"Enemigo Comandante"

Publicado: Jue Jun 28, 2007 9:48 am Asunto: "Enemigo Comandante"

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Hacia el otoño de todos los patriarcas, éstos tal vez recapaciten y se den cuenta de que todo lo acumulado permanecerá y seguramente les sobrevivirá, pero ellos partiran con las manos vacías y sus armarios y alacenas repletas de muertos gritarán al mundo cuánto horror sembraron a su paso.

Enemigo Comadante, ahora que ya está usted anciano, decrépito y senil le escribo esta misiva para apelar a su conciencia y levantar con el viento de mi esperanza y juventud las hojas del patio trasero de su otoño de patriarca con edad suficientemente acumulada pero desperdiciada por su enjuta sabiduría de senectud, que mis ancianos ostentan sin aspavientos tal como ostenta usted con ellos su malograda enjundia.

Enemigo Comandante, yo a usted una vez lo admiré cuando mis mayores me contaban que mientras yo pataleaba el vientre de mi madre pugnando por salir a la vida, usted encabezaba con coraje de líder, la Revolución Cubana y derrocaba a Fulgencio Batista, otro patriarca corrupto tal como llegaría a ser usted. Que mientras mi madre rompía aguas y yo asomaba la cabeza justo el mismo día que usted cumplía años aquel trece de agosto del sesenta y uno, usted lideraba la adopción del marxismo y establecía el primer régimen socialista de toda América. Que unos meses antes, en abril, mientras mi madre acudía al hospital con temor a perderme y sufrir un aborto por unas hemorragias extrañas, usted cambiaba compotas por mercenarios tras una victoria ejemplar en la Bahía de Cochinos. Cochinos me parecieron los norteamericanos maquinando tamaña artera invasión tan ilegítima como ilegal.

Enemigo Comandante, contemplé durante mucho tiempo con embelesada admiración los logros de su gobierno para con la salud, la educación, el deporte, el arte...Hubo un tiempo en que tal vez albergué la esperanza de mudarme a su isla y poder comprobar con mis propios ojos la realización de un alto proyecto noble llevado a la realidad, pero me llegaban noticias siniestras. Usted y su gobierno se comportaba como todos los demás gobiernos nepotistas, despóticos, locos e irracionales. ¡Qué manera triste de frustrar las esperanzas de un pueblo y de la población democrática mundial!

Enemigo Comandante, ¿de qué le sirve a usted su fondo de armario henchido de prendas militares y trajes de Armani si a la postre le sorprende cualquier cámara con ese chándal deplorable? Siempre he sospechado que no es muy de fiar quien viste chándal como prenda urbana y nunca practica deporte. Siempre he sentido una desconfianza feroz contra aquellos que fingen austeridad y acaban siendo los más ricos del cementerio. Ahora siento una desolación, una desesperanza e inquietud profundas por el pueblo cubano que tal vez presuma la llegada de un invierno cruel tras el otoño de su patriarca.

Enemigo Comandante, limpie las hojas de su patio trasero, abra de par en par puertas y ventanas de su casa y deje que inunden las cuatro estaciones las estancias de un hogar que no es suyo, de un hogar que es de todos y de nadie, pero ante todo mucho más de los demás que de usted, viejo y senil Comandante.