Sí, decididamente, Javier Marías, el presente es el Monarca del Tiempo...

Los duelos son siempre sin brújula. Intentamos consolar al doliente con palabras amables y casi siempre tópicas y la cruda realidad es que nadie puede rescatarnos del duelo por la pérdida de un ser querido. Solo podemos decirle a Carme López Mercader que ella y Javier Marías disfrutaron de un privilegio que nos es ajeno a muchos: el de compartir una vida, que podría decirse de película, dos seres extraordinarios. Extraordinaria Carme, como se desprende de la lectura de "Duelo sin brújula" y extraordinario Javier Marías. La orfandad de los lectores es otro tipo de duelo, es un duelo con brújula, porque seguimos la estela de la magnífica obra de Marías y casi se nos olvida que nos dejó. Pero duele mucho, muchísimo saber que no habrá nunca otro escritor como Javier Marías. Sentimos ese dolor punzante cada vez que terminamos de leer o releer una obra suya. Ahora estoy leyendo " El monarca del tiempo", una obra de juventud jovencísima de Marías donde queda acreditado el magnífico escritor que siempre fue. Reconozco que "El espejo del mártir" no he podido terminarlo. No sé si fue el joven narrador Marías quién se metió en intrincado laberinto o he sido yo como torpe lectora que era incapaz de adentrarme o salir de él. Emplazo la lectura para más adelante. Pero "Fragmento y enigma y espantoso azar" es un ensayo que todo escritor o aspirante a serlo debiera leer. No solo es elevado el presente de indicativo a los altares del imperio narrativo. Es un análisis riguroso y detallado, argumentado con una solidez de filósofo y filólogo, del procedimiento discursivo por el cual la verdad se impone como verdad y no como falacia o bulo. Los periodistas debieran también acercarse a este increíble texto. Los políticos es mejor que se abstengan, no vayan a convertir en treta de embuste verdades absolutas y relativas. En cuanto a estos mandamases de nuevo cuño, recordarles que hasta Julio César fue un simple mortal.