4 de febrero de 2025

Lo de Mujica y el Rey Néstor...

El domingo no pude terminar de ver la entrevista tan emotiva de Jordi Evolé al gran José Mujica porque me arranqué a llorar y no podía parar. Guardaba la solemnidad de una última entrevista y me resistía a creer que fuese la última. Nos dedicó el estoico Mujica reflexiones y enseñanzas que desde luego nutren semilla. Puede tener la certeza de que la semilla fructifica y fructificará en estos tiempos tan necesitados de personalidades como la suya. Cuánto me gustó que mencionara al Rey de Pilos, el anciano sabio Néstor que en la Ilíada aconseja a los jóvenes guerreros y que enlazara esta narración con la dramática soledad que sufren nuestros mayores muy propiciada por el uso y abuso del teléfono móvil. Desde luego que el móvil nos aisla cada vez más y está generando sociedades cada vez más individualistas, narcisistas y solitarias. Se une a todo ello el envejecimiento de la población y la fractura intergeneracional, de tal suerte que aunque tengamos a muchos Néstores entre nosotros, no nos damos cuenta, los marginamos, los relegamos hasta convertirlos en invisibles, no los escuchamos, no aprendemos de cuanto saber y conocimiento vitales nos puedan trasmitir. De todo ello cobro plena conciencia ahora que yo también me estoy haciendo mayor. Ayer fui a una peluquería china donde hay un peluquero que siempre me corta el pelo genial. Otra cosa que valoro mucho de este peluquero es que no se le ve nunca con un teléfono móvil, mientras sus compañeras chinas, todas mujeres, sí que se enganchan al móvil en los descansos entre clienta y clienta. Él, por el contrario, está siempre activo, limpiando los enseres de la peluquería o faneando y cuidando de un bebé y una niña que muy seguramente sean sus hijos. Mientras me cortaba el pelo, una compañera suya atendía a una joven, tal vez coreana, no pude descifrar su idioma, que realizó una videollamada con alguien de su país. El peluquero se mostraba visiblemente molesto con esta clienta que estuvo hora larga parloteando sin cesar. Finalmente pagó el tratamiento de pedicura y se marchó, pero acto seguido otra clienta, a la que le estaban haciendo la manicura, con la mano que le quedaba libre, realizó una serie de llamadas, algunas de ellas audios de guasap y el peluquero resopló mostrando su indignación por tener a clientas tan adictas al teléfono móvil. Para distraerle de su enfado, se me ocurrió preguntarle qué tal sería el Año de la Serpiente de Madera de este 2025. "Muy bueno. Excelente será", me respondió con entusiasmo. " No es mejor el Año del Dragón?", le seguí preguntando. "No, de ninguna manera. Selpiente mucho mejor que Dlagón". "Yo soy Buey y mis hijos Gallo y Serpiente. Hay algún signo mejor que otro???". "No. Todos los signos son muy buenos", me respondió con una amplia sonrisa. Estoy convencida de que le despierto simpatía a este peluquero porque nunca me verá con el móvil en la mano. Cuando voy a cualquier consulta médica o de dentista o a la peluquería o al notario o a cualquier lugar donde toca esperar en una sala de espera, nunca consulto el móvil. Lo dejo guardado en mi bolso porque me gusta estar tranquila, en silencio y aprovechando la ocasión para desconectar de todo. Pero suelo ser casi la única que hace esto. Ves a todo el mundo enganchado al puto teléfono móvil. El Rey de Pilos, Néstor, no tendría ninguna posibilidad en la época actual y casi resulta un milagro constatar que el gran Pepe Mujica, si ha llegado a tantísima gente, si su mensaje ha calado tan hondo es porque sus perlas de sabiduría nos las han ofrecido programas tan buenos como el de Evolé, pero también, duro es admitirlo, porque se han difundido mediante vídeos escuetos en Tik Tok🤦. Esto es lo que hay y ya no hay vuelta atrás. No nos queda otra que aceptarlo. Me quedo con la imagen de Jose Mujica escuchando música clásica de su transistor en su maravillosa casa alejada de la civilización en la compañía de su bellísima esposa, tan bella como inteligente. El Rey Néstor de la época actual es desde luego el gran Pepe Mujica. Infinitas gracias.

2 comentarios:

Travis dijo...

La camarera que me atiende en el hotel donde suelo tomar un descafeinado o una Coke zero (diabetes) es uruguaya, pero ignoraba quien era Müjica. Sus sabias y tranquilas charlas.

Uso muy poco el móvil, y eso que tengo varios. Excepto uno con el que quito fotos y envío mails nocturnos a mi amada desde cualquier honky.tonk bar de madrugada, los demás me sirven para almacenar archivos musicales en formato mp3, wav, flac, etc y desde el móvil enviarlos vía bluetooth a los altavoces.

Tengo un montón de aparatejos con ese fin...móviles, iPad, iPod, reproductores con bluetooth... Más de 10. Ya es vicio.
Es raro que hable por teléfono,.. con el móvil, sólo las llamadas diarias a la amada (casi 13 años ya con ella).

Desde mi galería y en la calle veo gente ensimismada con sus celulares, zombies. como en la película Her --> Joaquin Phoenix.

Mi hijo mayor y su mujer tan pronto les dices un nombre geográfico, un compositor, whatever, enseguida echan mano del móvil y su google.
Cultura de instant pleasure.
http://www.youtube.com/watch?v=9_BFXvqBjvg

Gemmayla dijo...


Buenas tardes, Travis. Me deja en shock saber que esta camarera uruguaya no conozca a su compatriota, que es todo un referente mundial. Será muy jovencísima... No podemos negar nuestra adicción a las pantallas. Yo soy adicta a mi tablet y a Filmin y por tanto la pantalla del televisor. Pero hay que aprender a desconectar rato largo de tanta pantalla. Me ayudan la jardinería, la lectura de libros y los paseos, escuchar música. Me sorprende descubrir que con lo que me había gustado la radio, ahora jubilada no me gusta nada. Valoro muchísimo el silencio. También me ha dado por hornear bizcochos y pan. Y la única red social en la que estoy es Bluesky. Me despedí de X, Facebook e Instagram. Tik Tok no lo he soportado nunca. La fotografía me había gustado muchísimo, pero ahora me satura ver a gente retratando hasta el café o el menú que se comen y tanta saturación del mundo de la imagen harta y cansa. Sí me gusta mucho repasar todos los álbumes de fotos de cuando teníamos cámaras y nos tocaba ir a la tienda para su revelado y esperar impacientes unos días aguardando los resultados. Hemos dejado de cultivar la paciencia en aras de la inmediatez y el consumo voraz. Digo lo que Alain Delon, "Este siglo no me gusta". Reconozco que se me está parando el reloj y añoro un tiempo que ya nunca volverá. No queda otra que aceptarlo.Gran abrazo 🫂
6 de febrero de 2025, 15:43
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