11 de julio de 2007

"La echadora de cartas"

Aquella bruja blanca sólo utilizaba siete cartas de la baraja completa para adivinar el futuro a sus clientes. Aseguraba que con esas siete cartas podía interpretar pasado, presente y futuro desde tres perspectivas existenciales distintas, a saber, la que ofrece la mente, el espíritu y el cuerpo.

El mago, La Estrella, La Rueda de la Fortuna, el cinco de espadas, la Templanza, El As de Espadas, El As de Oros. Las siete cartas estaban ahi dispuestas sobre el tapete de terciopelo rojo de la mesa redonda de aquel cuchitril estrecho y desaliñado,iluminado con velas encendidas y una bombilla de veinticinco watios adornada de telas de araña centenarias, pendiendo del techo como una daga de un solo filo apuntando al turbante de la pitonisa cincuentona.

Ella cerró los ojos y musitó una especie de oración en lengua extraña que no entendí. A continuación me miró directamente a la cara como bizqueando o simulando estrabismo. Dijo que mi Tercer Ojo estaba cerrado y que para abrirlo tenía que ser menos escéptico y más optimista o positivo. Casi acusándome y señalándome con el dedo índice a mi nariz, aeveró que mi cuerpo físico estaba sano como una manzana, pero que yo me encargaba de ajarlo y contaminarlo con todo tipo de sustancias tóxicas -tabaco, alcohol, comida basura...- En cuanto a mi mente "privilegiada y superior"- así la bautizó - pensaba que me encargaba de empañarla con todo tipo de pensamientos negativos y que mi pozo de lágrimas estaba seco. "La sequía mental se remedia llorando. Tienes que llorar más y pensar menos. Deja la mente como una pizarra en blanco, porque si no tú mismo te vas a procurar tu propia ruina. Tienes un cacao, una diarrea, una empanada mental que de seguir asi puedes acabar enajenado completamente."

Eso en lo tocante a mi cuerpo físico y mi mente. Con respecto a mi espíritu, "ahí, amigo, te veo el panorama pobre, pobre, pobre. Al espíritu hay que alimentarlo con buenas lecturas, arte, visitas guiadas a museos, conciertos y cosas de esa índole. Yo no lo hago porque siempre tengo esto atiforrado de clientela, pero es lo que nos toca a todos hacer antes de que el espíritu termine por abandonar nuestro cuerpo, harto del nepotismo físico. ¡Cuántas personas vagan por ahi sin saber que su espíritu yace muerto dentro de sus cuerpos físicos! ¡Así! - exclamó abanicando los cinco dedos de su mano frente a mi -"

Quise preguntarle si a parte de verme a través de aquella partida de naipes de tercio,tan mal encarado, podía decirme algo en lo tocante a lo laboral, lo sentimental o si me aguardaba algún golpe de suerte, pero no hizo falta, la bruja pareció adivinarme el pensamiento y me soltó a bocajarro que en breve iba a recibir una alta suma de dinero, pero que se me esfumaría de las manos por mi mala cabeza. También me dijo que una mujer estaba loquita por mi, pero que yo maldito caso el que le hacía. El trabajo lo tenía en precario porque aguantaba poco y sentenció que en el mundo laboral hay que tragar con sueldos mileuristas, jefes ingratos y compañeros aviesos y trepas. Total que si no me duraban los trabajos era porque no entendía de una puñetera vez que el panorama laboral está asi en todos los puntos de la aldea global. "Trabajo no te va a faltar, pero te veo cambiando de curro cada tres meses. En fin, son cincuenta euros y se acepta propina".

De cuanto me vaticinó aquella mujer de mirada incisiva, sólo se me cumplieron dos cosas. Una, este año voy por mi cuarto contrato de empleo en cuatro empresas distintas. Dos, sé que Maruja está loquita por mis huesos, pero es que esta buena mujer no me gusta ni siquiera un poco. Ahora estamos todos mis compañeros de la imprenta pendientes del transistor aguardando impacientes que los niños de San Ildefonso canten el gordo de Navidad. Tengo el cicuenta y tres ml novecientos sesenta y nueve. Me gusta esta terminación erótica.

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