"Dejar de fumar es posible en la antesala de la madrugada"
Luces de neón palpitantes, los brazos de las farolas bailan una danza oriental a los ojos de los transeúntes soñolientos; una muchacha pide fuego a un joven, que aguarda bajo la marquesina la llegada del primer bus búho. "No tengo. Dejé de fumar" responde "Pero por ti soy capaz de cualquier cosa. Puedo bajarte la luna y extenderla como un alfombra mágica a tus pies". "Me basta con tu compañía y tu galantería. Creo que te hago caso. Guardaré este pitillo hasta que despunte el alba.¡Quién sabe, quizás para entonces habré conseguido dejar de fumar!"