La DGT te informa puntualmente...

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado que, debido al incremento de la intensidad de las nevadas, se vuelve a cortar la AP-6, la AP-61 y la AP-51. Al parecer centenares de familias esta noche de sábado se han visto atrapadas en la AP-6. Sin quitar un ápice de responsabilidad al Ministerio de Fomento, de verdad que somos un país muy muy inculto en medidas de prevención. No parece la gente haberse enterado de que el cambio climático es algo muy serio que ya afecta a nuestras vidas y que como la crisis de 2008 ha venido para quedarse: veranos de calor sofocante e inviernos extremos empiezan ya a ser la moneda común cada año. Es del todo incomprensible leer que una familia que viajaba con niños u otra con un bebé llevasen el depósito de gasolina casi vacío, sin cadenas, sin mantas, sin agua, sin un mínimo kit de supervivencia, sin un poco de alimento para trayecto tan largo. Nadie tampoco parece escuchar las advertencias de tanto meteorólogo como pulula por todos los noticieros e informativos de todas las cadenas televisivas. Vivimos enganchados al teléfono móvil que informa consultando Google de cada grado de temperatura que te acompaña, pero nadie se había preparado para tamaño temporal. A veces pareciera en nuestro país no caben más tontos por metro cuadrado. Somos un país de imprudentes. Tanto Twiter, Facebook, Instagram y copón bendito y nadie es capaz de consultar los twits de la DGT. Vivimos en el mundo de la información universal, pero nuestro nivel de estulticia avanza cada segundo. De verdad, por favor, si viajas solo, no te lleves nada si no quieres, pero viajando con bebés y niños y niñas o ancianos o personas delicadas de salud, unas cadenas, neumático de repuesto, un botiquín, agua, una mantita y algún ágape en el maletero y todo cuanto se te ocurra que pueda hacerte falta. Tampoco es necesario que te lleves tu casa a cuestas. Hablamos de un mínimo vital de subsistencia. Y si la cosa pinta tan mal, ¿de verdad que no puedes aplazar ese viaje? ¿Estamos tontos o qué nos pasa? Vaya comienzo de 2018.