17 de diciembre de 2018

"El octavo día"....

De todas las noticias de la semana, la que mayor impacto me ha causado no ha sido la nueva nefasta ley psoera sobre arrendamientos urbanos que no resuelve nada, si no limita precios de esta insoportable burbuja inmobiliaria y tampoco que nuestra alcaldesa quiera silencio y canto de pajaritos en la Gran Vía, mientras 30.000 empresas afectadas por el Madrid Central tal vez se vean abocadas a echar el cierre, porque queremos aire limpio sí, pero no deprisa y corriendo y a mata caballo como se está haciendo. La noticia que mayor impacto me ha causado, decía, ha sido la falsa noticia y bulo que consideraba a la cantante y actriz Lolita Flores multimillonaria. Ella ha tenido que salir raudo a dar un rueda de prensa para desmentir tamaña patraña. Y es que es tal el austericidio y destrucción de clases medias en nuestro país y me temo que en gran parte de la aldea global que la población ya tenemos interiorizada la precariedad y la pobreza y eso de que nos señalen como ricos o multimillonarios ofende y mucho y a todos nos entra el pavor terrorífico de que venga Hacienda y nos pida y sangre lo que no tenemos. Lolita Flores ha dejado muy claro que ella es una "curranta y vive de alquiler" como yo y como la inmensa mayoría de los españoles y muy especialmente las españolas madres monoparentales, aunque ellos también tengan derecho a quejarse y estén igualmente castigados por la dureza de la vida de cada quien. En otro orden de cosas, diré que la semana ha sido muy positiva en lo tocante al enriquecimiento espiritual: he terminado de leer "Un tranvía llamado deseo" de T.W y no he podido evitar en cada línea ver los rostros redivivos de Vivien Leigh como Blanche Dubois y de Marlon Bandon en el papel de Stanley Kowalski. También no he podido evitar meditar a fondo sobre la dureza de la vida y triste fin de Blanche Dubois y su hermana Stella Kowalski, pese a ser mujeres tan jóvenes y podemos concluir que la vida siempre ha sido, es y será un valle de lágrimas para demasiadas personas tengan la edad que tengan y sean del sexo que sean y vivan donde vivan. Nada nuevo bajo el sol planetario. Al terminar esta magnífica obra teatral, ya estoy de nuevo enganchada a la lectura de mi venerado Enrique Vila-Matas y su Doctor Pasavento. Ese anhelo del protagonista por huir y desaparecer anida en cada uno de nosotros. No hace mucho escuchaba a un tipo que había viajado por todo el mundo en bicicleta y al ser preguntado por qué es lo que más le había llamado la atención sobre la condición humana y los seres humanos en general, respondió con una seguridad y rotundidad pasmosa: ¨Nadie está contento de haber nacido en el lugar en el que le ha tocado nacer". Así es. Todos parecemos anhelar la vida de otros en otro lugar. Siempre nos parecen mejores existencias que las nuestras. Algo así también plantean dos películas estupendas que hemos visto en Filmin: "Suntan" dirigida por Argyris Papadimitropoulos y "El octavo día", "una hilarante y conmovedora comedia, parte de le sección oficial del festival de Cannes de 1996, en donde Daniel Auteuil y Pascal Duquenne ganaron el reconocimiento a el mejor actor. Dirigida por el laureado realizador belga Jaco Van Dormael. Una película de aprendizaje y amistad al mejor estilo de "Intocable". En fin, vamos por el lunes....

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