10 de mayo de 2023

"Marujeos"...

Ayer estuvimos viendo conciertos de jazz en Filmin y YouTube mi hijo mayor Álex, que es un gran experto y yo. Lo hacemos cada cierto tiempo y voy disfrutando el jazz sin entender ni jota. Ayer le pedí que viésemos uno de Ella Fitzgerald en el Olympia de París, con la esperanza de que su repertorio no fuese solo jazzista, sino que incluyese algún tema de swing, blues, bossa nova o góspel. Cantaba maravilloso y como los ángeles, cuando de repente entre el público, la cámara enfocó varias veces al actor y cantante italo-francés, Yves Montand. De repente recordé que se hizo muy famosa su versión de la canción partisana de la "Bella ciao" y con enorme tedio recordé que en estas jornadas nos convocan a nuestra cita con las urnas y que estoy absolutamente desilusionada sin ganas de votar a nadie. No veo solución nunca a la tragedia de los desorbitados precios del alquiler de la vivienda en España, gobierne quién gobierne. Los precios de la cesta de la compra están desbocados. Nuestros jóvenes siguen soportando la eterna precariedad laboral, por mucho que bajen las cifras del paro y nuestra país lo sigue apostando todo al turismo y seguimos siendo un país de camareros, sin que nuestros jóvenes puedan nunca independizarse. Momentos antes había charlado con mi hermana que me contó que dos jóvenes de su pueblo habían optado por emigrar a Australia a la tierna edad de 22 años, la edad de mi sobrino y mi hijo menor. Me invadió una gran nostalgia y me pregunté por qué yo no opté también por emigrar en mis años mozos mientras Lady Ella, la reina del jazz seguía cantando con su maravillosa y eterna voz de rango vocal de tres octavas, sudando mares y pensé que las lágrimas no son solo un proceso corporal ocular, sino que también podemos llorar por todos los poros de nuestra piel y un lloro así, completo de pies a cabeza nos consolaría como nada en el mundo. Y entonces recordé que por la mañana leí que Amaia Montero está ingresada por sufrir un cuadro de gran ansiedad ante su regreso inminente a los escenarios y medité sobre el peso de la fama, deseándole a Amaia una muy pronta recuperación. Pero también reflexioné sobre el zasca de Gonzalo Miró, ex de Amaia Montero, al ser preguntado por una foto que compartieron en la que posan juntos, que le hizo exclamar, "no seáis marujas". Me entraron ganas de hacerle llegar a Gonzalo Miró que la RAE ya le permite decir "no seáis marujos", porque el despectivo "marujear" es hacer lo propio de marujas, marujos y marujes.

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