Con la piscina del vecino tan infrautilizada entran ganas de emular al joven de los vaqueros Levi's...

Muy probablemente este anuncio de Levi's que ya en su día creó polémica, hoy sería "censurado" por la cultura de la cancelación. Nada más preciado que la libertad de expresión. En su día este anunció me gustaba mucho por mi amor por la natación y las piscinas y el magnífico tema de Donna L. Washington, "Mad about The Boy". En jornadas electorales se suele practicar aquello de "nadar y guardar la ropa". Pero otras personas deciden mojarse y temerariamente dar su opinión incurriendo incluso en la descalificación personal. Que suceda lo primero es muy valiente, pero todo argumento pierde peso si comete lo segundo. Los argumentos sin caer en la descalificación y el insulto cobran un alto significado y gozan incluso de la capacidad de convencer. Hoy el artículo de Najat El Hachmi en El País, titulado "El feminismo de mi padre" me ha defraudado profundamente por sus gratuitos ataques a la escritora Elizabeth Duval, quién ha sido elegida como portavoz de Igualdad por Yolanda Díaz. Se puede argumentar sin faltar. Cabe recordarle a la periodista que el teléfono para hombres en crisis no es una iniciativa original de Duval. Ya la que fuera ministra Bibiana Aído lo intentó sin demasiado éxito, pero eran otros tiempos mucho más machistas. Los argumentos de Duval en este sentido y sobre esta iniciativa en diferentes entrevistas están muy bien explicados y el menosprecio de la articulista hoy no se entiende. Y sí, el feminismo tiene que ser antirracista, ecologista y ligado a todos los avances progresistas en materia de derechos civiles. Y qué hay de malo en leer a Judith Butler, cuyas ideas filosóficas tan bien pergeñadas y fundamentadas nos inducen a hondas reflexiones sobre la sexualidad y las cuestiones de género. Quién sabe, tal vez en un futuro lejano no hablaremos de hombres y mujeres, de sexos y géneros. Quizá tal vez todo el mundo se considere género no binario y de sexo líquido. Pudiera ser que ya vaya siendo hora de ver personas y no géneros y sexos enfrentados. Me parece muy acertada la elección de Elizabeth Duval persona muy joven a la par de muy lúcida e inteligente. Este feminismo beligerante que solo ve y defiende derechos de las mujeres pierde fuelle, credibilidad y fuerza reivindicativa.