6 de julio de 2007

"Turno de noche"

LLevo exactamente seis años, seis meses y seis días voluntariamente en un turno de noche para eludir las hipocresías del día, las porquerías que ilumina el sol con el despiadado crepitar de sus fulgores neuróticos de estrella luminosa, de astro rey venido a menos - creo que ya hace tiempo que sospecha que no es el centro del Universo y fue desplazado del epicentro de nuestro sistema planetario por un "estúpido" satélite femenino de cuyo nombre no se quiere acordar que veneran poetas y locos, o sea, todos los habitantes del Planeta Azul.

El turno de noche, como todo en la vida terrena y terráquea tiene su parte positiva y su parte negativa, su Yang y su Yin. A favor cuentas con una independencia de espíritu y de jefes, que es como aterrizar en el paraíso con patines. En contra, una soledad pertinaz que se te pega al cuerpo como una gripe y te cala hasta los huesos. La gripe de la soledad sólo se puede curar de una manera, a saber, escribiendo, leyendo, escuchando la radio o aferrándose a internet como quien ha conocido un amigo intergaláctico y no lo quiere soltar ni así le maten. Foros y Chats han convertido mi solitario, desamparado y desierto círculo de amigos en un club ingente nocturno de pájaros solitarios que imagino, como yo, adosados a su turno de noche si residen en el Hemisferio Boreal y escaqueados de su turno de día, si habitan el Austral. Uno no da crédito a tanto médico, enfermero, personal de la Sanidad Pública y Privada, farmaceútico, policía, guardia civil, celador, sereno, vigilante, informático, empleado de gasolinera, periodista....enganchados a internet cuando se supone que debieran estar curando heridas, atendiendo infartos, vigilando fábricas y empresas, reparando ordenadores, deteniendo a los amigos de lo ajeno, repostando combustible y vendiendo chocolatinas, haciendo filigranas al filo de la noticia...Y es que internet es lo que tiene, que te permite despejar la mente y tener entretenido con miles de fantasmagorías el Hemisferio Derecho cerebral, mientra atiendes con el siniestro la cruda realidad que se cuece en tu ámbito laboral. Internet acerca profesionales de todos los rincones del mundo. A veces pienso que estoy en Pensilvania matando conejos a escopetazos porque lo manda una nueva ordenanza municipal, mientras mi colega Rosa me suplanta aqui en esta jaula de grillos fantasmas. A veces pienso que trabajo en Chile en un cibercafé donde me pagan un sueldo miserable cuando se acuerdan de pagarme y paso tanto frío que sólo entro en calor si alguien me habla de un país europeo que se llama España y que tiene fama de cálido y acogedor. A veces me imagino ejerciendo de traductor de chino en Whashington, comiendo platos precongelados calentados al microondas y aguardando a que me venza el sueño sobre el teclado porque vivo solo y la soledad me pesa más que doscientas cadenas de televisión infames. A veces me pongo en la piel de aquel profesor californiano casado con una sueca, que no sabe cocinar y le regalo a mi esposa abrelatas de oro para que le sepan mejor las sardinas y los arenques y las albóndigas o las sopas Campbell que me calienta en la cocina con sus enormes ojazos azules fríos..

En estos seis años, seis meses y seis días, que hoy se cumplen no me acuerdo del diablo por viejo y pellejo, sino por nocturno y alevoso. Siempre se cubre bien sus cuernos negros y su rabo rojo antes de cometer sus fechorías y diabluras. Sus circunstancias, siempre agravantes, se traman cuando todos duermen. Bien lo sé. Pero jamás, ni un solo día me he dormido durante mi turno de noche. Eso le pesa a él más que a un ángel caído.

Buenas noches y felices sueños a tod@s !!!

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