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Mostrando entradas de enero, 2009

La nota

El limpiacristales se encontraba a la altura de la planta 96 dando una pasada a un ventanal orientado al sur de la ciudad. Una joven secretaria, risueña, levantó la vista un momento de la pantalla de su ordenador para dedicarle un saludo. El muchacho le correspondió con los dedos juntos de la mano derecha hacia la sien en un gesto militar desenfadado. Momentos después la secretaria se acercó al ventanal, trayendo consigo una nota que acababa de coger de la impresora de su escritorio. En ella el limpiacristales podía leer a través del cristal: A. ¿Me invitas a un almuerzo? B. Estás dejando los cristales llenos de chorretones. C. Me encantaría poder contemplar la ciudad desde donde tú estás. D. ¿No sientes vértigo? E. En casa de mi abuela precisan un cristalero urgentemente. ¿Me das tu número de teléfono móvil? F. ¿Puedes trepar hasta la planta 101 y decirme luego si mi novio me la está pegando con su secretaria? G. Subo todos los días hasta aquí en el ascensor. Me encantaría bajar conti

La duda

Diego Argüelles se despertó aquella mañana, luciendo un signo interrogativo español suspendido sobre su cabeza, como una espada de Damocles. El espejo del baño lo corroboró por si no daba crédito a ese suceso tan extraño. Las desdichas, como las dichas, suelen ser compartidas. Siempre encontramos a alguien que refiere que le ha sucedido algo similar “a lo nuestro” Pero amanecer con un signo interrogante coronando la cabeza de uno, no lo documentaba por parte alguna. “Gogleó” - palabro que tiene su origen seguramente en “joglar”- y lo más parecido a lo suyo que encontraba era la historia de una mujer que un mal día amaneció con una trompa de elefante en vez de nariz. Luego se adentró en el capítulo de enfermedades raras, rarísimas. Lanzó la pregunta en los foros , ¿alguien ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿? Aguardó unas tres horas hasta que un tipo bajo el nick “gatocat” le sugirió que diese de alta aquella enfermedad en FEDER. Agradeció la sugerencia y de “gatocat” ya nunca más se supo. Desolación for

Palabras oxidadas

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Con el transcurso del tiempo, la realidad virtual se impuso a la real. Las palabras en boca de la gentes se iban oxidando. Odontólogos y especialistas maxilofaciales no sabían como tratar a los pacientes que acudían a consulta en masa. Labios, dientes, lengua, encías, paladar...toda la cavidad bucal parecía una carcasa de hierro oxidada. Un especialista prescribió a sus pacientes que guardasen riguroso silencio y el uso de una mascarilla de acero inoxidable, resistente a toda corrosión, que cubría boca y naríz. Aún así resultaba imposible evitar que las palabras oxidadas hiciesen estragos entre la población. Aquella pandemia dejó a millones de personas sin los órganos de la palabra. Urgía decretar una Ley de Silencio.

YES, WE CAN....

Barack, mi primer deseo es que te ocupes de inmediato de la Sanidad en tu país. Plan de Rescate urgente para conseguir SANIDAD PÚBLICA Y GRATUITA para todo el mundo, en especial los más desfavorecidos. Mucha, muchísima suerte, Barack

"La Media Luna Roja"

Nunca fui escudo de Hamas porque mi tío materno no lo permitía. Desde que captaron a su hijo, mi primo Ismail, secuaces de la “Yihad Islámica” para que se inmolara un día en el mercado, causando su propia muerte y la de una treintena de personas, mi tío se convirtió en mi sombra protectora. Me acompañaba a todas partes. El conducía un taxi y a veces dejaba al cliente en el interior de su coche durante mucho rato, porque no me encontraba a la salida del colegio, en el campo de fútbol, en el hospital Al Quds de la Media Luna Roja donde acudía para tratarme un soplo de corazón en la sección de pediatría o en el mercado, perdido como estaba entre sus callejuelas, buscando los alimentos más baratos para los guisos de mi madre. Normalmente el cliente se enzarzaba en una fuerte discusión con mi tío cuando regresábamos, entonces mi tío me arreaba un fuerte tirón de orejas y los improperios y las iras del cliente, los pagaba yo por no estar atento a sus pesquisas. Pero es que resultaba un inco

A mi venerado Patge Faruk

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Cantamos días atrás al unísono "Yo creo en OBAMA, yo creo, si creo". Ahora me toca cantar "Yo creo en el Patge Faruk, más que en los Reyes Magos. Yo creo, si creo" Porque este año el Patge Faruk una vez más se ha acordado de mi. Además de traerme para este 2009 una bajada de los tipos de interés hipotecarios, ha dejado en casa de mi hermana un calendario pintado y manufacturado por mi sobrinito y un CD de los duetos de RAFHAEL. Ahora mismo estoy "xorando" por los "jojos". Lo que cuesta reconocer el llanto, por Dior y la pasarela Cibeles !!! Quiero mandar desde este barco que navega viento en popa a toda vela, un besotísimo enorme con millares de achuchones a mi madre, a mi hermana, a mis sobrinitos y al cunyat. Molts petons !!! Moltes gracies al Honorable Patge Faruk !!!

