En el Castillo de Gallocanta....dedicado a mi amigo T.D.E.C
"Estonçes se mudó el Çid al puerto de Aluca(n)t dent corre Mio Çid a Huesa e a Mont Alván" Los girasoles contemplan hoy, expectantes, el punteado paisaje purpúreo de los verdes prados salinos. Entre encinas, robles y quejigos, un grupo nutrido de aldeanos se dirigen cargados hacia el Castillo de Gallocanta aportando cada quien lo que puede y lo que no tiene. El motivo lo merece: Rodrigo conocerá por primera vez a Jimena. Rodrigo ya no es alférez del rey, pero infunde respeto y miedo entre los suyos. Corre un rumor de leyenda heroica, que se esparce como polvo de viento entre todas las aldeas de la cuenca de la laguna, a ambos lados del río Jiloca. Se especula sobre su gallardía, su porte majestuoso, su valentía. Es un hombre bello y arrogante. Burgalés de pro. Caballero de confianza de Alfonso VI. Pocos lo verán durante su estancia, no porque él así lo procure y lo propicie intencionadamente. Es un santo varón que no para quieto un momento, siempre a lomos de su ca