21 de septiembre de 2018

Primera semana eliminando plásticos...


Tal como os decía, me he dado un año para eliminar en la medida de lo posible todos los plásticos de casa. Esta primera semana ha sido bastante alucinante. Seis bolsas llenas de enseres de plástico han ido al contenedor amarillo con gran dolor de corazón, porque desconocía que en casa acumulase tanto cacharro de plástico y porque todos esos trastos no quiero en modo alguno que acaben contaminando el mar. Tampoco he querido regalarlos, porque el objetivo es convencer a los demás de que es posible prescindir de este material en nuestras vidas. Lo que más ha llamado mi atención ha sido descubrir el champú en pastilla sin ningún envoltorio. Lo he podido comprar tal cual. Forma espuma, deja el cabello limpio, sedoso y con muy buen olor. Me ha costado 8 euros. Me ha permitido eliminar tres tipos de envases diferentes de plástico de tres tipos diferentes de champú. Mis hijos me secundan y también se muestran entusiasmados con este propósito nuevo. Los geles en cuanto se terminen, también serán reemplazados por pastillas de jabón. Los cepillos de dientes lo serán de bambú. En cuanto se termine el lavavajillas líquido, ya está a la espera la pastilla de Lagarto desde hace años desterrada. Vuelve a cobrar todo protagonismo  Lo más difícil es acudir a la compra y exigir que nada venga envuelto en el dichoso plástico. Es muy triste comprobar que casi nadie lleva bolsa de casa. Se sigue pidiendo bolsa de plástico y pagando por ella. De verdad, que no cuesta trabajo alguno llevar cesta de casa o bolsa de malla guardada en el bolso o la bandolera si debemos ir a trabajar. Otra cosa que me ha conmocionado es la cantidad de veces que he usado túpers para llevar la comida o la merienda al trabajo. No era consciente. Nuestros alimentos cocinados en casa se impregnan y acabamos consumiendo plástico. Os animo a eliminar los plásticos de vuestras vidas en la medida de lo posible. Mucho ánimo.

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