El Pelikan

Una vida "sin" sólo se explica si previamente se ha disfrutado o padecido "con". En el año 2010 los medios se hicieron eco de la propagación letal de un virus informático, que fue denominado como "Pelikan" - en alusión a una marca de tinta china conocida ya que este programa vírico emitía en la pantalla un mensaje de advertencia "Soy como la tinta china: una mancha negra irrumpirá en tu pantalla y toda información se destruirá" - "Pelikan" obligó a todas las oficinas de empresas privadas, a los organismos burocráticos y estatales, a las administraciones públicas, locales e internacionales, a cada ciudadano de a pie con un ordenador para uso personal en su casa, a mantener cada terminal apagado. Se suspendió cautelarmente el uso de las computadoras informáticas en tanto técnicos de todos los países se reunían en una Comisión de Investigación Internacional Extraordinaria para encontrar una pronta solución. Entre tanto hubo que desempolvar

Los diecinueve consejos de Dalai Lama

1. Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos. 2. Cuando pierdes, no pierdes la leccion. 3. Sigue las tres R: Respeto a ti mismo, Respeto para los otros y Responsabilidad sobre todas tus acciones 4. Recuerda que no conseguir lo que quieres, a veces significa un maravilloso golpe de suerte. 5. Aprende las reglas, asi sabras como romperlas apropiadamente. 6. No permitas que una pequena disputa destroce una GRAN AMISTAD. 7. Cuando creas que has cometido un error, haz algo inmediatamente para corregirlo. 8. Ocupa algo de tiempo cada dia en estar solo. 9. Abre tus brazos al cambio, pero no te olvides de tus valores. 10. Recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta. 11. Vive una buena y honorable vida, asi cuando seas mayor y mires atras podras disfrutarla por segunda vez. 12. Una atmosfera amorosa en tu casa es el cimiento para tu vida. 13. En discusiones con alguien querido ocupate solo de la situacion actual, no saques a relucir el pasado. 14.

"Claudia perdió una Noche Vieja lluviosa sus tacones lejanos"

Engalanada, como una actriz dispuesta a desfilar por la alfombra roja de la fama y el reconocimiento, con paso firme, salió de casa, envuelta en un abrigo de visón blanco. Silbó "¡Taxi! " El taxista se detuvo en la esquina y ella tuvo que correr para evitar que un coche, que circulaba a la velocidad de la temeridad joven, le salpicara al rebasar un enorme charco. Se dejó los dos tacones de aguja de sus preciosos zapatos de charol rojo y negro en una rejilla asfáltica, pero ella con las prisas no se percató. Cuando llegó al hotel - en la habitación 2009 le aguardaba su amante -y pisó la alfombra roja del Ritz, todo el mundo, sorprendido, contemplaba la escena hilarante de aquella hermosa mujer caminando de puntillas sobre calzado plano de charol. Ella no se dió cuenta que había perdido sus tacones, porque desde la aurora al ocaso calzaba zapato de vértigo. ¡Cuántas veces desnuda la vieron los vecinos tender la colada sobre delicado calzado de tacón!

Telebaja de abonado

La operadora del servicio de teleasistencia municipal le indicó “Si necesitas ayuda, pulsa el botón. Acudiremos a tu casa de inmediato con custodia de llaves para atenderte en lo que precises” Lo que más le gustaba a Fernando del asunto es que aquella voz de jovencita le tutease, borrando todo tratamiento de cortesía y respeto a los venerables ancianos de la Tercera Edad. Se sentía rejuvenecer. Notaba que le pesaban menos las piernas hinchadas, que el corazón bombeaba como el de un chaval, que se mitigaban las jaquecas, que se esfumaban los achaques hipocondríacos inventados y los reales menguaban. Le cogió el gusto a eso de pulsar el botón por cualquier nimiedad. “Dime, Fernando, ¡en qué puedo ayudarte” “Me ha brotado una urticaria extraña en la piel, ¿podrías enviarme un médico a casa, cuando a él le venga bien?”...”¡Qué tal Fernando, cuéntame tu problema?” “Tengo atascada la pila del fregadero de la cocina, ¿podrías avisar a un fontanero de confianza que no me cobre mucho”..."¡