"Cristo se paró en Éboli" o tal vez ya no....

Hoy la filóloga y escritora Irene Vallejo nos brinda en el diario El País un magnífico artículo, "Ser Sur", que bien vale una suscripción. Animo a leerlo. Me ha recordado una película que vi de muy joven, "Cristo se paró en Éboli", del director Francesco Rosi, basada en la novela homónima del médico, escritor y pintor italiano antifascista Carlo Levi. Carlo Levi cursó medicina, pero prefirió dedicarse a la pintura adquiriendo pronto un firme compromiso antifascista. Promovió la fundación de Los seis pintores de Turín y colaboró en la revista Justicia y Libertad. Fue condenado por desafección al régimen y obligado a exiliarse y confinarse en dos pequeños pueblos sureños de la provincia de Matera, donde descubre consternado la miseria del Sur. Decide retomar la medicina al comprobar que la malaria y la miseria causan estragos entre la población campesina paupérrima, con la ayuda de su hermana también médica, pero ve truncada esta noble iniciativa por los celos y envidias de los dos médicos del pueblo quienes logran que no pueda ejercer. En 1936 termina su exilio y puede regresar a Roma, pero en 1943 se ve de nuevo obligado a esconderse en una minúscula vivienda de la capital italiana, temeroso de una posible deportación nazi. Durante estos dos duros años decide escribir su obra "Cristo se paró en Éboli", donde no solo narra su trágica experiencia como exiliado político en Lucania sino que además analiza con enorme lucidez los problemas que asolan a los pueblos del sur. El estigma que padecemos los países del sur de Europa sin ir más lejos tenemos ahora la enorme oportunidad de superarlo no solo porque esta crisis se está gestionando infinitamente mejor que la de 2008, sino porque los sureños estamos curtidos en mil batallas.