10 de septiembre de 2022

I Love Venice...

El Festival Internacional de Cine de Venecia 2022 ya toca a su fin y deseamos que haya sido todo un éxito, pero no es del festival que quiero hablar. Acabo de ver el documental de Netflix dedicado a la brutal despoblación que día a día sufre la ciudad, que antes contaba con 140.000 habitantes autóctonos y ahora a duras penas llega a 59.000. Mientras escribo esto muy probablemente alguna familia hace maletas para dejar Venecia, que recibe la friolera de 30 millones de turistas al año. Venecia no es el único destino turístico que padece y sufre esta avalancha insoportable. En Madrid, en Barcelona sin ir más lejos vamos día a día presenciando impotentes la gentrificación de nuestros barrios, cómo se nos expulsa a las personas y a las familias por el encarecimiento del precio de la vivienda, tanto en alquiler como si alguien está pensando en comprar. Los participantes venecianos en el documental lamentan que esta verdadera invasión de turistas no repercuta en los bolsillos de sus habitantes. Proliferan negocios turísticos, hoteles, apartamentos de temporada, tiendas de lujo y el comercio tradicional del pequeño autónomo languidece y muere. Un movimiento ciudadano se mueve, luchando incansable para salvar la bellísima Venecia. Han logrado que los cruceros cargados con 30.000 turistas no logren entrar en los maravillosos canales y ojalá logren que en las calles venecianas regresen familias con empeño en hacer ciudad y recuperar la Venecia de antaño. Igual deseo tengo para mis dos ciudades favoritas, Madrid y Barcelona. Tal vez sólo sea un sueño, una ilusión abocados al desengaño. Pero es que ya BASTA de convertir nuestras ciudades en burdos parques temáticos. BASTA.

No hay comentarios: