14 de julio de 2010

"Mother & Child" de RODRIGO GARCÍA MÁRQUEZ y "Gainsbourg: Vie héroïque" de JOANN SFAR









Gozar del privilegio de regresar a las salas de cine como antaño, como quien cumple con un rito abisinio ineludible y sacramental, es uno de los mayores privilegios de nuestras voraces vidas de burgueses insaciables. Durante mucho tiempo no he podido cumplir con este rito, pero creo que poco a poco lo podré ir recuperando. Viene a ser como el ir a misa todos los domingos. Hay quien va al cine todos los miércoles para aprovechar los descuentos del Día del Espectador. Yo me beneficio de un suculento descuento con mi carné de estudiante.

Recomiendo encarecidamente "Madres e Hijas" del hijo del escritor colombiano Gabo, Rodrigo García Márquez, en especial a las personas que mantienen relaciones conflictivas con uno de sus progenitores o con ambos, tal mi caso. Siempre mantuve una relación muy difícil con mi padre, pero en los últimos días de su vida, quiso el destino, que en trece día pudíesemos resolver gran parte de los malentendidos que nos distanciaron durante años. "Madres e Hijas" ahonda en los arquetipos y perfiles psicológicos femeninos, pero "Padres e Hijos" pueden perfecta y absolutamente sentirse identificados con estos desencuentros filiales. Pudiendo hacerlo extensivo a todo tipo de desencuentros en las complejas relaciones humanas. No quiero desvelar las claves y códigos que convierten esta película en una obra maestra del género psicológico con intensa carga emotiva, contenida, sin sensiblerías superfluas. Sólo pretendo recomendarla como ejercicio de reflexión y cura de humildad. ¿Merece la pena, por el orgullo herido y por puro egocentrismo, romper con aquellas relaciones familiares, de pareja o de amistad que con un mínimo esfuerzo por las partes implicadas podían haber fructificado en algo precioso para el resto de la vida? ¿Merece la pena tanto dolor inútil? ¿Merece la pena la fría distancia y castigar con el silencio?...Creo que salvo excepciones insalvables, cualquier esfuerzo, no sólo merece la pena, sino que se convierte en la única vía para conocernos mejor a nosotros mismos, conocer a los otros, respetarlos, amarlos y aceptarlos tal y como son. ¡Maldito orgullo!

Cambiando de tercio. La vida de Serge Gainsbourg no me parece la vida de un héroe tal como reza el título. Más bien fueron héroes y heroínas, los y las que tuvieron el privilegio, pero a la vez, padecieron el martirio de tratarle y conocerle. Me ha gustado descubrir a Joann Sfar, maestro del cómic y debutante como director cinematográfico con este biopic sobre Serge Gainsbourg. De Serge a penas sabía nada, salvo que era el autor de la eurovisiva canción "Poupée de cire, poupée de son"(1965) y de la transgresora "Je t, aime...moi, non plus". Me ha estremecido descubrir el parecido gemelar entre el actor ERIC ELMOSMINO y el propio SERGE GAINSBOURG al que interpreta. Son como dos gotas de agua. ¡Increíble!

Pero ¡qué grande es el cine!


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