5 de febrero de 2010

"La melopea de Alcibíades"




En el Simposio organizado por el poeta trágico Agatón versado sobre el amor, Eros, Alcibíades llega a la hora de los postres, en estado muy ebrio, tras ser multado en un control de alcoholemia y detenido en dependencias policiales siendo imputado no detenido por un Delito contra la Seguridad Vial con resultado de retirada de permiso de conducir tres meses y siete puntos. Aristófanes en plan guasón, le guiña un ojo, mientras le invita a sentarse junto a él en una silla libre; Pausanías le recrimina que es la verguenza ateniense de todas las ágoras; Eriximaco se pone en pie y ruega calma y concordia, que reine la serenidad entre los presentes...Finalmente Sócrates, con los ojos cerrados como en estado de éxtasis exclama:

- Los estadios del amor son como las melopeas de Alcibíades: del climax inicial se pasa por momentos intermedios hasta llegar al calabozo. Pero benditas borracheras, bendito Eros que nos permite apreciar la belleza de todos los cuerpos en un sólo cuerpo, la belleza de todas las cosas y por extensión todo lo Bueno y Bello que nos brinda la naturaleza. Cuando te quitan los puntos del carné, es entonces cuando ya sabes a ciencia cierta en qué consiste el "amor platónico" -Socrates dixit.





3 comentarios:

Diciembre dijo...

...y supongo de ahí viene la expresión "estar borracho de amor", jeje...Muy bueno, Gemma!

Abrazos y buen finde para todos!

satenight dijo...

Benditas borracheras de amor!
Aunque es cierto que se pasa siempre del estado alucinógeno al de la cruda realidad, pero es posible encontrar ese punto intermedio sin perder todos los puntos..

Tu baúl me transmite siempre una sensación de paz porque no exige puntualidad ni hace reproche.
Besotísimos a todos

Gemmayla dijo...

Hola, preciosas Diciembre y Sate:

Desde luego benditas borracheras de amor cuando al fin suceden !!!
Creo que ocurren contadísimas veces a lo largo de la vida, si es que se dan.
Aunque siempre hay quien se enamora hasta del palo de una escoba, juasjuas...Conozco a gente que le pasa eso porque no sabe resistir la vida sin amor.
Pero el amor no sólo se siente por una persona en concreto o varias; hay quien está enamoradísimo y se apasiona con su trabajo, o por una afición.
El estado, como bien apuntas Sate, es alucinógeno; te eleva y separa de la cruda realidad dejándote como protegido y secuestrado en una nube donde nada ni nadie puede perjudicarte. Creo que "el justo punto medio" es razonable y necesario no sólo aquí, en las cuestiones del amor, sino practicamente en todo en la vida.
Me alegra mucho, Sate, que el baúl te trasmita paz y sensación de atemporalidad. Las prisas son malísimas. Ahí fuera ya hay demasiadas.

Smuaquissssssssssssss, gente guapa

Y a prepararse que ya llega San Valentín y no sólo en el C.I. !!!!