Nos avisan los expertos que se aproxima un huracán. Muchos han reparado en la forma fálica del mismo. Los más brutos y rudos no se han cortado un pelo y han soltado "tiene forma de polla como una olla". Yo en lo primero que he pensado es en la venganza climática de los Incel, esos tipos que aseguran sin despeinarse que se niegan a mantener sexo con mujeres mayores de veinticinco años y como no son Leonardo de Caprio y no pueden permitirse cambiar de novia con cada polvo, optan por vivir en pura virginidad y obligada castidad durante toda su triste y amargada vida, porque, es de suponer, que estos tipos tienen espejos en su casa donde mirarse lo feos que son, no ya por fuera, sino por dentro. Y lo más patético del asunto es que el movimiento Incel no lo inaguró un hombre sino una mujer,una joven universitaria canadiense, de la que solo sabemos que se llamaba Alana y que acuñó por primera vez el término en su blog, con el título de "Proyecto de celibato involutario de Al...