19 de mayo de 2019

#FreePalestine......................................#PalestinaLibre

Ayer ni recordaba que era el Festival de Eurovisión. Había decidido no verlo por celebrarse en Israel y además me pilló trabajando. Al llegar a casa de noche, sintonicé el televisor para tomarme mi vasito de leche de antes de ir a la cama y qué casualidad que empezaba la actuación de Madonna. Sentí vergüenza ajena al contemplar el evidente declive de una artista. No solo su espectáculo parecía un decadente espectáculo iluminati, que dirían los conspiranoicos, sino que además emitió tales gallos, notas falsas, chillonas y desafinos que no parecía ni de lejos aquella Madonna espectacular de energía inagotable en el escenario.Lo único salvable de tan penosa puesta en escena fueron las dos banderas de Palestina e Israel hermanadas a la espalda de una pareja de bailarines, y luego los memes tan graciosos y ocurrentes de la gente en Twitter, mofándose de este decrépito ocaso de una artista a la que le ha dado por llevar ridículas trenzas y cantar absurdas melodías y desafinados acordes de reggaeton. Visto lo visto, ya decidí quedarme a ver las votaciones y la canción ganadora. Ganó Holanda o Países Bajos. Justo es reconocer que tras escucharla varias veces, el tema es precioso y el chico muy majo él. España haría bien en dejar este festival. A nosotros se nos entiende mejor en los festivales de canciones latinoamericanas. Aunque puede que ahí tampoco nos quieran con eso de que ahora les ha dado por exigirnos perdón y reclamarnos daños y perjuicios por las tropelías que cometió Colón. Qué absurdidad de tamaño mayúsculo. Lo que hay que exigir a Israel, EEUU, Rusia, China, Alemania, La Unión Europea...a estos amos del mundo todopoderosos es que cesen todas las guerras y conflictos actuales y presentes en el mundo, y que dejen de ser expertos en generar guerras en otros países que no sean los suyos y de esquilmar los recursos naturales de nuestro Planeta Tierra. Los festivales para cuando reine paz. Nos toman por idiotas. En estos días me ha venido a la memoria una canción de José Feliciano que se escuchaba por todas partes durante mi infancia en Puerto Rico. Esta canción compuesta en los setenta es un ejemplo de exquisito respeto y convivencia civilizada. Él le dice a ella con máxima educación que se siente a su lado, que tiene que decirle que la ha amado mucho, pero que el amor se acabó. Ella también con elegante ternura le responde que lo entiende y que le desea lo mejor. No entiendo que los humanos no seamos capaces de entender que si estamos condenados a no entendernos, cada cual por su lado sin intromisión y sin molestarse ni perjudicarse. Eso debieran entender Israel y Palestina y acabar ya de una vez con este odio monstruoso ancestral y desde tiempos bíblicos. Eso debieran entender las parejas que se separan, muy especialmente los hombres: nadie somos la propiedad de nadie y la violencia de género y el abuso y acoso no cesan. En fin, que la única canción ganadora de cualquier festival musical mundial es ésta: "Para decir adiós, vida mía,....para decir adiós, solo tienes que decirlo". En cualquier caso, mayor enhorabuena a Holanda y "La venda ya cayó" de Miki, con toda seguridad se bailará mucho este verano en las discotecas.

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