14 de diciembre de 2019

1968, el año del Mayo francés...

Un antiguo refrán del siglo XIX reza que "Cuando París estornuda, toda Europa se resfría".

"La crisis de mayo de 1968 en Francia surge al término de una década de prosperidad económica sin precedentes. Sin embargo, desde hacía un año se manifestaban los primeros síntomas serios de un grave deterioro de la situación económica. El número de desempleados aumentaba de forma notoria, y al empezar 1968 ya eran 500.000. La juventud se veía particularmente afectada, y las circunstancias habían llevado el gobierno a crear en 1967 la ANPE (Agence nationale pour l'emploi). La crisis industrial amenazaba ya a muchos sectores, y la larga huelga de los mineros de 1963 había sido muestra del profundo malestar de la minería francesa ante un declive imparable. En 1968, dos millones de trabajadores cobraban el SMIG (Salaire minimum interprofessionnel garanti, salario mínimo interprofesional) y se sentían excluidos de la prosperidad. Los sueldos reales empezaban a bajar y crecía la preocupación por las condiciones de trabajo. En las afueras de las grandes urbes, unas extensas barriadas irregulares, los bidonvilles, se habían extendido desde mediados de la década de 1950. El más poblado, el de Nanterre, alcanzaba los 14.000 habitantes en 1965 y se encontraba justo enfrente de la universidad donde iban a surgir los primeros movimientos contestatarios estudiantiles.
El 8 de enero de 1968, el ministro de Juventud y Deporte, François Missoffe, acude a la inauguración de una piscina en la Universidad de Nanterre. Los estudiantes recibieron al ministro con un sonoro abucheo a causa de su Libro Blanco acerca del estado de la juventud estudiantil. Durante el suceso un joven estudiante de sociología, Daniel Cohn-Bendit, provocó al ministro, reprochándole que su libro no tratara el problema sexual entre los jóvenes. Pese a que este incidente se quedó en una mera anécdota, permitió la visualización de Cohn-Bendit como una de las figuras mediáticas de los sucesos de mayo.​ Unos meses después, el 22 de marzo de 1968 un grupo de estudiantes se encierra en la Universidad de Nanterre en protesta por las normativas internas del centro, desocupando las instalaciones tras algunas negociaciones y la aparición de la policía. Esta acción daría origen al Movimiento 22 de marzo, el cual sería uno de los referentes de las movilizaciones de mayo y junio de ese año.
El 22 de abril de 1968, 1.500 estudiantes acudieron a una nueva protesta en Nanterre contra la detención de varios estudiantes del Comité Vietnam Nacional, acusados de atentar contra empresas estadounidenses, en la cual intervendría la policía. El 28 de ese mismo mes el decano de la Facultad ordena el cierre de la misma, al tiempo que los estudiantes anuncian el boicot a los exámenes parciales y se producen enfrentamientos con miembros de la Federación Nacional de Estudiantes de Francia, de ideología derechista, los cuales asaltarían la universidad del 2 de mayo y acusarían a los estudiantes movilizados de terroristas. Los movimientos derechistas y ultraderechistas estudiantiles previeron que el movimiento de los estudiantes iba a desarrollarse y afirmaron que el deber de los estudiantes moderados y del gobierno era pararlo en seco. Al mismo tiempo, miembros del grupo de extrema derecha Occident marcharon por el Barrio Latino gritando ¡Vietcongs asesinos! con el objetivo de contrarrestar el crecimiento del movimiento.
El 3 de mayo ocho estudiantes implicados en las protestas, entre los que se encontraba Daniel Cohn-Bendit, acudieron a declarar a París mientras en la plaza de la Sorbona comenzaba a congregarse una gran cantidad de estudiantes vigilados por la policía, que finalmente cargaría contra la concentración. Ante esta situación, la Unión Nacional de Estudiantes y el Sindicato de Profesores llamaron a la huelga exigiendo la retirada de la policía y la reapertura de La Sorbona, cerrada por el decano el día anterior a consecuencia de una marcha que venía desde de Nanterre, así como la liberación de los estudiantes detenidos hasta el momento, y abogando por "los ocho de Nanterre" (entre ellos Daniel Cohn-Bendit), quienes estaban por ser expulsados. El lunes 6 de mayo los "ocho de Nanterre" acudieron a declarar ante el Comité de Disciplina de la Universidad. A su salida se realizó una nueva manifestación que concluyó con grandes enfrentamientos entre las barricadas levantadas en el Barrio Latino. La violencia de la policía provocó un sentimiento de solidaridad entre la mayor parte de la sociedad francesa (un 61% de los franceses simpatizaban en estos momentos con los estudiantes).​ Las manifestaciones se repiten al día siguiente, llegando hasta las inmediaciones de los Campos Elíseos. El punto de inflexión del movimiento se da en la noche del 10 de mayo, conocida como "la noche de las barricadas". Decenas de miles de estudiantes acuden a las barricadas del Barrio Latino. Las negociaciones iniciadas con el rectorado de la Sorbona fracasan, al tiempo que las autoridades siguen sin aceptar la liberación de los detenidos. La policía disuelve las barricadas por la fuerza, produciéndose los más duros enfrentamientos de todo el mes de mayo con cientos de heridos. Al día siguiente, carros blindados se desplegaron por la capital francesa. Ante los sucesos de los días anteriores se convocaría una huelga general para el lunes 13 de mayo. La manifestación de ese día congregó a 200.000 personas, mientras 9 millones de trabajadores en toda Francia seguían la convocatoria de huelga. Tras la misma, grupos de estudiantes marcharon a la Sorbona, que había reabierto sus puertas tras la llegada del primer ministro Georges Pompidou de un viaje por Asia Central, ocupándola. La toma de la Sorbona estará dirigida por un Comité de Ocupación que dotará a la Universidad de una serie de servicios básicos para los estudiantes alzados (enfermería, comedores e incluso guardería). Al día siguiente los trabajadores de Sud Aviation en Nantes y los de Renault en Cleon, Flins, Le Mans