19 de abril de 2018

Salmo, 23

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre; aunque vaya por un valle tenebroso, no tengo miedo a nada, porque tú estás conmigo, tu voz y tu cayado me sostienen. Me preparas una mesa ante mis enemigos, perfumas con ungüento mi cabeza y me llenas la copa a rebosar. Lealtad y dicha me acompañan todos los días de mi vida; habitaré en la casa del Señor por siempre jamás.