17 de octubre de 2020

"Vuelva usted mañana" en 1830 y en el 2020 del siglo XXI. Ahora te lo dice la Sede Virtual de la Seguridad Social....

" --Permitidme, monsieur Sans-délai --le dije entre socarrón y formal--, permitidme que os convide a comer para el día en que llevéis quince meses de estancia en Madrid. --¿Cómo? --Dentro de quince meses estáis aquí todavía. --¿Os burláis? --No por cierto. --¿No me podré marchar cuando quiera? ¡Cierto que la idea es graciosa! --Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador. --¡Oh!, los españoles que han viajado por el extranjero han adquirido la costumbre de hablar mal [siempre] de su país por hacerse superiores a sus compatriotas. --Os aseguro que en los quince días con que contáis, no habréis podido hablar siquiera a una sola de las personas cuya cooperación necesitáis.".... MARIANO JOSÉ DE LARRA, "Vuelva usted mañana". 

 

Resulta que me hallo en pleno procedimiento de solicitud de jubilación. La culpa fue mía. En nuestro país ya sabemos que la culpa es siempre siempre siempre de la víctima. Había pedido cita previa con la Tesorería de la Seguridad Social en octubre de 2019, pero como coincidía con el día del cumpleaños de mi hijo mayor, decidí emplazarla para más adelante en el 2020, siendo como era y éramos todos, desconocedora de que nos vendría esta situación mundial de pandemia. Pasada la primera ola en España, decidí pedir cita. Imposible. Solo daban cita telefónica. Opté por la provincia de Segovia ya que en todo Madrid era imposible. En Segovia me atendió un señor muy amable que me explicó que para que el INSS diese respuesta a mis dudas, debía aportar Certificado de mi Empresa que acreditase los años trabajados, Solicitud de Informativo cumplimentando las dos hojas, ya que al ser mujer no debía olvidar el parto de mis hijos, y adjuntar también fotocopia de mi DNI. ¡Qué amable me pareció este señor! Le dí las gracias y me puse a ello. Solicité el Certificado por email ya que lo presencial estaba absolutamente vetado. Tras quince días, me lo remiten y caigo en la cuenta de que el Certificado es erróneo ya que en él me restaban siete años de mi vida laboral. Escribo un nuevo email explicando la errata y les envío Informe de mi Vida Laboral para acreditar los años trabajados. Espero otros quince días y lo recibo en esta ocasión correctamente. Muy feliz con este Certificado en mi poder, relleno el formulario de solicitud del Informativo, recordando que hay que rellenar la Hoja 2 sobre los partos e hijos habidos por ser mujer. Obsérvese que ya llevamos tres documentos: Informe de Vida Laboral, Certificado de Empresa, Informativo del INSS y sus respectivos trámites de solicitud. Una vez, los documentos en mi poder, me siento toda ufana ante el ordenador. Entro en la Sede Virtual de la Seguridad Social, apartado Ciudadanos y subapartado Presentación de Documentos. Ahí caigo en la cuenta de que no he modificado la dirección y mi teléfono móvil desde hace mucho tiempo y que no aceptarán mi solicitud virtual. Así que pospongo el trámite e inicio el de cambio de datos aportando mi Volante de Empadronamiento y DNI. Omito explicar el día que tuve que ir a buscar mi volante. A esperar respuesta otros quince días. Me responden pasada esta quincena de paciencia que ya les consta el nuevo domicilio y telefóno. Entonces, más feliz que una perdiz, sí, ya es el momento y la hora de presentar la documentación requerida para realizar la pregunta trascendental que no es otra que, cuándo me podré jubilar y si decidiese adelantar la fecha cuántos euros perdería de mi pensión íntegra. Zassssss, lo logro. Lo envío todo. Dejo pasar otros quince días esperando la respuesta. Un buen día recibo un email de alguien al otro lado de una pantalla de algún INSS de algún lugar remoto de la Provincia de Madrid que en un hilillo de "letras", como si esa persona estuviese exhausta y al límite, y ese "hilillo de letras" reza "falta el DNI". ¡Madre mía, cómo he podido olvidar enviar el dichoso DNI! ¡No está suficientemente