y Boulogne Billancourt ocuparon sus fábricas. Poco a poco la huelga se extiende, paralizando la mayor parte de la Francia industrial. Con la transformación de un movimiento estudiantil surgido en una universidad del extrarradio en una huelga espontánea, los estudiantes tratarán de crear una unión con los trabajadores. Varios miles de estudiantes marcharon el 16 de mayo a Boulogne-Billancourt a encontrarse con los obreros encerrados en las fábricas pero, aunque se realizarán muestras recíprocas de solidaridad (ambos colectivos cantarán La Internacional en las puertas de las fábricas ocupadas), las verjas de los puestos de trabajo que los separaban no llegarán a abrirse. El 17 de mayo es creado el Consejo por el Mantenimiento de las Ocupaciones que apoya las huelgas salvajes y se opone a la moderación de los sindicatos. En los días siguientes se sumarán a la huelga los controladores aéreos así como los trabajadores del carbón, del transporte, del gas y la electricidad y los periodistas de la radio y la televisión. En Nantes, los obreros y los agricultores cortaron los accesos a la ciudad y controlaron el precio de los productos ofrecidos en las tiendas, las cuales solo podían abrir con autorización del Comité de Huelga. En estos momentos, en muchos de los centros de trabajo en huelga, comienza a plantearse la cuestión del poder obrero en las empresas, poniendo verdaderamente en cuestión la autoridad del Estado y generando un auténtico vacío de poder. Ante esta situación, el gabinete de Pompidou acepta, el 25 de mayo, el abrir negociaciones con los representantes de los obreros en huelga. Estas negociaciones se plantean a tres bandas: patronos, sindicatos y gobierno. Las negociaciones concluyen el 27 de mayo con los Acuerdos de Grenelle, en los que se recoge un incremento del 35% en el salario mínimo industrial y del 12% de media para todos los trabajadores. Sin embargo, la mayor parte de los trabajadores en huelga rechazan el acuerdo. Al día siguiente François Mitterrand, en rueda de prensa, pide al gobierno de De Gaulle su dimisión, afirmando que desde el 3 de mayo no había Estado, y se postula como candidato a la presidencia.
El 29 de mayo De Gaulle desaparece sin llegar a asistir al Consejo de Ministros convocado para esa mañana. En las calles de París, los manifestantes que se dirigían hacia la Estación ferroviaria de San Lázaro (la Gare Saint-Lazare), donde se concentraban los ferroviarios en huelga bajo el lema "Por un cambio político de progreso social y de democracia", y gritan consignas como ¡Adiós De Gaulle! Los gaullistas, por su parte, convocan para el 30 de mayo una manifestación "En defensa de la República" en los Campos Elíseos, a la que acuden más de 300.000 personas mostrando su apoyo al Presidente. De Gaulle, por su parte, había acudido a Baden-Baden, en la República Federal Alemana, para entrevistarse con el general Charles Massu, comandante en jefe de las fuerzas francesas estacionadas en Alemania, provocando una gran inquietud ante la posibilidad de que el presidente decidiera recurrir al ejército. El mismo día 30, De Gaulle regresa a París y se dirige al país por la radio anunciando que no dimitirá, al tiempo que disuelve la Asamblea y convoca elecciones en un plazo de 40 días. Con estas declaraciones, queda claro que la única forma de derribar al gobierno es mediante un alzamiento que ninguno de los sectores en lucha está dispuesto a llevar a cabo. Sin embargo los disturbios aún continúan, pese a que distintas empresas comienzan a retornar al trabajo tras diversas conversaciones locales que tomaban como base los Acuerdos de Grenelle, aceptándose el pago de los días de huelga. Los incidentes se trasladaron de París a los núcleos industriales donde continuaban las huelgas. El 7 de junio en Flins se produjeron violentos enfrentamientos entre los CRS, que acudieron a desalojar a los trabajadores encerrados en las fábricas, y los estudiantes y obreros en huelga. El día 10 un joven estudiante de secundaria muere en los enfrentamientos, lo que provoca nuevos disturbios en París. El 12 de junio, De Gaulle decreta la disolución e ilegalización de los grupos de extrema izquierda y prohíbe las manifestaciones callejeras durante dieciocho meses. En total una decena de colectivos izquierdistas son ilegalizados, sus publicaciones prohibidas y varios de sus líderes arrestados.​ El día 15 Raymond Marcellin, Ministro de Interior desde el 31 de mayo, amnistió a 50 militantes presos de la OAS condenados por asesinato, entre los que se encontraban generales de la extrema derecha como Raoul Salan (que habían conspirado para derrocar a De Gaulle) con el objetivo de crear grupos de acción ciudadana contra los "elementos incontrolables". Durante un violento mes de junio, la totalidad de los centros de trabajo vuelven a la normalidad, bien por acuerdos de los trabajadores, bien por la intervención policial. Los días 23 y 30 de junio se celebrarían las elecciones legislativas, de las que la gaullista Unión de Demócratas por la República saldría fortalecida con un 38% de los votos y 293 diputados, contando con sus aliados. El Partido Comunista, por su parte, sufrió un fuerte descenso en su representación en la cámara, pasando del 22,51 % de los sufragios y setenta y tres representantes al 20,02 % y treinta y cuatro diputados. Idéntica suerte sufrió la Federación de la Izquierda Democrática y Socialista (FGDS, por sus siglas en francés) de François Mitterrand, que perdió la mitad de sus diputados (61 frente a los 121 conseguidos el año anterior). La radicalización de los estudiantes franceses mostraba en la práctica una fuerte simpatía por el anarquismo y un rechazo por las estructuras políticas vigentes, incluyendo los sindicatos y partidos ya existentes y cuya disciplina no era del agrado de los manifestantes. Este estado de ánimo hizo que muchos obreros y estudiantes, si bien unidos en el rechazo al autoritarismo degaullista, rechazaran el liderazgo de los partidos comunistas y socialistas, negando la validez de su autoridad."

