"Clase magistral"

Publicado: Dom Jun 17, 2007 1:13 am Asunto: "Clase magistral"

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"Partamos de la premisa de que Dios existe, pero en su inicio denominémosle tal como quizás lo llamó el griego San Clemente de Alejandría "unidad primordial" o "Stromata". Esta "unidad primordial" no tuvo un principio. Surgió de una "nada" también "primordial" sin principio a su vez y un único fin, a saber, degenerar en "unidad primordial". ¡Han oído y escuchado bien! Sí, he dicho "degenerar" Porque de eso se trata, de demostrar la existencia de un Dios que degenera desde sus prolegómenos . Si la "unidad primordial", o sea, Dios, era una especie de "agujero negro" en la "Nada Primordial" de luz o viceversa "un agujero de luz" en una "Nada Primordial" de negritud o negrura infinita, si ese "agujero de luz o negro" en un momento dado sufrió la intervención espontánea, aparentemente sin causa, de un primigenio proceso de expansión degenerativa, si partimos de algo de por sí que ya nace atrofiado, ¿cómo podemos justificar la evolución como un proceso que partió de lo simple y homogéneo a lo compuesto y heterogéneo como un fenómeno cósmico, físico, antropomórfico,..cargado intrínsecamente de virtud cuando nació de una realidad primera elemental deteriorada estructural, física y cosmogónicamente.

De por sí, los relatos míticos relativos a los orígenes del mundo son verdaderas patrañas que hasta un niño deficiente se debiera cuestionar, pero durante siglos millares de hombres y mujeres adultos los han creído a pies juntillas, sin ponerlos en duda. Esta inopia mental humana ha propiciado hechos culturales religiosos tan incríbles como que millones de personas en el mundo luzcan prendida de una cadena a modo de medalla una cruz como símbolo del cristianismo, que es como colgarse al cuello a escala reducida un garrote vil o una silla eléctrica o cualquier otro instrumento de patíbulo y tortura. La cruz debiera suponer símbolo de patíbulo, suplicio y tortura ahora como en aquel entonces. Pero tal vez acudamos a la excentricidad dentro de unos años de ver a más de un cretino lucir sillas eléctricas colgadas del cuello acuñadas en oro o plata, o quizá lo que es aún más estremecedor, regalar al niño para su Primera Comunión Pagana una "sillita eléctrica de oro con su medallita y la inscripción de la memorable fecha en aquellas posaderas dispuestas para electrocutar a los reos de muerte". Los ejemplos de imbecilidad humana no encuentran su fin. Somos, efectivamente, Hijos de Dios y, ya saben ustedes, de tal palo tal astilla, si imbécil era el Padre más imbécil ha resultado ser el hijo.

Finalizamos la clase por hoy de esta materia que ustedes, imbéciles de turno, aprobarán o suspenderán con el permiso, beneplácito y complacencia de un imbécil de categoría aún mayor que soy yo, un servido de ustedes."