acreditado con mi informe de Vida Laboral, mi Certificado de Empresa, mi Solicitud correcta y debidamente cumplimentada! ¡El INSS no sabe quién soy porque falta el dichoso DNI!....en esto caigo en la cuenta de que sin Clave Permanente, Clave Pin y DNI electrónico no eres nadie en España para la Seguridad Social. Me siento como Gregorio Samsa de La Metamorfosis de Kafka a punto de convertirme en un insignificante escarabajo. ¡Dios de todas las Sedes Virtuales! Raudo me pongo a ello. La SS no da cita para obtener la Clave Permanente. Conseguir la Clave Pin, una odisea muy considerable. La resumiré diciendo que un tal Antonio de Hacienda me llamó mediante vídeoconferencia cuando me estaba cambiando en el vestuario y casi me pilla en pelotas. Me acababa de vestir con la prenda superior. El tal Antonio me dijo que me tenía que poner el DNI en la frente y enfocar bien la cámara del móvil para que él pudiese acreditar que era yo y no el escarbajo o Gregorio Samsa. Una vez acreditado mediante este burdo procedimiento virtual mi identidad fidedigna y verdadera, ya pude descargarme en Play Store la aplicación de Clave Pin.¡Qué alivio y qué suerte! Entro tan contenta en la sede virtual de la SS. Mi gozo en un pozo. Con la Clave Pin solo te permite realizar cuatro chuminadas manchegas. Caigo en la cuenta de que sin DNI electrónico no soy nadie para la Sede Virtual de la Seguridad Social. Me tomo un respiro de unos días, un kit kat y hasta un cocido madrileño para recuperar fuerzas psíquicas ante este desgaste demencial de verte inmerso en tan absurdos y farragosos trámites. Un día que me despierto llena de alegría y vitalidad decido ir a una Comisía de CNP. Allí hay unas máquinas donde introduces tu DNI, la máquina te toma la huella y emite supuestamente un pin. Pues bien, la susosdicha máquina me dice que mi DNI ya no es válido, ya no está activa su parte electrónica. ¡Mi gozo en un pozo! Decido no hundirme en la miseria. Entro en un bar y me pido un suculento desayuno. Estoy más sola que la una. No hay un solo cliente ni dentro ni fuera. ¡Qué paisaje desolador! Después paso por una tienda de fotografías para DNIes a 4 euros. Lo regenta una mujer china muy simpática. Me dice que me quite la mascarilla y que me acicale ante un espejo al efecto. Horrorizada le digo que mi cara presenta unas marcas espantosas por culpa de la mascarilla. Ella me responde "No pleocupal. Yo quital todo con fotochop". ¡Rotundamente cierto! ¡Esta mujer china es una genia de la fotografía para DNIes ya que aparento diez años menos en la foto maravillosa para mi futuro flamante DNI electrónico con caducidad en el 2030!....De nuevo ante el ordenador, entro en el apartado Solicitud de Cita Previa para el DNI. Después de unos 300 intentos, la web de CNP me da cita para el día siguiente a las 12. ¡No me puedo creer ser merecedora de tantísima suerte! Acudo puntual a mi cita. Me atiende una joven maravillosa y con mucha paciencia ya que la dichosa maquinita no detecta mis huellas. Será cosa del abuso de hidrogel para las manos de este TOC obsesivo que hemos desarrollado todo el mundo. ¡Eureka, mi DNI electrónico y gratuito porque es por cambio de domicilio y como mi volante de empadronamiento ya estaba caducado, antes fui muy responsable y precavida y obtuve un certificado en la Sede Virtual de Almeida, perdón, quise decir del Ayuntamiento de Madrid! Mi felicidad está a punto de alcanzar el clímax más alto de los orgasmos burocráticos. Pruebo mi flamante nuevo DNI electrónico en cinco ordenadores diferentes y, nada, no hay tu tía. Sin Certificado pertinente no eres nadie para la Seguridad Social. Creo que me entran ganas de asaltar el Museo Nacional del Romanticismo de la Calle san Mateo, 13, el Palacio del Marqués de Matallana, en plena noche con nocturnidad y alevosía, romper la vitrina donde se guarda la pistola de Larra y pegarme un tiro en el pie, en el pie coleóptero del escarabajo español en que me he convertido.  

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