Francia una vez más referente mundial y europeo en 1968 y en 2019 y siempre.

En España causa hasta estupor decirlo, casi lo único destacable de 1968 fue que en la Biblioteca Nacional se descubrió un volumen de casi 700 páginas con anotaciones manuscritas y dibujos a mano de Leonardo da Vinci; y Massiel en el mes de abril en Londres ganaba el Festival de Eurovisión con su famosa "La la la". Porque para la dictadura era impensable reconocer los movimientos que se orquestaban....(Continuará)

1968 declarado por la ONU como Año Internacional de los Derechos Humanos, no solo vivió el Mayo francés. También en enero en Checoslovaquia comenzó la Primavera de Praga. En la Europa del Sur podemos decir aquello que adornaba el título de una película, "Cristo se paró en Éboli", ya que Sicilia vivió un terremoto terrible que arrojó un saldo de 231 muertos y 262 heridos.

La famosa nevada inaudita e inusual de Ciudad de México no queda muy claro si sucedió en 1967 o en enero de 1968. En cualquier caso, fue espectacular y extraña.

La masacre de My Lai con 500 niños, mujeres y ancianos asesinados perpetrada por Estados Unidos, causó un escándalo internacional. No tenemos año en la Historia Universal tranquilo y sin sobresaltos. 1968 también vivió el asesinato de Robert F. Kennedy. Le dispararon el 5 de junio y murió al día siguiente.

10 de diciembre: en Tokio  se comete el robo más grande en la historia de ese país (300 millones de yenes), aún irresuelto.

22 de diciembre: en China, Mao Zedong ordena que los jóvenes educados en la ciudad se reeduquen en el campo. Comienza el movimiento «Subamos a las montañas y bajemos a los pueblos». Siempre asistimos cada cierto tiempo a estas veleidades nunca resueltas: que si ciudad y vida urbanita, que si montaña. Ahora sufrimos en nuestro querido país el drama de la España vaciada y con la Emergencia Climática no parece viable que la gente pueda regresar a los pueblos. Más bien da la sensación de que cada vez tendremos más y más megalópolis masificadas con enormes rascacielos y con más de 25 millones de habitantes.

En el terreno musical en 1968, 15 fueron las canciones que alcanzaron la máxima posición en 52 semanas, excluyendo a "Hello, Goodbye" de The Beatles, (porque se posicionó el año pasado), entre ellas la canción "Hey Jude" de The Beatles, que estuvo 9 semanas en el número uno y fue el sencillo con más semanas en este año y también una de las 3 canciones con más semanas en el número uno de los años 1960. El año empezó con "Judy in Disguise (With Glasses)" de John Fred and His Playboy Band y terminó con "I Heard It Through the Grapevine" de Marvin Gaye. Durante el año, 8 artistas archivaron su primer número uno en los sencillos de los Estados Unidos, nombrando: Tommy James and the Shondells, Sly & the Family Stone, The 5th Dimension, Henry Mancini, Zager and Evans, The Archies, Steam y Peter, Paul and Mary. El sencillo del año fue "Hey Jude" de The Beatles.

 A mis siete añitos, poco me enteraba estando tan lejos de la patria añorada de los éxitos eurovisivos de Massiel y su famoso "La la la". En casa mi padre era más de atronarnos los oídos con los experimentos psicodélicos del momento. Así que es junio de 1968 y en la radio suena:

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