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Mostrando entradas de abril, 2010

FIESTA DEL LIBRO EN MICROPOLIX

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Max Cuántico, el gato paradójico

En el laboratorio todo estaba dispuesto para realizar el experimento. Erwin Schrödinger depositó sus gafas de cristales redondos y montura de concha negra sobre su mesa de trabajo, entre papeles desperdigados, garabateados de fórmulas matemáticas de mecánica cuántica, funciones de cuadrado integrable, espines, ecuaciones indescifrables, vectores, descomposiciones espectrales, principios de incertidumbre,...y un precioso gato rubio que dormía enroscado sobre un libro titulado "Quantisierung als Eigenwertproblem". El físico aplazaba el momento de despertar al incauto felino tan confiado en su propia inmortalidad cuántica, como receloso el hombre de probar en sí mismo el suicidio cuántico. Erwin depositó con cuidado la caja sobre una mesa auxiliar y en el interior de ésta su termo de café simulando sustituir una botella conteniendo gas venenoso; el bocadillo que le preparó su mujer haría las veces de partícula radiactiva; el gato sedado previamente cabía en la caja holgadamente.

Relato encadenado (I Aniversario del Evangelio de Judas)

....un recuerdo helicoidal le brotó de un bucle suelto y desordenado de su larga cabellera enmarañada, recogida en la nuca con una pinza de nácar desdentada, el recuerdo de todas las mujeres de su familia, recién levantadas cualquier mañana de un abril indeterminado en el calendario de la genealogía de sus ascendientes femeninas. ¡Qué mujeres aquellas, todas esbeltas como sílfides del espíritu elemental y cenceñas como la propia fantasía del aire de primavera! ¡Y siempre tan desgarbadas, tan desaliñadas, tan desataviadas como una actriz principal humillada a simple actriz de reparto y eso que ella se daba un aire a la mismísima Greta Garbo..! pero, ¿cómo explicar al tal Esteban, a su tocayo Martínez - Verónica Martínez Sigüenza me llamo-y-soy-su-vecina-la-que-no-soporta-ruidos-hasta-que-no-repican-las doce-en-el-campanario-de-la plaza-de-La-Comandancia - , como explicar que ella, ahora caía en la cuenta de que estaba desnuda bajo su bata de holgada seda y sin depilaaaaAAAAArrrrrrrr y s

Doctor, tengo un problema....

Si "gogleamos", la frase propuesta por Dick como nueva edición del Papiro Virtual, "Doctor, tengo un problema..", observaremos que, en diferentes idiomas, la manera de dirigirse la gente a su médico de cabecera suele ser rompiendo el hielo con esta coletilla. Hi Doctor, I have a problem...Docteur, j`ai un problème...Arzt, ich habe das Problem... ¿Por qué interpelamos al galeno de esta guisa? ¿No sería más adecuado hablar de "una molestia, lesión, daño, herida o enfermedad"? La respuesta me temo que hay que buscarla en los verdaderos motivos que nos llevaron a la consulta del médico. ¿Nos sentimos realmente enfermos? El otro día me aquejaban los síntomas de un achaque de salud sin relevancia, a saber, una simple alergia primaveral. Podía adquirir un antihistamínico cualquiera en la farmacia, pero en esta ocasión la primavera se ensañaba con mis ojos que no cesaban de llorar. Este síntoma, nuevo para mí, nada tenía que ver con la rinitis crónica que me morti