocupante vender el discurso de que sin instituciones y administraciones públicas, sin políticos podremos salir de esta situación y superar esta tragedia colosal. Políticos son también los alcaldes y alcaldesas que se están dejando la piel en tantos pueblos. Que la indignación se transforme en energía positiva necesaria para seguir, pero nunca en odio y violencia.

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Ayer terminé de leer "La vegetariana" de Han Kang. Las dos primeras partes me han parecido magistrales, pero la tercera me ha resultado tediosa, incongruente, inverosímil, con un final abierto decepcionante. Nada hace presagiar en las dos primeras partes que la hermana de Yeonghye le confiera a la tercera parte y al final de la historia esa atmósfera de desolación y terror. El diagnóstico psiquiátrico de Yeonghye se resume en menos de una línea, cuando a lo largo de toda la narración se desprende una personalidad intangible. Me parece una falta de respeto a las personas que sufren esta enfermedad mental en todo el mundo, porque además no cuadra nada ese diagnóstico con la forma de afrontar la vida de las personas que padecen esa enfermedad mental en concreto. La autora parece haber pretendido hacer extensiva esta enfermedad a todos los personajes, a toda una sociedad entera, cuando esta enfermedad , para quienes la conocemos muy bien por tener algún familiar o amigo que la padece, no tiene nada que ver con la enfermedad social que sufren nuestras sociedades capitalistas alienadas y alienantes. El machismo del padre, el marido y el cuñado de Yeonghye queda magistralmente expresado justo es reconocerlo. Creo que en la última parte habría estado más acertado que hubiese sido la propia Yeonghye y no su hermana, quién se hubiese expresado y nos hubiese dado a conocer retazos de la intimidad de su alma etérea y arbórea. No quiero en modo alguno con esta crítica cuestionar la concesión del Premio Nobel de Literatura 2024. No cabe duda, Han Kang es una magnífica escritora...