8 de julio de 2007

"Atracción irresistible"



Hasta un niño sabe que las palabras no tienen ni olor ni sabor. Pero a jadeos me sabían las palabras pronunciadas por tu boca. Su aroma de magnolias y tulipanes negros se percibía a dos leguas de tu casa. No sé porque te digo esto. Debiera reservarlo para mi, pero siento una atracción irresitible. Pensarás que estoy loco. Sí, lo estoy. Pero no por ti, sino por tus palabras y tu forma de expresarte con pequeños jadeos olorosos y de sabor a fruta recién cortada del árbol de tu boca. Apenas te conozco. Apenas si hemos cruzado dos miradas furtivas y distantes, pero reconozco tu voz y tus palabras sueltas y ligeras como aquel vestido frugal pegado a tu piel el verano pasado.Hoy te han llevado en una ambulancia a no se dónde porque te ha ocurrido no sé qué. Emitías tus leves jadeos silbantes y tan sibilinos como mi penosa curiosidad por tus palabras y tus silencios. ¿ A dónde te llevarán ? ¿Qué te habrá sucedido? No,no, no quiero saberlo. Percibo el frondoso olor de las magnolias, los tulipanes negros de tus leves jadeos distantes y me saben a melocotón maduro mientras me tapo los oídos para no escuchar el zumbido punzante de las sirenas de la ambulancia que te lleva a cualquier parte. Corro detrás de la ambulancia como un niño cuando pierde una cometa.

La palabra impresa embalsama la verdad para la posteridad" sentenció CARPENTIER. Lo he leido hoy en la prensa. Tus palabras no quedarán impresas en ninguna parte salvo en mi mente y en mi corazón por mucho tiempo. Probablemente para el resto de mi vida que la vaticino breve porque estoy cansado de vivir. "Cansado de ser hombre", que decía NERUDA. No regresó tu ambulancia. No regresaron tus palabras jadeantes con aroma de magnolios y tulipanes negros, negros como mi negra suerte después de ti. Sí, ya sé, no nos conocimos, pero siempre me llegaron tus palabras a través de la pared. Tu dormitorio linda con el mío. Te escuchaba por las mañanas desperezarte cual Bella Durmiente de un letargo infinito. Me llegaba tu olor de primavera encendida por la ventana del frontispicio azul. Tus hijos corrían hacia ti para festejar el nacimiento de un nuevo día como gatitos con cascabeles y vuestras risas eran rocío fresco para mi triste despertar a otro día de monotonía y angustia. No regresarás. Lo sé. Lo presiento."Los adjetivos son arrugas del estilo" lo explicó con precisión ALEJO. Lo leo en la prensa. Intento olvidarte.

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