2 de octubre de 2008

Ernesto Che Guevara de la Serna&Benicio del Toro Sánchez

Ayer por fin pudimos ir a ver "Guerrilla" de Steven Soderbergh - de quien sólo he visto "Traffic" y tengo pendiente ver "Solaris" y "Kafka". Le he visto como productor "Syriana" e "Insomnia" -

El parecido casi gemelar entre Del Toro y el Che es prodigioso. A su interpretación del papel nada que objetar, pero a la película le faltan contrastes. Una trama plana que acaba aburriendo. La magistral interpretación de "Fidel" por parte del actor mejicano Demián Bichir, cuyo parecido físico con Castro es también asombroso, su impostura y hasta el timbre de voz, podían haber proporcionado elementos significativos para realzar esos contrastes, el peso del que el argumento carece. "Fidel" además achica la figura del "Che". Se nos ofrece un "Che" callado, sumiso, obediente. Eso nos consta a todos que no fue así. Broncas y fuertes discusiones, discrepancias entre ambos, alguna diatriba que otra se añora en estos primeros planos. Un Raúl, un tanto intrigante, con un parecido físico también muy acertado, crea mayor ensimismasmiento en este "monje de la guerrilla". Queda realzada la faceta mística, ascética del Che. Se le rinde alto tributo al mito. Los que le adoran quedarán contentos, creo. Pero a mi me gustan más los seres de carne y hueso y Ernesto lo fue. Aseguraban muchos que le conocieron que le gustaba confrontar, que era muy polémico. Cuando leí "Che. La vida por un mundo mejor" de Pacho O, Donnell me gustó saber que como todo el mundo tuvo sus grandes contradicciones y cometió graves errores. Los alérgicos y asmáticos sabemos que esas fatigosas travesías por Sierra Maestra sólo podría soportarlas un asmático medio loco mesiánico, con una voluntad portentosa a prueba de hierro. Y él lo era. En la película no menciona las osadas escapadas que realizaban algunos guerrilleros para conseguir medicamentos urgentes para tratar su asma, que tanto conmovía. Creo que El Che sin su compañera de toda la vida, el asma, no habría causado tan honda admiración entre los suyos. El asma le daba ese hablar pausado y jadeante que tan bien interpreta Benicio. Si imaginamos a un Ernesto Che Guevara rebosante de salud, su alma guerrera seguramente no se nos ofrecería tan benévola, su alma guerrera e intransigente, seguramente sería como la de todos los visionarios locos egregios que en el mundo son, han sido y serán. "¡Patria o muerte!" Pavor me causan esos eslogans. Creo que con todo lo que se ha criticado a Fidel, éste era más razonable y sensato. Pretendía libertad para Cuba, el resto del mundo pensaba que no era de su incumbencia, salvo para estrechar lazos económicos y diplomáticos - especialmente económicos -. Tonto no era. Sabía que Cuba sola no podría salir adelante. Pero la figura del Che revolucionó, soliviantó a toda Latinoamérica, a todos los países de habla hispana y en la aventura africana se llevó tremenda decepción. Veo al Che como a ese hermano o pariente que decide un buen día hacer su vida, desligarse de la familia por defender una causa, un ideal. Ese hermano o pariente que es un poco la oveja negra de la familia. Mitad veneración y admiración. Mitad miedo y reproches de traición familiar. Creo que Fidel fue lo que vió en El Che y su ambiciosa, utópica y en cierto modo descabellada causa. En esta primera entrega no se nos explica nada de eso ni siquiera se deja entrever. Tampoco hay un maldito polvo erótico selvático con Adela o con quien fuese. El Che fue un tipo bien sexual y muchas se prendaron de él. La película pone en su boca anhelos de fidelidad a su esposa e hijo que le aguardan en México. Adela se queda a dos velas. ¡Y un cuerno! En cuanto a la periodista norteamericana de la cadena American Broadcasting Company (ABC), Lisa Howard, interpretada por una Julia Ormond, caracterizada de medio Marilyn Monroe y Jackie Kennedy le realiza una batería de preguntas muy tópicas, sin sustancia. Creo que los profundos textos que Ernesto Che Guevara escribió como pensador guerrillero, sus diarios no han sido bien exprimidos en esta película. Veremos qué tal en la segunda parte.
Mención muy especial a la estupenda interpretación del actor español Oscar Jaenada en el papel de Darío. Me sorprendió. Enrique Arce también, en especial en la escena en la que extorsiona a una pobre familia campesina. Pero el plantel de actores y actrices de habla hispana es tan extenso, que aqui me quedo corta en aplausos. Todos hacen un trabajo impecable. Un poco torpes algunos con la artillería, pero parece estar hecho adrede. En fín, que verla, hay que verla y la segunda parte también. Pero un consejo, bien comidos y dormidos. ¡Ojo que no os pase como a nosotros, que una loca chiflada anticastrista cubana o lo que fuera aquello, no os amargue el visionado con comportamientos histriónicos, comentarios soeces a voz en grito y aspavientos de todo tipo para dar la nota en una sala en la que debiera reinar silencio. ¡Y joder, con los que zampan palomitas y abren latitas de refresco! Algunos se creen que el cine es el salón de su casa.

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